A todo vapor en tiempos de Covid

Luis David Fernández Araya

Es importante recalcar que la mayoría de las medidas relacionadas a los sectores de energía y agricultura están destinadas para el período de tiempo que dure la emergencia  sanitaria por la COVID-19. 

Dentro de estas medidas se encuentran el subsidio para el alivio y facilidad de pago de necesidades básicas como la energía eléctrica y gas domiciliario, subsidio al transporte público, y programas de apoyo al sector agrícola con créditos accesibles. 

En cuanto a medidas de largo plazo, se encuentran aquellas que han reducido el precio de los combustibles y han otorgado créditos subsidiados a empresas, con tasas bajas y periodos de gracia prolongados.

Este tipo de medidas, pueden conllevar a una mayor generación de emisiones de GEI, aunque serán las de largo plazo las de mayor aporte por su constancia en el tiempo. Tal es el caso de Colombia que redujo los precios de los combustibles fósiles y pro- ducto de la reactivación económica, ha presentado un aumento en un 40 por ciento en el con- sumo (comparado con meses anteriores). 

Esto ha generado enormes preocupaciones por el evidente empeoramiento de la calidad del aire en las principales ciudades del país y los posibles efectos como el aumento de enfermedades respiratorias en la población.

En la misma línea, el otorgamiento de créditos subsidiados a empresas para amortiguar la caída económica y generar puestos de trabajo, ha reflejado la baja capacidad institucional para filtrar aquellas empresas que operan de manera responsable con el ambiente, de las que presentan dudosas prácticas. 

Por ejemplo, en una empresa investigada por tráfico de madera recibió más de un millón de dólares de un Programa que podría aumentar las emisiones de GEI producto de la deforestación.

Aun cuando la implementación de estas medidas económicas haya sido necesaria para reducir el impacto del COVID-19 en la población y mejorar las condiciones económicas de los países, estas deben ser pensadas en migrar hacia un desarrollo bajo en emisiones. 

Esto es posible incluso en situaciones económicas difíciles como la que se ha generado por el COVID-19. 

Por ejemplo, hay países que vienen sincerando el precio de los combustibles fósiles, eliminando subsidios que ayudan a reflejar los precios de mercado, así como la apertura de la importación de combustibles para ciertos sectores. 

Mientras que hay países que han implementado acciones para reducir las emisiones del sector transporte como incentivos para que las empresas migren hacia la electro movilidad e incrementar el uso del transporte no motorizado.