Después de la publicación de su primer álbum, Black Sabbath fue señalado como uno de los entes más oscuros de los años setenta debido a que sus letras fueron consideradas como satánicas. En especial «Black Sabbath» y «N.I.B» , ésta última con línea como ‘My name is Lucifer, please take my hand’, que se puede traducir como: ‘Mi nombre es Lucifer, por favor toma mi mano’.
El término de satánicos fue completado por la imagen desaliñada de la agrupación. Además, su música causó molestia a la parte conservadora del establishment, quién frunció el ceño con su segundo álbum: «Paranoid», en donde abordaban temas puntuales como la Guerra de Vietnam, consumo de drogas y ciencia ficción. Incluso, el trabajo llegó al primer lugar.
Los jóvenes adoraron el desafío de los británicos, quienes siempre se mostraron en desacuerdo a que los relacionaran con el ocultismo y Satanás, y ya cubiertos en éxito se dispusieron a grabar su tercer trabajo discográfico al que denominaron «Master Of Reality».
¿Adoradores de Satán?
Black Sabbath ofrecía una propuesta musical inteligente. A ello se les debe la creación del Heavy Metal, así como de distintos subgéneros como el Doom o el Thrash. El bajista Geezer Butler era también el responsable de escribir las canciones. Una de esas, «After Forever».