La triple AAA y no de luchas sino de alianzas

AMLO no estará en la boleta electoral en 2021, por lo que la triple alianza podría brindar un rayo de esperanza a la gran cantidad de mexicanos que rechazamos la concentración del poder presidencial
Por el título de este texto el lector inferiría que estas líneas están dedicadas al estudio de un episodio de la historia universal protagonizada por un trío de potencias europeas hacia finales del siglo XIX. Nada más lejano a ello. Se trata de otra triple alianza: la del PRI-PAN-PRD.

El día de ayer, Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, abrió finalmente paso hacia la concreción de la alianza de su partido con el PRI y con el PRD rumbo a los comicios de 2021. Esto ha sido celebrado por una buena parte de los panistas, y en particular, por las nuevas generaciones quienes han sido testigos del avasallamiento político perpetrado por Morena en todos los órdenes y niveles del Estado.

Si bien la alianza PAN-PRD del 2018 encabezada por Ricardo Anaya fracasó estrepitosamente, con apenas el 22.2% por ciento de los votos (mismo por debajo de lo obtenido por Josefina Vázquez Mota en 2012 quien contendió en solitario) la esperanza en torno al éxito de las coaliciones ilusiona a todos a los que aspiran a derrotar al cuasi invencible Movimiento de Regeneración Nacional. No obstante este colapso en las elecciones presidenciales, el experimento aliancista podría ser exitoso en su objetivo de arrebatar a Morena escaños en la Cámara de Diputados, y quizá, gubernaturas.

La eventual conformación de la alianza de las tres principales fuerzas de oposición (PAN, PRI, PRD) podría escandalizar a un buen número de votantes, principalmente a aquellos históricamente identificados con las clásicas ideologías partidistas. Por un lado, el PAN, la agrupación fundada por Manuel Gómez Morín, contendió infructuosamente durante décadas contra el partido oficial PRI, mientras que el PRD surgió como consecuencia de las escisión del PRI, de las elecciones de 1988 y de la voluntad de personajes como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo de recuperar los ideales revolucionarios, mismos que —a su juicio— habían sido echados a un lado por el priismo neoliberal encabezado por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.

La eventual alianza PRI-PAN-PRD se antoja deseable con miras a contar con la posibilidad de presentar contra Morena un frente electoral competitivo; versus un presidente quien ha buscado incesantemente la concentración del poder en Palacio Nacional con el apoyo incondicional de sus correligionarios en el Congreso. En este sentido, la alianza debe celebrarse. Sin embargo, los claroscuros residen en la polvorización del sistema de partidos y el aniquilamiento de los ideales partidistas. Estos contras —empero— deberán ceder ante la posibilidad real de disputar al partido oficial la mayoría en la cámara baja.

Finalmente, recordemos que el presidente López Obrador ganó en 2018 con el 53% del total de los sufragios, lo que hace especular que mismo frente a una triple alianza en aquel año, el candidato de Morena habría igualmente surgido como vencedor de las elecciones. Sin embargo, AMLO no estará en la boleta electoral en 2021, por lo que la triple alianza podría brindar un rayo de esperanza a la gran cantidad de mexicanos que rechazamos la concentración del poder presidencial, y que aspiramos a combatir el populismo de Andrés Manuel López Obrador. ¡Suerte a la triple alianza!

sdpnoticias