“LO DESCONOCIDO DE LO CONOCIDO”

RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
Por Alejandro Ruíz Robles

¡DEJA QUE LA VIDA TE SORPRENDA!

… ¡Y vaya que esta expresión ha sacudido al mundo desde el inicio del 2020!
Todos disfrutábamos tanto de nuestras costumbres que cuando llegó la pandemia de una manera tan intempestiva, nos movió totalmente el piso y transformó nuestra realidad y con ello, nuestros hábitos.
Cuando vivíamos perfectamente nuestra rutina diaria: trabajo, distracciones, entretenimiento y consumos fuera de casa, aderezados con reuniones sociales y eventos públicos, entre un sin número de actividades … ¡nos rompieron el ritmo!
Ante ello, tuvimos que analizar la situación y tomar una decisión para la cual no estamos preparados y ni siquiera imaginábamos: el aislamiento.

¡JUNTOS … PERO NO REVUELTOS!

Bajo la premisa de cuidar nuestras vidas y la de quienes amamos, asumimos todas las medidas de precaución para evitar al máximo el contacto con personas distintas a nuestro entorno cercano.
De tal manera que la mayoría decidimos quedarnos con nuestro núcleo familiar en el sitio más seguro con el que contamos … ¡nuestra casa!
A más de quince meses de haber tomado esta decisión y asumir el cambio abrupto de las circunstancias; en retrospección, vemos que lo que dábamos por hecho en el pasado, no era del todo verdad.
Las personas que creíamos que éramos y conocíamos … ¡de repente resultaron tan distintas!

“EL CAMBIO CONSTANTE”

Como resultado de este tiempo de convivencia única, hemos modificado nuestra percepción y en mayor o menor medida nuestro comportamiento; sin embargo y a pesar de todas las circunstancias, la mayor variante se ha dado en … ¡nosotros!
Las risas que buscábamos en los momentos que antes teníamos para compartir en casa o con nuestros seres próximos, ahora se han transformado en otras manifestaciones o expresiones que no esperábamos e incluso, nunca imaginamos.
Hemos descubierto que no es lo mismo compartir con personas con las que vivimos por segundos, minutos u horas, que hacerlo durante un día, una semana, un mes, etcétera.
De repente este “etcétera” se volvió una interrogante constante de difícil respuesta al desconocer el tiempo que resta de aislamiento y mucho menos, si la salud nos acompañara.

¿UNA ETAPA DE INTRIGAS?

Durante este tiempo hemos presenciado momentos de alegría, angustia, irritación, indiferencia u enojo a los que nunca habíamos estado expuestos y es probable que, al concluir esta experiencia – de darse -, nunca volvamos a estar.
¿Cuántos de nosotros no hemos deseado volver a la rutina que a estar en casa bajo estas condiciones?, ¿Cuánta angustia hemos tenido al saber que nuestro trabajo o fuente de riqueza puede desaparecer?, ¿Quién no ha mostrado en el hogar una fortaleza simulada en momentos de debilidad?, ¿Quién no ha presentado dudas respecto de algún síntoma de salud que haya manifestado?, ¿Quién puede decir que no ha cambiado su forma de ser ante el peligro inminente del contagio?, ¿Quién no ha sentido tristeza al saber de la pérdida de alguien cercano o conocido?, ¿Quién no se inquieta de pensar si la vacuna a su alcance es la indicada?,
Y tú … ¿coincides en estos cuestionamientos? o … ¿hay más en tu vivir?

¿VIVIENDO CON …?

Es increíble que esta pausa en nuestra vida nos haya dado oportunidad de conocer a profundidad a quienes viven con nosotros, sin mayores pretensiones que sólo convivir y tratar de pasarla lo mejor posible.
Es un hecho que si hubiéramos llenado un registro a detalle de cualidades y defectos de los que viven en nuestra casa al principio del encierro, en estos momentos se viera todo tachonado y corregido por la percepción que ahora tenemos.
Es curioso, pero en más de una ocasión pensamos que nos acompañan desconocidos … sin considerar que nuestra familia se integra de seres humanos que viven circunstancias extremas al igual que nosotros.

“EL TERROR A LA TECNOLOGÍA”

Nos hemos visto en la necesidad de estar conectados de diversas formas con el mundo a través de las tecnologías de la comunicación; de tal manera que ha cambiado nuestra presencia por nuestra voz, imagen o expresiones escritas o gráficas.
Lo que era el inicio del diálogo con un cálido apretón de manos acompañado de un beso o una sonrisa, ha sido sustituido por un texto o un dibujo y con un extrañamiento por recordar la otra mitad de la cara ahora oculta por un cubrebocas.
Dadas las condiciones, estamos tan inmersos en la ciencia que es más fácil encontrar pantallas iluminadas que personas a nuestro alrededor.
¿No crees que la tecnología ha probado ser una forma eficaz y eficiente como medio de comunicación entre personas y no un reemplazo de ellas?

“Y de repente … ¡YO!”

En este contexto de compartir sólo en casa de manera presencial y estar con el mundo en forma virtual, también hay lugar para la persona más importante … ¡cada uno de nosotros!
Los momentos que tenemos para conocernos, probarnos y ver nuestro actuar en condiciones únicas nos pueden llevar a una real introspección y de ahí, la oportunidad de un crecimiento interior.
Quizás nunca repitamos estas circunstancias, pero lo que si sabemos es que hoy valoramos vivir y estar con quienes nos importan.
¿Te has preguntado que si no fuera por estos momentos críticos quizás nunca hubiéramos afrontado esta etapa mágica de convivencia?

“TAN LEJOS, TAN CERCA”

Estas circunstancias extraordinarias nos dan la opción de elegir la persona que queremos ser: aquella irascible que intenta imponer su forma de vida a los demás o aquella que desea compartir y conocer a quienes le importan. ¿Egoísmo o Humildad?, ¿Indiferencia o Compromiso?
Nunca habíamos estado tan lejos o tan cerca de tener a quienes nos importan en una situación para nosotros; la realidad es que quizás sea la lección de vida más difícil que hayamos tenido que vivir y compartir.
Sabemos que el respeto entre nosotros nos ha dado el justo lugar que merecemos y es muy probable que, a partir de esto, realmente sepamos como y con quien contar.

… ¡Y TODO SIGUE!

Hay acciones o palabras presenciales o virtuales de personas que hemos visto o recibido y han sido determinantes para saber el rol que tendrán en nuestro camino.
Nunca como ahora hemos sentido la calidez de un “algo” distinto a los contactos físicos a que estábamos acostumbrados.
Es cierto que hoy hay vacunas y se han maximizado los cuidados, pero aún falta mucho y las precauciones nunca estarán de más para quienes con responsabilidad evitan infectarse y procurar a quienes les importan.
Hoy una mirada, palabra, detalle o imagen nos han dado más incentivos para continuar con nuestra vida a pesar de las dificultades.

“EL FABULOSO MUNDO EN EL HOGAR”

Y resulta ser la casa un espacio cerrado donde nos podemos dar cuenta que todo en esta vida está ahí: para muchos, una prisión con todo y sus captores; para otros, motivos para vivir y compartir con quienes se aman.
La opción siempre estará en ti, pero lo que es un hecho es que de la oscuridad que trajo la pandemia podemos encontrar la luz por la cual vivimos.
¡No hay mayor fuerza para el ser humano que la que deriva de su familia!