Tradición que sobrepasa a la muerte

Solamente se permite el acceso cada 24 de agosto durante la fiesta para San Bartolomé Apóstol.

Hueypoxtla.- Como se acostumbraba en el medievo cuando se guardaban los cuerpos de los mártires en cámaras bajo el suelo de iglesias, en la parroquia de San Bartolomé Apóstol fundada en 1593 en Hueypoxtla se construyeron 72 criptas subterráneas donde conservan restos de difuntos, que se calcula datan de la primera mitad del siglo XIX.

Luis Córdoba Barradas, arqueólogo e investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comentó que el pueblo sabía la existencia de las criptas por vox populi, pero fue en la década de 1922 cuando se hicieron obras para cambiar el piso -que era de tarima por mosaico- cuando se encontró el acceso a los túneles.

El experto consideró que las criptas se construyeron en la primera mitad del siglo XIX y después de ocuparse todos los lugares las sellaron, “pero gente de la segunda mitad de ese siglo, sabía de su existencia porque ahí estaban sus papás o abuelos y se iba transmitiendo ese conocimiento de generación de generación”.

Luego de que fueron reabiertas en 1922 las volvieron a sellar, pero 30 años después el párroco de esa época las volvió a abrir: “Ha sido más de una vez que por curiosidad han reabierto el acceso, pero hubo quienes perforaron las tapias, tal vez para ver qué había dentro y solo hallaron restos de los difuntos” y por ello se determinó que solamente se permitiría el acceso cada 24 de agosto en la fiesta a San Bartolomé Apóstol y por cinco horas.

Fernando Rodríguez Rueda, integrante de la Comisión Diocesana de Arte Sacro del Obispado de Cuautitlán, informó que en septiembre del año 2008 -a petición del presbítero Luciano Vanegas García- requirieron que personal de Salvamento Arqueológico del INAH realizará una visita a las criptas, porque se realizarían trabajos de restauración en la parroquia y se requería de su autorización y asesoría.

Precisó que la entrada de la cripta se encuentra en la nave del templo, cerca de la parte baja del coro, donde hay una escalinata estrecha que baja nueve peldaños, conduce a sendos túneles que corren a lo largo del templo.

En los muros de los túneles es donde se encuentran las criptas, formadas a manera de nichos, en grupos de tres: una arriba, en medio y abajo, ésta última al ras del suelo.

Muchas de las bóvedas están selladas con muro de piedra y lodo, y aplanado de cal, pero algunas fueron abiertas por personas hace muchos años, señaló el prelado.

Un poco de historia

Córdoba Barradas comentó que en la Catedral de la Ciudad de México también tiene la cripta de los arzobispos que se encuentra debajo del Altar de los Reyes, construida en 1937 y a pesar de tener relativamente poco tiempo, guarda los restos del primer arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, quien murió en el año de 1548.
Milenio.