‘Haiga sido como haiga sido…

De última hora, el pasado jueves 3 de septiembre el INE dejó fuera a Redes Sociales Progresistas, de Fernando González, y Fuerza Social por México, de Pedro Haces; para el viernes 4, de último minuto, recetó lo mismo contra México Libre de Margarita Zavala… y Felipe Calderón. Los dejaron con el sabor que alguien más probó en 2006: el de ‘por poquitito, pero ¿… qué crees?’. ¿Falta de oficio político de los vencidos, inmadurez de los consejeros… o traición? Según información recabada por esta columna, el miércoles 2 de septiembre Elba Esther Gordillo habló con Lorenzo Córdova para preguntar y por respuesta obtuvo que ‘no tenía de qué preocuparse’.

Esa tarde, los cercanos a los nonatos prospectos tuvieron contacto con varios integrantes de la Comisión de Prerrogativas, y en los términos más cordiales… “con vinito y todo” celebraban. Todo ‘planchado’. El jueves 3, entre retrasos de la sesión, ya se había pedido al Secretario Técnico Patricio Ballados cambiar el anteproyecto y negar el registro a RSP y FSM por las irregularidades detectadas previamente: donantes no identificados, dádivas en sus asambleas constitutivas y participación de sindicatos. De siete que querían convertirse en partidos políticos, solo pasarían la prueba dos. Sorprendidos, los afectados empezaron con las llamadas; sus interlocutores en Palacio Nacional aseguraban que los consejeros no contestaron sus mensajes: ‘no sabían qué pasó’. Calderón, con su registro prácticamente en la bolsa, conocedor del sistema político, sabía que algo no cuadraba cuando él y el nuevo PES eran los beneficiarios para disputarle a Morena todo lo que se disputará en las elecciones de 2021. El voto de Córdova el viernes 4, donde se consumó la ‘sorpresa’ a México Libre, dio muestra de que la negociación podría haberse llevado al más alto nivel con un inesperado y naciente entendimiento en la antesala de 2021, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador antes siempre hizo pública su animadversión por la cabeza del INE, a quien ha acusado incluso de ‘haber avalado el fraude electoral de 2006’. Pero esta vez fue Córdova inmejorable anfitrión, que ofreció a varios… una gran botana. Con vinito y todo.
A la pregunta ¿traición? un afectado, desconcertado, responde: “Si es así, hubo una intervención en un poder público, que al final resultará muy cara”.