Argelia Matus expresa en su obra la poderosa carga identitaria del cabello

En el cabello hay una carga identitaria muy poderosa, no solamente para las mujeres afrodescendientes, sino en muchas comunidades, sostiene la artista oaxaqueña Argelia Matus, quien con grafito y pastel da vida a las istmeñas de su tierra natal, algunas peinándose o trenzando, pues esta parte de la corporalidad es un elemento con el que le interesa trabajar.

“Quería hablar de la fragilidad del cuerpo, qué cuenta a partir del cabello que se nos cae; el tiempo está fijado en estas pérdidas”.

La exposición Contar el polvo de la tierra, que se exhibe en la galería de El Rule, incluye algunos de estos dibujos, así como bordados e instalaciones de tejidos con su cabello, el cual ha recolectado, guardado y utilizado como material artístico.

“Cada tarde sembraba sus cabellos; muchos años esperó para ver crecer la vida”, es la leyenda que acompaña uno de sus dibujos a lápiz, una tehuana inclinada junto a una maceta de la que surgen ramas raquíticas y un peine en su mano. Algunas de las historias que escribe Argelia las supo de mujeres que se acercaron a contarle sobre su pelo y las prácticas de sus abuelas.

Por ejemplo, después de peinarse, enterraban todas las hebras que perdían. Un señor le contó que su abuela vivía en una casa de adobe y entre los hoyitos de las paredes iba metiendo su cabello. “Todas las prácticas me parecían muy interesantes”, como la de una joven que bordaba los nombres de los enamorados sobre los pañuelos usando sus cabellos como hilos; era una actividad común entre una pareja comprometida.

“Cuentan que una tarde, mientras soplaba fuerte el viento, Benita ató su sombra con sus largas trenzas”. Esta es una de estas transformaciones poéticas que tienen raíz en la narración oral y se transforman en trazos sobre papel.

Vestidas con tradicionales enaguas y huipiles istmeños, las figuras femeninas son fácilmente identificables de la región de Tehuantepec. Aves, peces, pulpos, árboles y hojas se adhieren a la representación gráfica que hace Argelia Matus, quien explica durante la entrevista: “Me interesa mucho la vida de las mujeres que trabajan día a día, muchas veces invisibilizadas. Una característica de la mujer del istmo de Tehuantepec, como muchas otras regiones, es que son muy chambeadoras, sacan adelante a sus hijos. Por eso las que dibujo siempre están haciendo algo, atándose el cabello o transportando objetos”.

Nacida en San Francisco Ixhuatán en 1979, la artista reconoce que tiene un uso del color muy cuidado, un poco restringido. En sus dibujos, realizados la mayoría con grafito y pastel, sobresale algún elemento representativo en color, como la blusa o un animal. “Creo que obedece a que no pretendo folclorizarlos; me interesa contar más allá e intento ir al fondo. En verdad contar la vida”.

Argelia Matus se formó en la Escuela de Bellas Artes en la capital oaxaqueña; ha desarrollado su obra en el ámbito de la pintura, el dibujo, la experimentación textil y el diseño con jícaras de morros. También, explica, “me gusta la escritura como acompañante en las imágenes”.

Ha recuperado memorias de sus dos abuelas, como un homenaje a quienes vio haciendo lo que les correspondía en su época. Otras las inventó a partir de referencias. “De pronto utilizó poesía, a veces ocurre que leo un poema y a partir de ahí creo una imagen. O viceversa, después del trazo, enloquecidamente busco un poema”.

La exposición Contar el polvo de la tierra incluye textiles intervenidos con bordados de cabello, que lucen entre algunos de sus dibujos.

“Hace unos 15 años empecé a juntar el cabello que se me caía después del baño”. Ha encontrado a otras creadoras que también lo utilizan como material: “De pronto te topas que hay un interés de artistas, porque creo que siempre estamos remitiéndonos a nuestro cuerpo y el cabello es un elemento que refleja la totalidad en el ser humano. Empecé a hacer las primeras piezas en 2013 o 2015, como un elemento que requiere mucha paciencia para trabajar; lleva mucho tiempo”.

En ese momento se trató de una búsqueda muy íntima de abordar su historia y de entender su cuerpo, para comprender la enfermedad, el proceso de curación y comprender que cuando estás muy enfermo es cuando más te aferras a la vida”.

El Rule Comunidad de Saberes se ubica en Eje Central Lázaro Cárdenas. La muestra, de entrada gratuita, concluye el 24 de abril.