Rápidamente el comercio morirá en Nuevo León

Irreverente

El secretario de Salud de NL, en su supina ignorancia e ignota voracidad tributaria, acaba de asestar el último clavo en el ataúd de la actividad comercial del Estado. Bueno, en eso le “ayuda” el hoy ex alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza.

Les platico: El 4 de diciembre no fue el día de la “Virgen del Águila”, como sabiamente le dicen mis amigos chilangos a los viernes que caen en quincena.

Y a pesar de eso, las calles regias 5 de Mayo entre Cuauhtémoc, Juárez, Colegio Civil y Garibaldi, hervían de gente.

Por un lado, por el otro, por arriba, por abajo, cientos de puesteros que pagan piso a sus líderes sindicales, cuotas de “protección” al crimen organizado, y moches a los inspectores de comercio del municipio.

Son los del comercio informal que no tributan ni un quinto de impuestos, que no tienen a su personal en el INSS (Instituto Nórdico del Seguro Social) y que le hacen la más agraviante competencia desleal a los negocios formales enfrente de los cuales instalan carpas sucias, malolientes repletas de fritangas, fayuca y productos chinos.

Por si fuera poco, el inútil Adrián de la Garza, que sueña con ser gobernador de NL, en vez de poner orden a este desmadre, lo desmadra más al ordenar que sus agentes faciliten el acceso del trafical de vehículos al dar vuelta por Cuauhtémoc rumbo a 5 de Mayo. Así han de estar los moches que les cobra a los regenteadores de los ambulantes.

Sí, en vez de disponer el desmantelamiento de ese nido-foco de corrupción y bichos (estoy hablando del covid-19, ¿o en cuáles bichos están pensando?) lo propicia aún más, poniendo a sus mordelones a perderse entre el tráfico con caras de espantados ante el tumulto.

Entre los pasillos que se abren a la brava los puesteros en banquetas, aceras y calles, agentes de Tránsito de Monterrey se pasean como si nada entre el gentío y los vehículos, eso sí, unos con tapabocas y otros colgado al pescuezo, pero sin hacer maldita la cosa por frenar semejante caos.

Los inspectores de salud de Manuel de la O, traen talonarios como los que usan los agentes de tránsito para aplicar multas, y están siendo implacables con todo aquél negocio formal que viole la nueva ordenanza sanitaria que limita brutalmente los horarios para abrir al público.

Al que jale fuera del horario establecido en este toque de queda disfrazado o que deje entrar a algún cliente sin bozal, le cierran el negocio de ipso facto y aplican multas de hasta medio millón de pesos o moches de $150,000 varos.

Ernesto Sepúlveda, dueño de una mercería en el mero cruce de 5 de Mayo y Colegio Civil, dijo a DETONA que algunos inspectores de salud tienen el descaro de dar recibo por los moches que cogen, lo cual revela el contubernio de los jefes que reciben su parte del “negocio”.

Ese lugar -y muchos otros de Monterrey, de NL y de México- son ejemplo vivo de por qué la OMS ha declarado a México como uno de los países que peor están atendiendo a la pandemia.

Por donde se le vea:

Por el número proporcional de muertos -de lo más altos del mundo- por los fallecidos del sector Salud, igualmente mal clasificados.

Por los indicadores económicos en la pandemia, que caerán más de 9%, el doble que otros países del sur. Por la desgracia de que este año “creceremos” la mitad del estándard centro y sudamericano. Por el número de pruebas covid-19 aplicadas. Por las absurdas medidas de contención.

En fin, no hay un sólo parámetro que nos salve al comparamos -ya no con los países del primer mundo- sino con los de en vías de desarrollo.

Mi abuela la financiera diría al ver los desaguisados de la 4T, que con AMLO dizque gobernando, México es un país de los de “dénse rollo”.

Manuel de la O no tiene abuela, por que si la tuviera, ella le hubiera recomendado no ser pendejo (así se expresaban las abuelas de antes) y él puede ser todo lo pendejo que quiera, pero en su casa.

Su pendejez -válgaseme la rebuznancia- trae en estos días del bicho, a millones de nuevoleoneses como cucarachas brincando de puesto en puesto, de Soriana a HEB, a Smart o a la miscelánea de la esquina, porque el fin de semana no van a tener dónde comprar ni un méndigo tomate.

¡Por el amor del dios de Spinoza! Ya ni comer es indispensable para nuestro “Secretario de Salud”.

Qué fregones los achichincles del Bronco, mientras ellos se embuchacan su buen RibEye, miles de paisanos pasan hambre porque no tienen ni para comer.

No puede haber ciudadano hambriento con un gobernador barrigón, haciendo referencia a YSQ.

CAJÓN DE SASTRE

“Los cierres estúpidos ordenados por Salud-NL; la tolerancia del alcalde de Monterrey y las señales contradictorias del binomio López Obrador-López Gatell, están asestando los últimos clavos en el ataúd de la economía mexicana”, dice la irreverente de mi Gaby, desempacando en Polansky, DF, en el espacioso depa de Gatell, pero el Bueno, no su primo el malo.

sdpnoticias