Nuevo ciclo escolar para todos, pero principalmente para los pobres

A propósito de las palabras del Gobernador de Veracruz y la presencia de la Secretaría de Educación Pública.

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

Todavía vivimos en una sociedad clasista, en una sociedad que no tan sólo está dividida entre la inmensa mayoría de mexicanos en pobreza y situación límite para llegar a fin de quincena, y la minoría rica y privilegiada por los regímenes políticos conservadores, sino también en una sociedad que mira de reojo y con recelo a los pobres y desprotegidos, los que fueron los últimos en ser atendidos por los gobernantes, hasta la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder público, quien es el primer presidente que su prioridad desde que comenzó a gobernar ha sido los más necesitados, los pobres y marginados, y quien en lugar de llenar las bolsas de los medios de comunicación y acrecentar las riquezas de la clase empresarial, ha tomado la justicia social como estandarte de lucha política y quien libra una lucha contra el conservadurismos que intenta regresar a sus viejas glorias de corrupción y privilegios para los que más tienen.

Si leemos desde ese contexto de una sociedad clasista y desigual, cobran relevancia y sentido las palabras dichas por el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, acompañado por la Secretaría de Educación Pública la Delfina Gómez Álvarez y de Educación en Veracruz Zenyazen Escobar García, al dar inicio del ciclo escolar 2021-2022 presencial en Veracruz:
“No podíamos dejar de evaluar cómo estaban aprendiendo algunos niños, niñas y jóvenes en sus casas, no podíamos cerrar los ojos al daño que se estaba provocando fuera de las aulas y el ambiente escolar, sobre todo a los miles que más necesitan de la escuela”.

“La pandemia visualizó más la injusticia, porque el niño que menores recursos tenía para adaptarse a la educación a distancia era quien más necesitaba de la escuela para superar su pobreza.”

“No podemos reproducir un sistema educativo injusto que solo privilegia el conocimiento para la élite, que tiene y tuvo mejores condiciones para aprender.”

Palabras oportunas para recordarnos en qué país todavía vivimos, y que la clase política conservadora se empeña en obviar y olvidar que fueron los responsables de ese México sin justicia social y sin igualdad, quienes todavía profesan la defensa a ultranza de la clase privilegiada que siempre ha sido beneficiada por los regímenes anteriores neoliberales ineptos y corruptos.

Quienes ha utilizado no tan sólo el sufrimiento y los lamentables muertos por la pandemia del coronavirus, sino también, el regreso a clases como un arma de lucha contra el gobierno progresista de AMLO y Cuitláhuac García, quienes hitlerianamente han usado los medios de comunicación que todavía controlan, para hacer ese tipo de campañas inmorales y falsas; y no cansarse de sus intentos de infundir miedo y terror con falsos argumentos.

El regreso a clases de nuestros hijos e hijas era impostergable, por un lado, por el daño que se le estaba haciendo en su preparación académica, y, por ende, a México y a Veracruz, y por el otro, como bien lo señala el gobernador de Veracruz, principalmente, por quienes no tienen acceso a los instrumentos de la era digital que estos tiempos de la nueva normalidad exigen para la educación a distancia, y que son la mayoría de nuestros hijos e hijas veracruzanos.

No podemos tapar el sol con un dedo, sabemos que nuestros hijos debían regresar a clases y que tenemos que apostar a las medidas preventivas de higiene y sana distancia, a la nueva normalidad, cuando menos mientras no se tenga el control de la pandemia del coronavirus, llegó para quedarse, y así lo están haciendo en todos los países del mundo, pero también hay que denunciar la asquerosa guerra sucia de la oposición contra AMLO que no duda en llevarse entre las patas a quien fuese, en este caso a nuestros niños y niñas, con tal de dañar políticamente a AMLO, y eso no se vale, porque viene de esa clase social que todavía no ha sufrido la desigualdad, que todavía ve a los pobres desde arriba, y quienes han vivido de la política y quieren seguir viviendo de ella.

Mientras no tengamos una oposición consciente a la altura de lo que México necesita, México no podrá salir de sus problemas graves que le laceran su vida en sociedad, la violencia, la pobreza, la desigualdad, la falta de educación de calidad, entre otros.

Esa oposición conservadora, o bien, tenemos que mantenerla “en el patíbulo” de la exclusión, y no permitirle volver al poder público porque sus intereses son privados y personales, y no representan los intereses de los pueblos de México, y mucho menos, de nuestros niños y niñas; o bien, esa oposición tendrá que rectificar y separar la agenda general donde todos debemos echar para delante (la violencia, la pobreza y la desigualdad), de la particular, donde es legal y justo que presenten sus alternativas de nación desde su posición ideológica para competir en representar y gobernar a los mexicanos.

La guerra sucia tiene que parar, la clase económica debe entender que no puede haber dos clases sociales en México, y los medios de comunicación entrampados en la lucha por el poder político deben rectificar, y ver su importante labor en la consolidación democrática, su papel ético y profesional de no tomar partido ni ser cómplices de esa guerra sucia.
Aunque parezca un Perogrullo, la educación es la única forma de salvar a México.

Hago un paréntesis para destacar que la presencia de la Secretaría de Educación Pública en Veracruz, la Mtra. Delfina Gómez Álvarez revela la importancia que representa Veracruz para el gobierno federal, bien por el trabajo del gobierno de la 4T en Veracruz.

Bienvenido el ciclo escolar 2021-2022, seamos obsesivos en las medidas preventivas, no tenemos las riquezas de otros países, pero sí voluntad de salir adelante los mexicanos.