Rescatando “mafiosos”

Es inaudito que los mexicanos tengamos que salir a cubrir los costos del rescate de los 65 mineros atrapados desde el 2006 en Pasta de Conchos, Coahuila.

Absurdo, porque el costo de ese justo acto de humanidad le correspondería a Grupo México y a su presidente Germán Larrea, los dueños de la mina.

Ese fue al menos el acuerdo que el gobierno de la Cuarta Transformación dio a conocer el lunes pasado y en el que se anunció que la Comisión Federal de Electricidad estaría a cargo del rescate que el grupo usufructuario de la mina jamás aceptó.

Dijeron que será un rescate que quizás lleve tres años y que de acuerdo al reporte oficial tendrá un costo de 75 millones de dólares.

Lo están visitiendo como un proceso de extracción de carbón con olor a rescate. Que esas decenas de millones de dólares saldrán de la extracción del carbón que empleará la CFE. Pero costos son costos.

Por supuesto que nadie que se precie de tener un gramo de sensibilidad y de humanidad podemos rechazar el que se rescate a esos 65 mineros, para que sus familias les puedan dar cristiana sepultura.

Pero, ¿en calidad de qué el gobierno de la Cuarta Transformación le va a hacer este “paro” a Germán Larrea, identificado como el tercer hombre mas rico de México, de acuerdo a la revista Forbes, con una fortuna estimada en 11 mil millones de dólares?

Es por demás incongruente que el presidente Andres Manuel López Obrador fustigue la rapacidad, el egoismo y la falta de sentido social de algunos de los mexicanos que mas tienen.

Y que lejos de exigir a Grupo México y a Larrea que cumplan con lo que el decoro empresarial y sobre todo lo que la Ley les demanda, tengan ya 14 años sin responder al justo reclamo de las madres, esposas e hijos de esos mineros muertos en un accidente laboral.

No olvidemos que la condena sobre Grupo México y Larrea se puso todavía mas en evidencia, cuando un accidente minero similar al de Pasta de Conchos ocurrió en el 2010 en la mina de San José en Chile.

En aquel accidente quedaron atrapados 33 mineros a una profundidad de 720 metros, 200 mas que en la mina mexicana.

Pero a diferencia del desdén de Grupo México y de Larrea, la empresa minera y el gobierno chileno asumieron el rescate que duró 70 días. Todos los mineros atrapados fueron rescatados con vida. Una lección de vida.

En México fue evidente la negligencia y la complicidad con la que operaron la empresa minera y el gobierno del entonces presidente Vicente Fox. No lucharon, se rindieron.

La explosión en Pasta de Conchos ocurrió el 19 de febrero del 2006 y apenas seis días después –el 25 de febrero- decretaban que no existía posibilidad alguna de que los mineros estuvieran vivos. Claudicaron.

Hoy, dos sexenios después, no es ni Grupo México ni Larrea quienes salen a enfrentar su tardía responsabilidad, sino el gobierno de la Cuarta Transformación a través de la CFE.

¿Por qué esos 75 millones de dólares no salen de la bolsa de Grupo México o de Larrea, si apenas significan el .6 por ciento de su fortuna construída sobre el trabajo de esos 65 y otros miles de mineros, gracias a una concesión que detentan del Estado mexicano?

Pero sin duda lo que mas llama la atención es que sea el gobierno del presidente López Obrador el que salga a poner cara por Grupo México y Larrea.

Sobro todo cuando en su libro “La Mafia que se Adueñó de México y el 2012”, el ahora inquilino de Palacio Nacional colocaba a Larrea como tercero en su lista de esa mafia.

En ese libro López Obrador se refirió a Germán Larrea diciendo: Es “uno de los hombres mas insensibles y de malas entrañas de la vida pública del país”.

A ese hombre insensible y de mala entraña, miembro dilecto de la llamada Mafia del Poder, hoy se le enmienda la plana.

O sea que estamos rescatando a “la mafia del poder” con cargo a nuestros impuestos.
MSN.