Una victoria electoral para las mujeres de EEUU

Las 141 mujeres que formarán parte del poder legislativo en EEUU a partir de enero representan un récord, un 26,4% del total

Sin entrar en bandos ni en consideraciones ideológicas, las elecciones del pasado 3 de noviembre fueron una victoria sonada para las mujeres en la política estadounidense. Nunca antes había habido una representación tan cuantiosa en Washington entre Congreso y Senado. Las 141 mujeres que formarán parte del poder legislativo en Estados Unidos a partir de enero no solo representan un récord -un 26,4% del total- sino que son, en el caso de las republicanas, la base sobre la que se ha sustentando su recuperación tras el descalabro en los comicios legislativos de 2018.

De los siete escaños que recuperó el partido conservador, seis se los llevaron mujeres. El condado de Orange, que en 2018 celebró un giro histórico hacia el azul demócrata, volvió a ser un importante bastión para los conservadores. Michelle Steel y Young Kim recuperaron distritos perdidos, dos de las tres primeras mujeres coreano americanas elegidas para la Cámara de representantes.

En Texas, la republicana Beth Van Duyne se impuso a la congresista demócrata Candace Valenzuela. En Nuevo México, la conservadora Yvette Herrell recuperó el segundo distrito en favor de la hispana Xochitl Torres. Y En Florida, la ex periodista de Telemundo Maria Elvira Salazar derrotó a Donna Shalala.

Ashley Hinson se impuso en Iowa, Nancy Mace en Carolina del Sur, Stephanie Bice en Oklahoma y Michelle Fischbash en Minnesota. En total, 28 republicanas se incorporarán al próximo Congreso a partir de 3 de enero, sobrepasando la marca anterior de 25 en 2006. En el Senado ocuparán ocho asientos para un total 36 entre ambas cámaras, seis más que en 2006.

“El ciclo de 2018 fue la historia del triunfo demócrata. Este año hemos visto ganancias significativas en el bando republicano”, indicó Debbie Walsh, directora del Centro para Mujeres Americanas y Política de la Universidad de Rutgers (CAWP). “Los avances para las mujeres deben llegar desde ambos bandos si las mujeres quieren lograr igualdad de representación en el Congreso”.

Los avances han sido muy notables en los 100 años transcurridos desde el comienzo del voto femenino en Estados Unidos. Rebecca Latimer Felton, una demócrata por Georgia, fue la primera mujer en ser designada para el Senado, aunque solo ocupó el cargo un día. Una década más tarde, Hattie Wyatt Caraway, de Arkansas, se convertiría en la primera senadora de pleno derecho. Desde entonces, 56 mujeres han pasado por la cámara Alta. 359 en la Historia del Congreso, de acuerdo a datos del CAWP.

“Han pasado cien años desde el sufragio de las mujeres. Y si las mujeres quieren llegar a ocupar un puesto (en Washington), tiene que haber más presentándonse”, apuntaba Mace, la primera política que representará a Carolina del Sur en el Congreso. Hinson, que se impuso a la congresista demócrata Abby Finkenauer, sostiene que la victoria de tantas republicanas envía un mensaje a la cúpula de su partido. “Creo que el número de mujeres representantes cambiará la dinámica del diálogo a nivel nacional sobre cómo se percibe el partido”.

El pasado 3 de noviembre no solo fue histórico para las republicanas. Las mujeres de color aseguraron 51 representantes en Washington para 2021, otro récord. En Washington, la demócrata Marilyn Strickland se convirtió en la primera negra en representar a ese Estado del oeste a nivel federal. Será, además, una de las primeras coreano americanas en formar parte del Congreso.

Strickland está convencida de que el acceso de más mujeres “a posiciones de liderazgo y poder” ayudará a resolver “algunos de nuestros mayores problemas”. El beneficio de tener más mujeres en la mesa, y especialmente mujeres de color, es que la formulación de políticas y la toma de decisiones son simplemente mejores”.

Teresa Leger Fernández, que obtuvo la victoria en Nuevo México frente a la republicana Alexis Johnson, afirma que la misión debe ser obtener un Congreso “que refleje” la verdadera cara de Estados Unidos, la de la diversidad. De momento, su Estado enviará a Washington a tres congresistas por primera vez, mujeres de color, una hispana y dos nativas americanas.

Es un hito que ha llegado de la mano del más notorio: el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris como primera mujer en ocupar la vicepresidencia del país, también la primera negra y asiática en ostentar el cargo. Es el síntoma inequívoco de un ascenso imparable hacia la igualdad.
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