“El riesgo de guerra en Europa es ahora mayor que nunca en los últimos 30 años”

El diálogo con Rusia acaba con más amenazas del Kremlin

La tercera ronda de contactos diplomáticos entre Rusia y Occidente para intentar neutralizar el riesgo de conflicto ha acabado con nuevas amenazas de guerra. El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, avisó de que “parece que el riesgo de guerra” en Europa “es ahora mayor que nunca en los últimos 30 años”. Rusia alegó que aún hay tiempo para la diplomacia, pero que sus expertos militares estaban preparando opciones en caso de que las tensiones sobre Ucrania no pudieran calmarse.

Tras las reuniones de esta semana en Ginebra y en Bruselas, que han puesto de manifiesto las divergencias entre los interlocutores, el diálogo ha encallado definitivamente en el consejo permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Rusia quiere trazar “líneas rojas” para evitar que la alianza admita a Ucrania como miembro o que EEUU la use suelo ucraniano como base de misiles. Y sostiene que la admisión de 14 miembros de la antigua esfera comunista durante las últimas décadas es una amenaza para su seguridad nacional.

El embajador de Estados Unidos, Michael Carpenter, dijo tras las conversaciones con Rusia en Viena que Occidente debería prepararse para una posible escalada de tensiones con Moscú. “Los tambores de guerra suenan fuerte y la retórica se ha vuelto bastante estridente”, dijo a los periodistas. Se refería a las amenazas del embajador ruso ante la OSCE, Alexander Lukashevich: “Si no escuchamos una respuesta constructiva a nuestras propuestas dentro de un plazo razonable y continúa el comportamiento agresivo hacia Rusia, tendremos que tomar las medidas necesarias para garantizar el equilibrio estratégico y eliminar unas amenazas inaceptables a nuestra seguridad nacional”.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Riabkov, dijo que las reuniones anteriores habían demostrado que hay un “callejón sin salida o una diferencia de enfoques”, y que no ve razón para sentarse nuevamente en los próximos días para retomar estás discusiones. Según declaró a la televisión RTVI, asesores militares rusos están brindando opciones al presidente Vladimir Putin en caso de que la situación en torno a Ucrania empeore. Riabkov incluso comentó la posibilidad de desplegar infraestructura militar de Rusia en países fuera de Europa, como Cuba o Venezuela. “No quiero confirmar nada ni descartar nada”, señaló. “Al estilo americano, la discrecionalidad de la política exterior y militar es la piedra angular para asegurar la influencia de ese país en el mundo. Todo depende de las acciones de los colegas estadounidenses”, aseveró Riabkov.

Rusia y Occidente acumulan meses de acusaciones cruzadas. Desde Moscú denuncian que los países de la OTAN, entre ellos Estados Unidos, han acumulado en los últimos años tropas y sobre todo misiles, cerca de las fronteras rusas. Moscú quiere garantías de que Ucrania no se unirá a la OTAN. Washington rechaza esas demandas, pero está dispuesto a hablar sobre control de armas, despliegue de misiles y medidas de fomento de la confianza para superar uno de los momentos más tensos en las relaciones con Moscú desde la Guerra Fría.

Los estadounidenses han denunciado un supuesto plan de Rusia para intervenir de nuevo en Ucrania, algo que Moscú califica de absurdo. Rusia exige a EEUU y a la OTAN, en su conjunto, garantías vinculantes de que no colocarán misiles cerca de sus fronteras, en particular en Polonia y Rumanía. Pero para eliminar esas ‘amenazas’ que Rusia denuncia, hay mucho que desandar. Washington cuenta ya con una base militar en la localidad polaca de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado. Y tiene otra en el poblado rumano de Deveselu, a unos 600 kilómetros de la península de Crimea, la última ‘adquisición’ de Rusia tras su ocupación y anexión en 2014.

El viceministro ruso Riabkov se mostró preocupado por la integridad de las fronteras de su país, donde “podría haber cualquier provocación”, especialmente cuando Rusia tiene “vecinos como la actual Ucrania, que se deleita con ilusiones de venganza, que está buscando razones para finalmente abandonar la implementación del paquete de medidas de[l acuerdo de paz de] Minsk y que especula con el apoyo imprudente y desenfrenado de Occidente”. Aun así, cree que se debe dar una oportunidad a la diplomacia. “Debo reiterar que el diálogo todavía está en marcha en muchos niveles y en muchas direcciones”, dijo Riabkov.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, también apostó por seguir hablando, pero señaló a Moscú: “Creo que la única forma en que los rusos pueden confirmar que no tienen intención de resolver los problemas por la fuerza es continuar la discusión en los formatos establecidos, en particular en la OSCE”.