Esta Navidad entre el frío y viento crecen los árboles para las fiestas que se aproximan

Por años, la siembra de maíz siempre fue la principal actividad en Tejocotillos, sin embargo, su devaluación fue la razón para que los pobladores cambiaran de giro.

Hace frío, el normal de la temporada. El viento sopla con fuerza, cala hasta los huesos y hace revolotear el cabello de cualquiera. En Santiago Tejocotillos, independientemente de la estación del año, siempre es así. Está comunidad perteneciente al municipio de Xonacatlán se caracteriza por sus cerros, cañadas y el estilo vaquero de sus habitantes. Desde hace casi 25 años, Tejocotillos, cuyo nombre deriva de la gran cantidad de árboles de tejocote que había hace mucho tiempo, cambió el sembradío de maíz y la migración de sus habitantes, por la producción de árboles de Navidad, pues les permiten obtener ingresos para mantener a sus familias. Los caminos que permiten el ingreso están llenos de curvas y tierra amarilla, de esa que si se moja parece barro y si está seca genera mucho polvo. Por todos lados hay letreros que indican cómo llegar a las 46 plantaciones que hay y se ubican en terrenos empinados como barrancas o semiplanos, como un bonito jardín.

“El Puente de los Gringos”, “Madroño”, “Arcón Viejo”, “Los Encinos”, “El Candelero” y el “Ocote Chino”, de los primeros en consolidarse, por allá de la época de Ernesto Zedillo, son solo algunos de los sembradíos cuyos dueños esperan con ansia esta temporada para recibir a miles de personas provenientes de Ciudad de México, Naucalpan, Toluca y otros municipios aledaños. Por el éxito que ha representado esta actividad, comunidades vecinas como San Miguel Mimiapan -donde ya hay 15 plantaciones- pasan todo el año cuidando de los árboles de hasta dos metros que crecen, tal y como la naturaleza se los permite, aunque con ciertas restricciones para caber y verse bonitos en los hogares de las personas. 15 años en el negocio familiar Por años, la siembra de maíz siempre fue la principal actividad en Tejocotillos, sin embargo, su devaluación fue la razón para que los pobladores cambiarán de giro, aunado a que las laderas complican su cultivo. Un árbol de Navidad se planta y con mucho cuidado se va formando; implica más trabajo que el maíz, pero es más redituable. Reyes Delfino Gutiérrez Almeida, dueño del “Ocote Chino”, pide a las personas que no los critiquen por cortar los árboles o “destruir” la naturaleza, ya que por el contrario, se dedican a cuidarlos para generar más oxígeno y conservar los bosques. “Ahorita tengo entre mil 500 y 2 mil árboles listos para vender, según el mantenimiento y el fertilizante que les pongamos salen en seis o siete años”.

Alonso, uno de sus dos hijos, asegura que la siembra debe iniciar puntualmente en mayo o junio para que la planta aproveche la temporada de lluvias y se “logre”, le den forma y sea del gusto de los clientes. “Hoy no podemos sembrarlos en otra temporada porque se secan los arbolitos, debe ser en este tiempo para que alcancen a enraizar y sobrevivan”. La falta de agua en la zona es una constante, por ello la construcción de piletas de captación que realizó el ayuntamiento, suena prometedor para resolver el problema. “De culminarlo tendremos agua para regarlos en la temporada de estiaje y durante los cinco u ocho años que tardan en crecer”. Para algunos productores, los gusanos son plagas que acaban con la belleza y fortaleza del oyamel o ave religiosa, el pseudotsuga o ayacahuite que siembran, pues los secan. Para él, solo son parte del ecosistema que impera en la zona y conviven con víboras de cascabel, camaleones, escorpiones y linceres, que proliferan entre abril y mayo por la temporada de calor. Como en todo negocio la competencia es sana, cada plantación tiene su calidad, altura y colores, de lo cual dependen los precios.

Celeridad para sembrar La Protectora de Bosques (Probosque) del Estado de México es la encargada de otorgar los árboles para su siembra y regularmente lo hace junio, empero, de acuerdo con los productores lo ideal es que los reciban en mayo para que enraícen y sobrevivan. “Los requerimos en mayo para que, con las primeras aguas de junio, sembremos. La pandemia retrasó la siembra de este año y es probable que nos retoñe en 2021, esperaremos mantenerla con agua para que no se pierda”, detalla Ricardo Gutiérrez, dueño las plantaciones “La Lomita” y “Torres de Potrero”, ubicadas en Mimiapan. Por ello, uno de los proyectos en el corto plazo es que los productores cuenten con invernaderos propios para generar su propia plata. Al igual que en Tejocotillos cambiaron el maíz por los árboles de navidad y pensaron que era menos trabajo, sin embargo, resultó todo lo contrario. “Todo el año debemos estar con la planta, no solo unos días. Trabajamos seis personas y en esta época necesitamos de más gente”. Cada árbol cortado se recupera con seis más A la fecha Xonacatlán cuenta con 61 productores de árboles de navidad, 46 están en Santiago Tejocotillos y 15 en San Miguel Mimiapan, los cuales siembran en conjunto 96 hectáreas y generan 300 empleos directos todo el año. Ventas del año pasado El año pasado dichas plantaciones vendieron más de 100 mil árboles y obtuvieron el año pasado una derrama económica de más de 10 millones de pesos. Como casa año los precios oscilan entre los 300 y los mil 500, según el tamaño de los ejemplares. Aunque la temporada de corte inició formalmente este 20 de noviembre, la mayor demanda se dará del 1 al 15 de diciembre, cuando se esperan al menos mil personas por día en todas las plantaciones. Contrario a lo que se piensa, por cada árbol que se corta, se generan seis más, con lo que se contribuye al medio ambiente y ha ubicado a Xonacatlán como principal productor de pinos en la entidad, por encima, de Amecameca.

Seguridad e higiene El gobierno municipal garantizó la seguridad en las plantaciones, por lo que habrá elementos de la policía municipal, estatal y ministerial. Además de mejorar los caminos para que sean accesibles al público, que “también podrá adquirir manualidades de ocoxal como los venados y comida de la región”, refiere el presidente municipal, Serafín Gutiérrez Morales. Asimismo, habrá filtros sanitarios y personal de protección civil para exhortar a la población a mantener la sana distancia y usar cubrebocas en todo momento. Jugoso cierre de año El olor a fresco de los pinos es inconfundible, llega hasta los pulmones y nos recuerda que ya llegó la temporada más esperada del año por los festejos, el color, las luces y la convivencia familiar. Si bien la pandemia por covid-19 ha terminado por matar las esperanzas de muchos sectores económicos, para los productores de Tejocotillos y Mimiapan es una oportunidad para cosechar los frutos de su trabajo y alcanzar al menos 15 millones de pesos en derrama económica.

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