Venezuela: “El que no vota, no come”

Nicolás Maduro suspende la cuarentena radical para animar el voto y ordena el levantamiento del toque de queda en los municipios colindantes con Brasil y Colombia

Se acabó la cuarentena, en principio hasta enero y como mínimo hasta las elecciones parlamentarias del próximo domingo. Así lo anunció Nicolás Maduro el domingo en alocución televisiva al país, tras ocho meses durante los cuales Venezuela ha apostado por el plan 7×7, que mezclaba una semana de confinamiento radical con otra de cierta apertura.

“Inician cuatro semanas de flexibilización controlada y segura. En Venezuela estamos en batalla contra el Covid-19, no podemos bajar la guardia”, subrayó el jefe revolucionario, quien también ordenó el levantamiento del toque de queda en los municipios colindantes con Brasil y Colombia. Precisamente el gobierno de Bogotá desmintió el domingo los rumores sobre la apertura de sus fronteras, que se mantendrán cerradas al menos hasta mediados de enero.

El anuncio del “presidente pueblo”, no por esperado, ha dejado de sorprender a un país que, según todas las encuestas, no pretende participar en unas elecciones fraudulentas diseñadas por la revolución para perpetuarse en el poder y en el que la oposición real apuesta por la abstención. Cualquier estrategia es válida para trasladar a los votantes hasta los colegios electorales, incluidas las amenazas, como las expresadas ayer durante un mitin electoral por Diosdado Cabello, número dos de la revolución: “El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. El que no vote, no come; se le aplica una cuarentena ahí”, insistió el también candidato.

El banderazo de Maduro para el plan “Navidades Felices” supone la reactivación de buena parte del país económico: hasta medio centenar de sectores se beneficiarán de la tregua electoral y navideña. Una vez más, la gran burbuja se inflará en las zonas ricas de Caracas y en otras ciudades gracias a la puesta en marcha de eventos deportivos y conciertos, así como la reapertura de gimnasios, restaurantes y cafeterías.

Las terminales de transporte terrestre, algunos destinos aéreos nacionales, autocines, centros comerciales, licorerías, posadas, clubes, parques de diversión, consultorios veterinarios, autolavados y heladerías, entre otros, permanecerán en funciones durante todo el mes.

No obstante, el chavismo mantiene la cuarentena obligatoria para quienes ingresen en el país, así como las medidas habituales de bioseguridad, como el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico. Todo ello pese a que durante la campaña electoral no se han respetado ninguna de ellas, con la proliferación de mítines de la revolución, que se parecían a los tiempos de antes de la pandemia. Animados, todos ellos, con la intervención estatal y los regalos de cajas CLAP, pollo, mortadela, neumáticos, incluso dólares en efectivo. Actos electoral en los que se ha visto a alguno de los participantes lanzar al público sus mascarillas usadas como si de otro regalo se tratara.

Las medidas de normalización vienen acompañadas de los tradicionales planes navideños del Gobierno, casi siempre fracasados: desde la entrega de perniles de cerdo hasta el regalo de juguetes para los niños.

“Nosotros estamos en desacuerdo con la flexibilización como se ha planteado para diciembre. Entendemos la necesidad que tienen los trabajadores que necesitan recibir ingresos, por lo que estábamos de acuerdo con la medida del 7×7. Sin embargo, esta decisión ha sido tomada básicamente por razones electorales en un país donde no tenemos cifras confiables sobre el Covid, nosotros tememos que son muchísimo mayores. No tenemos razones para creer que el coronavirus dentro de Venezuela se va a comportar de manera diferente a nuestros países vecinos”, criticó para EL MUNDO.es Rafael Uzcátegui, coordinador de Provea, prestigiosa ong de derechos humanos.

Según las estadísticas oficiales, Venezuela suma más de 100.000 casos de coronavirus y 892 muertes. En cambio, desde el Parlamento han advertido desde el primer día que el Gobierno oculta los datos reales, entre los que destacan la muerte de casi 300 profesionales de la medicina, uno de los porcentajes más altos del planeta.

“Exhortamos al régimen del señor Maduro a reconsiderar las decisiones anunciadas sobre esta delicada materia y seguir las recomendaciones actualizadas de la Organización Mundial de la Salud para el ajuste de las medidas de cuarentena, con un enfoque por regiones, ciudades o municipios”, reclamaron en declaración conjuntas federaciones médicas y farmacéuticas, temerosas ante el “aumento ineludible del riesgo de contagios y de transmisión comunitaria” de la enfermedad.

La Academia de las Ciencias ha alertado del peligro que supone incrementar la movilidad nacional durante diciembre, incluso ha proyectado 14.000 casos diarios durante este mes. Además, las pruebas diagnósticas se han reducido a un ritmo acelerado en los últimos tiempos, aseguran.

“Tememos que la medida gubernamental puede agravar esta segunda ola dentro de nuestro país, por eso estamos pidiendo a los ciudadanos a través de las redes sociales que mantengan las medidas de prevención y solamente hagan las diligencias y gestiones necesarias, pero que mantengan dentro de casa con todas las medidas. A diferencia de lo que se ha sugerido con la campaña oficial, la pandemia en Venezuela no está controlada. Necesitamos los mayores esfuerzos para tener la mejor atención posible”, añadió Uzcátegui.

La cuarentena radical regresará en 2021, una vez cumplido el objetivo de las elecciones fraudulentas de imponer a la fuerza un nuevo poder legislativo a la orden de Maduro. Las restricciones se retomarán “en enero con mayor fuerza, organización y disciplina”, recalcó el “presidente pueblo”.
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