El accidente del Metro, ¿talón de Aquiles para el gobierno?

Dedico con afecto y cariño esta columna a un buen amigo: Manuel Andrade Díaz.

Lo expuesto por la bancada del PAN en la Comisión Permanente, en que pide hacer un exhorto al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con el fin de se separen de sus respectivos cargos y ponerse a disposición de las autoridades correspondientes, con la finalidad de deslindar responsabilidades en relación con los hechos en la estación Olivo de la Línea 12 del Metro.

Este exhorto es una total aberración, debido a que deja ver el interés que tiene ese partido para tratar de afectar a los dos probables candidatos de Morena a la presidencia de la República. Su interés no es el de buscar justicia sino de bajarlos de la sucesión presidencial.

Este accidente en el Metro de la ciudad de México pudo afectar sin lugar a duda, la carrera de estos dos políticos en la ruta que pretenden de buscar la ampliación del proyecto de nación que hoy trae el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo ocurrido en esa estación del metro dio cabida a que algunos o muchos medios de comunicación hallen un punto de convergencia para incluir desde ahora en sus respectiva agendas acciones de aquí al 2024 para que estos dos personajes sigan permaneciendo en la mente de la gente.

Cada medio hará que su estrategia mediática lo que mejor le funcione esto de acuerdo con sus intereses ¿Pero hasta donde puede durar este efecto que hoy se da por este lamentable accidente?
Nadie puede predecirlo, pero lo que hoy se si ve, es que el tema tiene mucha tela de donde cortar, sobre todo, por la instrucción presidencial dada de llegar hasta la ultimas consecuencia en las investigaciones que ordenó hacer, y si estas, son obedecidas.

 Y es que la gente aún sigue dolida y molesta y confía en la respuesta del gobierno, que es la de castigar a los culpables que participaron en la realización de la obra que, por las anomalías en su construcción, causaron el desplome de ese tramo con su trágica consecuencia.

Hay que reconocer que el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, supo sortear la crisis de medios de inmediato y se le adelantó esa misma noche con unas frases que antepuso ante lo que se preveía que sucedería, serias acusaciones y críticas en su contra por haber sido el jefe de gobierno cuando se realizó la construcción de la hoy complicada Línea 12 del Metro.

Las palabras que dijo de ponerse a disposición de las autoridades para cualquier investigación al respecto desbarataron cualquier acusación al respecto y demostró con ello la experiencia y las tablas que trae el ex jefe de gobierno de la CDMX. 

Claudia Sheinbaum no se quedó atrás y de inmediato se hizo cargo como jefa de gobierno del delicado asunto y tomó bajo su responsabilidad, de inmediato ordenó hacer las acciones pertinentes para que se investigara las causas y el origen de lo que provocó este letal accidente.  

El pasado martes por la noche se dio a conocer que la jefa de gobierno dio instrucciones de comenzar las investigaciones con especialistas de otros países en la materia, para diagnosticar las causas del accidente en las diversas etapas de esta construcción de la línea del Metro. Además, informó que los tiempos y los costos de esta investigación serán dados a conocer con total transparencia.

Ambos, hay que decirlo, estuvieron a la altura de su rol como funcionarios, pero la irritación de la gente en su momento fue en aumento por causas fuera de su control.
Por ello, en un comentario anterior hecho en esta agenda, platicábamos de este tema en que estaba de por medio el cambio de gobierno en el 2024 y no nos equivocamos.    

Esta crisis consideramos, no fue bien manejada por el mandatario federal debido a que no asumió desde el inicio, su papel de empatía con los familiares de los deudos, y que conste, no era la de buscar la foto en ese escenario, era el de llegar al sitio esa misma noche en que ocurrió la desgracia y mostrarse sensible y solidario como cualquier ser humano ante una desgracia como la vivida.

No se le exigía más. Lo dejó para el día siguiente y desde el palacio nacional escuchamos su errónea expresión, innecesaria a todas luces, que lo mostró como un ser frío en este ambiente de dolor y de sorpresa.

Esta fue la razón por la que no se pudo controlar a tiempo ese error de comunicación que hizo que creciera en forma incontrolable las críticas hacia su imagen presidencial hasta fuera de ese contexto, sin nadie que pudiese remediar desde el interior del gobierno, la caída de aceptación social hacia el presidente.

Fue indefendible y prácticamente la agenda de medios desde palacio nacional no tuvo las herramientas necesarias, tal como ha sido desde hace tiempo y lo poco que hicieron, fue inútil en todo sentido.

Simplemente no le funcionó porque salió del ámbito de control que solamente, en exclusiva, maneja el presidente.

Por esta razón, es necesario que la política de comunicación social de las instituciones de cualquier nivel, sean consideradas como parte de la política porque en ella se crean un conjunto de opiniones por las decisiones, objetivos e instrumentos que se deben de informar a la población.

Caso contrario,sucede lo que el actual gobierno experimentó en este suceso. La falta de relaciones con el poder afectará sin duda alguna a los protagonistas de la política y esto que ocurrió fue solo un claro ejemplo de que este rompimiento con la prensa no ha dejado nada bueno para ninguna de las partes.