Carta abierta a la comunidad universitaria de la UV y al pueblo veracruzano en general
DR. SARA LADRON DE GUEVARA
RECTORA DE LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA
La elección del rector de nuestra máxima casa de estudios de los veracruzanos constituye un hecho fundamental para las y los veracruzanos, la historia moderna de Veracruz está ligada a la existencia de la Universidad Veracruzana, llamada nuestra Alma Mater, puesto que un número de significativo de profesionistas ha egresado de la UV e integran la mano de obra calificada que sostiene el aparato productivo, la innovación, y la creación de nuevos conocimientos que abonan y están abonando al crecimiento y desarrollo de Veracruz en las distintas áreas públicas y privadas, por lo que ocurre en la Universidad Veracruzana, su crecimiento, su calidad educativa, su respuesta y lucha por la integración global con que se mide la calidad educativa de una Universidad como son el impacto, apertura y excelencia.
Desde su creación el 11 de septiembre de 1944 la UV ha representado la cara visible de la generación de conocimiento, el desarrollo regional, y la educación de calidad de miles de veracruzanos, y esto la ha llevado actualmente a ocupar un lugar significativo dentro del concurso de universidades en México, posicionándose en el ranking mundial en el número 1419, y a nivel local, a ocupar el 10° lugar de las mejores Universidades tanto públicas como particulares de México, tan sólo detrás de la UNAM, Cinvestav del IPN, Tec de Monterrey, IPN, UG, UAM, BUAP, UANL, y UASLP, de un total de 5 mil 535 instituciones de educación superior que existen en México.
Su destacado rectorado al frente de la UV es innegable, haciendo una labor de apuntalar la UV como un referente en México de un Universidad con calidad educativa, no obstante, tanto Usted como mucho sabemos que falta muchísimo por avanzar aunque se está en el camino correcto, posicionar a la UV dentro de las tres mejores universidades de México, interconectar la docencia con la investigación y la extensión, retomar su compromiso social, y fundamentalmente, en estos tiempos, adaptar la UV a los nueva normalidad.
Es un hecho que la elección del nuevo rector(a) de la UV es un hecho trascendental que exige transparencia en los criterios de selección por parte de la Junta de Gobierno, canales auténticamente democráticos que permitan que realmente la opinión de los universitarios tanto estudiantes como docentes cuente, y propuestas de parte de los aspirantes, innovadoras, originales y auténticamente académicas.
Desafortunadamente éste proceso de elección ha sido cuestionado por la ausencia de los tres criterios antes expuestos en el párrafo anterior:
Uno.- Ausencia de transparencia de los criterios de selección por parte de la Junta de Gobierno.
Dos.- Ausencias de canales auténticamente democráticos que permitan que realmente la opinión de los universitarios tanto estudiantes como docentes cuenten para la selección del rector.
Tres.- y falta de propuestas de parte de los aspirantes, innovadoras, originales y auténticamente académicas.
En este proceso de elección por parte de los 9 integrantes de la junta de gobierno de la UV, se ha abierto un impasse de declaraciones variopinto, ninguna ni ningún de los aspirantes ha presentado algo original y todos han descubierto el hilo negro hablando del lugar común.
Con el probado plagio y auto plagio de los tres finalistas, que por cierto en ningún momento la Junta de Gobierno emitió los criterios de su decisión para la elección de ésta terna.
Lo malo de dejar en manos de unos poquísimos jueces la decisión de quién es el más apto para ocupar el cargo de rector de la Universidad Veracruzana deja mucho que desear, porque creo que pensando en los tiempos actuales que vivimos, sería bueno que la comunidad universitaria pudiera tener más voz y voto en tan importante responsabilidad, pero no es así, los prejuicios nos persiguen, el pseudo miedo a la politización de tal decisión, como si pudiéramos garantizar que esos jueces están exentos de no hacerlo, por lo que es mejor apostar a que la decisión sea tomada por la comunidad universitaria en pleno a través de conocer las propuestas de los aspirantes, y con esa información formar el criterio para decidir el idóneo.
Pero las reglas del juego tienen buen tiempo que fueron concebidas así, aunque creo parte de un prejuicio, y no de una realidad, que la comunidad Universitaria de la UV tiene la suficiente madurez académica y moral para hacerse con tal responsabilidad, como sucede en muchísimas universidades públicas en el mundo de países que llamamos del primer mundo.
Ante esa irregularidades y errores de la Junta de Gobierno, que, por cierto, le sale muy caro a la UV tan sólo por su papel de elegir al rector de la Universidad Veracruzano, y pensando en los nuevos tiempos democráticos y de transformaciones necesarias que necesita México y Veracruz, le convoco a detener el daño que puede causarle a su prestigio, calidad y viabilidad de desarrollo el mal proceso de la elección del nuevo rector de la UV, a través de:
Uno.- Detener el proceso de elección de rector de la UV.
Dos.- Convocar a un Consejo Universitario extraordinario donde se discuta la pertinencia de continuar con la Junta de Gobierno como el instrumento “democrático” para elegir al rector de la UV.
Tres.- Democratizar la elección del rector de la UV
Pensando en que las Universidades es el estadio de las ideas, el conocimiento, y la verdad, espero que esta humilde opinión de un egresado y mimbro de la Universidad Veracruzana, pueda ser tomada en cuenta por el bien de México, por el bien de Veracruz y por el bien de la Universidad Veracruzana.
LENIN TORRES ANTONIO
Egresado titulado de la Licenciatura en Filosofía de la UV, y de la Maestría en Teoría Psicoanalítica de la UV.