Cuentas de tratantes de personas en Tlaxcala son congeladas por la UIF

El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y la UIF han comenzado a colaborar para debilitar a estas organizaciones dedicadas a la trata, entre las que se encuentran las mafias de Tenancingo.

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) tiene bajo la lupa a las bandas de proxenetas de Tlaxcala: ha comenzado congelar cuentas a integrantes de algunas de las organizaciones criminales que más recursos han logrado acumular en los últimos años, mediante la repatriación de miles de dólares desde distintas ciudades de Estados Unidos.

El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y la UIF han comenzado a colaborar para debilitar a estas organizaciones dedicadas a la trata, entre las que se encuentran las mafias de Tenancingo, municipio conocido por ser el origen de distintas bandas dedicadas a la trata de personas.

Como parte de este esfuerzo conjunto, el consejo, encabezado por Salvador Guerrero, informará a la UIF de datos que proporcionen vecinos, familiares e incluso las propias víctimas a través de líneas contra la trata de personas como la Línea Nacional contra la Trata de Personas 800 5533 000. Esa información después será analizada por la UIF, para determinar si es posible atacar financieramente a las organizaciones de padrotes, que por logística cuentan con operaciones en la Ciudad de México y, a la vez, reciben recursos de manera constante producto de la explotación de mujeres en distintos burdeles repartidos en el país y Estados Unidos.

El objetivo de la UIF, de acuerdo a los datos obtenidos, será romper con la “circularidad” de recursos de las bandas de proxenetas que, a base de engaños, reclutan a mujeres y niñas de la región, para obligarlas a prostituirse en distintas ciudades de México y Estados Unidos.

La mayoría de las veces utilizan sus habilidades sociales para enganchar a sus víctimas. Luego sigue una bien planeada serie de mentiras y las mujeres, muchas de ellas aún niñas que rondan los 15 años, quedan atrapadas en un ciclo de sometimiento, miedo y violencia bajo las órdenes del hombre que, tras quitarse la máscara de buenas intenciones, se revela como su padrote.

Son engañadas, apartadas de sus familias, retenidas contra su voluntad, violadas, abusadas física y mentalmente, para después ser obligadas a prostituirse.

Si los proxenetas consideran que tienen los requisitos suficientes para aportar más dinero a sus organizaciones, son contrabandeadas a Estados Unidos para ser obligadas a prostituirse en la tierra de los dólares.

Por ese motivo, la operación de la UIF no solamente incluye el congelamiento de cuentas bancarias, sino que también hará indagaciones de movimientos hechos a través de servicios de transacciones financieras como Western Union y MoneyGram.

El objetivo: desmontar por completo las estructuras financieras de las bandas. De acuerdo con la información, que ya está en manos de la dependencia, la ruta de trata que emplean los padrotes para obligar a sus víctimas a prostituirse en el extranjero, principalmente en Nueva York, pasa por la Ciudad de México, donde muchas de ellas son explotadas también.

Diversas denuncias de parte de organizaciones contra la trata y de las propias víctimas señalan que municipios en la franja que divide a Tlaxcala de Puebla, como Acuamanala o Zacatelco, son lugares donde operan estas bandas.

Sin embargo, el pueblo que es mencionado, una y otra vez, en cada una de las denuncias como el bastión de la prostitución en el estado más pequeño de México es Tenanancingo, en esa misma zona donde operan, a la vista de todos, las bandas de proxentas.

La gran mayoría de estos grupos delincuenciales están sustentados en estructuras familiares donde se involucran, sin mayor recato, padres, madres, hijos, hermanos, sobrinos, todos coordinados para reclutar, someter y prostituir mujeres de diversos estados del país.

Milenio