Una lista infinita de aspirantes en Morena; solo 15 serán los elegidos

Todo indica en varios estados que la elección está prácticamente definida para muchos perfiles.
Un desfile gigantesco de aspirantes a las 15 gubernaturas que se jugarán el próximo año en uno de los ejercicios democráticos más grandes de la historia electoral de nuestro país se vivió entre nutridas porras de apoyo y respaldo cuando la algarabía se desbordó en la sede oficial del CEN de Morena.

A partir del viernes y sábado— se dejaron observar muchos rostros que, durante todo la fase previa, sonaron en calidad de favoritos a encabezar las boletas con Morena en algunas casas encuestadoras de prestigio como Alejandro Moreno ( el Financiero), Enkoll y Mitofsky; otros, simplemente desfilaron por una alfombra para engalanar su imagen y poder tomarse la fotografía con el actual presidente Nacional, Mario Delgado; no obstante, solamente engrosarán una larga lista que se reducirá a 4 aspirantes qué serán medidos en un sondeo final a través de la comisión de encuestas de Movimiento Regeneración.

Más allá de esta situación, varios están esperanzados en procurar un reacomodo en sus municipios de procedencia para candidaturas, reelecciones o diputaciones o, simplemente, quedarán a merced de poder ser considerados en algún tipo de negociación y consenso a fin de sumarse al equipo de campaña de los elegidos. Justamente así funciona este ejercicio desde hace mucho tiempo; muchos buscan meter ruido con el propósito de obtener dividendos o, si las prácticas que alguno que otro (a) siguen conservado el legado perredista, querrán pactar espacios o cobro de cuotas a fin de alcanzar un acuerdo de unidad.

Sin embargo, por encima de cualquier interés personal han dejado entrever o, justamente muestran seguir las reglas del juego o la contienda en el proceso previo de manera simulada, porque precisamente a penas se comprometieron y firmaron aceptar el resultado final y, a quien el sondeo favorezca para ser el candidato sin guerra sucia ni descalificación. Los suspirantes saben perfectamente que atrás a quedado la vieja pedagogía de los partidos políticos tradicionales; en Morena se tiene que respetar o inmediatamente serán bateados por el propio presidente López Obrador que, una y otra vez, ha insistido en que la encuesta constituye el único mecanismo que muestra una radiografía que incida en la proyección e intención del voto de la población.

Entonces, tendrán que disciplinarse y guardarse su orgullo para sumar a la causa y el enorme reto de conquistar las entidades.

Todo indica en muchos estados que la elección está prácticamente definida. El caso más reciente a pesar de seguir los protocolos institucionales es en Sonora, donde Alfonzo Durazo es el perfil de unidad; consideramos que desde un inicio no existió ninguna duda sobre el aspirante. Simplemente mostró ser el mejor evaluado y favorecido en las encuestas; nada tenían que hacer sus contrincantes más que sumarse y fortalecer el proyecto.

Otros de los Estados en los que parece que la definición está más que obvia son en Nuevo León, donde la exalcaldesa con licencia, Clara Luz se perfila con las cifras a su favor que revelaron una supremacía contundente. También, otra candidatura porcentualmente definida es para David Monreal en Zacatecas. Desde que inició el sondeo de aspirantes tuvo un impulso preponderante que, en términos políticos, le garantizó en anhelo con Morena. En lo que respecta a Campeche, las incógnitas asimismo se despejarán justamente cuando las proyecciones apuntalen a Layda Sansores quien arrasará según los pronósticos anticipados el territorio; igualmente el apoyo de las preferencias que posee una abrumadora ventaja, encontró solidez en Cristóbal Arias Solís en Michoacán: uno de los territorios que parece apuntar a la joya de la corona del presidente Obrador por muchas cosas de fondo. Ahí, el legislador prácticamente aseguró la candidatura porque su superioridad en los sondeos es técnicamente inalcanzable; y, en Guerrero, no tengo duda que la última encuesta de Mitofsky ratificará a Félix Salgado Macedonio como el abanderado; lo mismo en Tlaxcala, en la que Lorena Cuellar, manifestó haber alcanzado su nivel más alto en las tendencias; y por último en Baja California Sur, las señales indican que Víctor Manuel Castro se quedaría con la aspiración.

Faltan 7 que iremos analizando con detenimiento; sin embargo, lo anteriores, han demostrado estar por encima de toda la inmensa lista de suspirantes que se inscribieron para competir en la contienda interna. En Morena debe haber democracia y civilidad, asimismo apertura de participación, no obstante, me parece que se sobrepasó y exageró el número de registros. Esto puede provocar disgustos, polarización y malos entendidos; aunque repito, si realmente se autonombraron soldados de la 4T y Lopezobradoristas, deben sujetarse a las reglas del juego. Así de sencillo. Debe imperar la democracia no el chantaje ni la vanidad.

Notas finales

Ha trascendido que, a partir de que inició el periodo de destapes e intenciones, desde Palacio Nacional han dado seguimiento a los perfiles para ser evaluados y palomeados por su desempeño y lealtad con la 4T. Aquí no se trata de caprichos y experimentos; se jugarán entidades importantísimas donde debe competir lo mejor; aquellos que garanticen votos en las urnas. Por esa razón poderosa, parece inamovible la lista de aspirantes que, de ser un hecho, serán los candidatos en sus respectivos estados. Eso lo sabe perfectamente el presidente; le preocupa y ocupa. Hoy más que nunca la oposición ha rompido tapujos, estatutos y “doctrinas” y se descaró para organizarse; entonces, Morena y AMLO, deben aceitar la maquinaria para refrendar el tsunami del 2018 porque los pronósticos así los anticipan por lo menos en 14 de 15 territorios.

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