Rusia enfría la negociación: “No hay avances”

Moscú cree que “hay mucho por hacer” y se niega a discutir las concesiones ucranianas sobre Crimea. Las conversaciones pueden conducir a un acuerdo parcial o servir sólo para que ambos bandos puedan reagrupar sus fuerzas

Moscú no percibe de momento nada prometedor ni tampoco avances en las negociaciones entre la Federación Rusa y Ucrania. Así lo ha explicado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov: “Todavía queda mucho trabajo por hacer”.

El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski, aludió por primera vez a la posibilidad de un “acuerdo” entre Moscú y Kiev después de unas negociaciones que calificó de “constructivas”. Pero Moscú ha enfriado los ánimos en torno a la posibilidad de un acuerdo.

Tras un mes de bombardeos y cuatro millones de refugiados, el portavoz del Kremlin ha prometido que “no habrá Stalingrados en Ucrania”. Horas antes Rusia presentó el miércoles concesiones que sugerían un enfoque más realista en la nueva ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania, que tuvo lugar en Estambul.

El viceministro de Defensa de Rusia, Aleksander Fomin, planteó la decisión de “reducir drásticamente” la actividad militar en los alrededores de la capital ucraniana, Kiev, y la ciudad de Chernihiv (al norte) como un gesto “para aumentar la confianza mutua para futuras negociaciones”. Pero hoy miércoles han vuelto los combates a algunas de esas zonas.

Los medios de comunicación rusos han hurtado a sus audiencias las imágenes y el contexto de ciudades destruidas, como Jarkov y Mariupol.

La prensa rusa ha reaccionado con un optimismo bastante moderado ante las negociaciones de esta semana. La retórica de ambas partes “se ha suavizado”, constata el director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Andrey Kortunov.

Según su punto de vista, Rusia está dispuesta a trabajar con el Gobierno de Ucrania y no busca un “cambio de régimen”, que Putin señaló en febrero como compuesto por “nazis y drogadictos”. Pero es obvio que hasta el momento “no hay un acercamiento claro en el tema territorial”.

La llamada ‘operación militar especial’ continuará al menos en Donbás. Y Rusia no renunciará a que las repúblicas de Donbás obtengan el control dentro de las fronteras de la primavera de 2014 de las regiones de Donetsk y Lugansk. Así lo ve el subdirector del Centro de Estudios Integrales Europeos e Internacionales de la Escuela Superior de Economía Dimitri Suslov.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov cree que “es positivo que la parte ucraniana al menos haya comenzado a formular de manera concreta y a presentar por escrito sus propuestas”.

Pero no hay progreso respecto a la eventual operación humanitaria en la ciudad ucraniana de Mariupol. Algunos observadores creen que un acuerdo territorial podría, como mínimo, dar a Rusia el control de Mariupol, que sigue en manos ucranianas.

Moscú podría presentar como una victoria el poder crear una ruta terrestre segura entre dos áreas que Rusia atesora: Crimea al suroeste, y Donetsk y Lugansk al noreste.

LAS PROPUESTAS

La cita de Estambul ha dejado algunas ideas encima de la mesa. Las propuestas ucranianas incluyen la renuncia de Kiev a su propósito de entrar en la OTAN y el compromiso de Ucrania de neutralidad permanente. Ucrania seguiría sin armas nucleares y no podría emplazar tropas extranjeras. También sería importante la renuncia de Kiev a intentar recuperar por la vía militar la península de Crimea y la ciudad portuaria de Sebastopol.

La renuncia temporal de Ucrania de una resolución militar a los problemas territoriales durante 15 años no ha caído bien en Moscú. El Kremlin avisa de que Rusia de ninguna manera va a abordar la cuestión de Crimea, que considera parte de su territorio: “Crimea es parte de la Federación de Rusia, y según nuestra Constitución no podemos discutir con nadie el destino de los territorios de la Federación de Rusia, esto está descartado”, destacó.

En este punto hay dos escenarios posibles. Rusia podría intentar resolver todas sus cuitas de seguridad de manera integral en un acuerdo más adelante, lo que significaría que la operación especial de momento continuaría, sobre todo en el sur de Ucrania (ya que allí Rusia no ha asumido ninguna obligación).

Otra variante sería en varias fases: Moscú podría aceptar ahora las propuestas de Ucrania sobre su estatus neutral y su renuncia a obtener armamento nuclear, y posponer la resolución de otras cuestiones territoriales después de haber ‘hecho caja’ en el plano de la seguridad.

Suslov cree que en este caso las tropas rusas se mantendrían en las áreas que ya controlan. “La retirada total ocurrirá después de que se alcance un acuerdo integral con Kiev”, dijo al diario ‘Vedomosti’.

El negociador Medinski aseveró más tarde que Ucrania registró el martes por primera vez su disposición a cumplir una serie de condiciones que Moscú considera críticas para construir relaciones normales con Rusia en el futuro. Entre ellas está la mencionada renuncia a unirse a la OTAN y a tener armas nucleares. Según Medinski, las propuestas de Ucrania incluyen también no desplegar bases militares y contingentes militares extranjeros, así como la obligación de realizar ejercicios militares solo con el consentimiento de los estados garantes, incluida Rusia.

El jefe de la delegación rusa enfatizó que si Kiev cumple con todas estas obligaciones, se eliminará la amenaza de crear un punto de apoyo de la OTAN en el territorio ucraniano.

DOS CAMINOS PARA SEGUIR CON EL CONFLICTO

Las conversaciones pueden conducir a un acuerdo parcial o servir sólo para que ambos bandos puedan reagrupar sus fuerzas. Ucrania demanda garantías internacionales de seguridad asumiendo que Rusia no se opondrá a su ingreso en la Unión Europea.

Pero estas garantías internacionales de seguridad (que darían respaldo a una Ucrania sin alianzas formales) no se aplicarían ni a la península de Crimea ni a los territorios de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk. Moscú no puede permitir que Kiev se guarde el ‘as’ en la manga para recuperar en el futuro sus viejos territorios con ayuda de los aliados. El representante del Kremlin no quiso comentar las propuestas de Kiev sobre la lista de países garantes de un posible acuerdo.

El Kremlin enfría las expectativas pero las conversaciones son vistas como un avance lento pero seguro. Según Ivan Timofeev, director de Programas del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, se aprecia una tendencia positiva, a la espera de algún gesto de Putin. Otro analista, Alexey Chadaev, cree que “estas conversaciones crean los antecedentes para una agenda para la reunión entre presidentes”.

En etapas anteriores de su pulso con EEUU, Moscú presumió de que por su parte podían hacerse públicas sus propuestas en la negociación. Ahora Rusia quiere que la esencia de lo que se está discutiendo en las negociaciones permanezca en privado.