El peligro de comprar preservativos en Vietnam

La compra de preservativos en Vietnam se ha convertido en un deporte de riesgo desde que, el pasado finde semana, las autoridades incautaban 345.000 condones usados para ser revendidos en una fábrica de la provincia de Binh Duong, cerca de Ho Chi Minh.

La piratería en productos anticonceptivos es muy recurrente este país asiático, tal es así que la mayoría de los profilácticos comercializados no son distribuidos por las marcas oficiales pero sí son camuflados con el embalaje de las mismas. Y es que, una encuesta, realizada por el Ministerio de Sanidad en 2019, revelaba que el 85 por ciento de los 600 millones de condones vendidos anualmente en el país no eran distribuidos directamente por las marcas originales, lo que aumentaba el riesgo de transmisión de enfermedades y de embarazos no deseados.

La Policía indicó que las bolsas repletas de profilácticos almacenadas en la fábrica pesaban más de 360 kilos, lo que equivaldría a unos 345.000 preservativos, que estaban siendo embalados por los trabajadores para ser, seguidamente, distribuidos en el mercado.

La dueña de la fábrica, Pham Thi Thanh Ngoc, confesó, en declaraciones recogidas por el diario Tuoi Tre, que recibía cargamentos de condones usados todos los meses y que para limpiarlos los hervía en agua, los dejaba secar y les daba forma con un artilugio de madera con forma fálica. Y, una vez preparados, los vendía a un precio aproximado de 0,17 dólares por Kg.

Los cuerpos de seguridad vietnamitas siguen investigando las posibles ramificaciones de este caso, pues la venta de preservativos de baja calidad camuflados en paquetes falsos de algunas marcas señeras comoDurex, Ok o Surees muy frecuente en dicho país.

De hecho, esta incautación no ha sido la única, pues el año pasado la policía llegó a detener a cuatro personas que dirigía una fábrica pirata de condones y lubricantes.

La preocupación y el miedo de la población vietnamita por este asunto ha desembocado en protestas como la del artista Nguyen Minh Tuan, que en 2014 dirigió un desfile de moda centrado en trajes reconstruidos a base de preservativos. Una acción destinada a concienciar y normalizar el uso de los mismos “en tiendas de calidad que garanticen la seguridad”.