Niños y niñas presentaron aumento de entre una y tres tallas, revela un estudio; tienen temor a la socialización.

Un aumento de entre una y hasta tres tallas y la adicción a la tecnología son algunas de las secuelas que ha dejado el confinamiento a causa de la pandemia de covid-19 en niños y niñas de preescolar, primaria y secundaria, según un estudio presentado este miércoles por el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).

De acuerdo con el reporte Estado Emocional y Cognitivo de los Niños Después de 15 meses de Pandemia: Estrategias de Intervención Psicológica en el Regreso a Clases Presenciales, la indisciplina y falta de hábitos que vinieron con el encierro han derivado en hostilidad, temor a la socialización e introversión por parte de niños y niñas.

En términos generales, los niños presentan índices muy altos de sedentarismo y un muy bajo aprovechamiento escolar. La interacción social con sus pares fue muy limitada y en casi todos los casos tuvieron un reacomodo en el área familiar, que atañe a una mayor interacción con sus padres, pero igualmente un relajamiento claro en la disciplina, pérdida de hábitos y una notable tendencia al uso de la tecnología”, explicó Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.

En conferencia de prensa virtual, Susana Salazar Gómora, coordinadora del CEEPI, detalló que en el área de desarrollo físico los niños tuvieron que suspender todas las actividades extraescolares como futbol o natación, por ejemplo, lo que provocó que tuvieran un exceso de peso, además de que presentaron alteraciones del sueño y de alimentación.

Si bien comenzaron a utilizar la tecnología para fines académicos, agregó que terminaron usándola más para actividades lúdicas y de ocio, y hasta el 45% estarían teniendo un problema de adicción

El estudio realizado por el Centro, en el que se evaluaron a 600 alumnos de educación básica, principalmente de escuelas particulares (90%), encontró que los alumnos tuvieron un aprendizaje pobre, y las clases en línea les resultaron aburridas.

Entre los hallazgos del estudio, presentado en medio del regreso a clases presenciales, se encuentran que los niños se han vuelto dependientes y no consolidaron su autonomía de acuerdo a su edad como consecuencia del aislamiento.

Asimismo que los dispositivos electrónicos se tornaron como cuidadores y acompañantes de los niños lo que debe regularse de forma urgente.
Excélsior.