OCDE-FAO: Los sistemas agroalimentarios mundiales deben transformarse para alcanzar los ODS en 2030
Las Perspectivas agrícolas de la OCDE-FAO presentan tendencias de producción, consumo, comercio y precios para el próximo decenio.
El informe presenta las tendencias que guiarán a los mercados alimentarios y agrícolas durante los siguientes 10 años.
Se presento el nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura, FAO en México y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE: Perspectivas agrícolas de la OCDE-FAO.
La publicación Perspectivas agrícolas 2021-2030 es fruto de la colaboración entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Reúne los conocimientos especializados ―sobre los productos básicos, las políticas y los países― de ambas organizaciones, así como aportaciones de los Estados Miembros colaboradores, con el objetivo de proporcionar una evaluación anual de las perspectivas de los mercados de productos básicos agrícolas nacionales, regionales y mundiales en el próximo decenio.
Garantizar la seguridad alimentaria y una dieta saludable para una población mundial creciente seguirá siendo un desafío. Se prevé que la demanda mundial de productos agrícolas -lo que incluye aquellos utilizados como alimentos, piensos, combustibles e insumos industriales- crezca un 1,2 % anual durante el próximo decenio, aunque a un ritmo anual más lento que durante el decenio anterior. Según las previsiones, las tendencias demográficas, la sustitución de la carne de ave por carnes rojas en los países ricos y en muchos países de ingresos medianos, y el auge del consumo per capita de productos lácteos en Asia meridional determinarán la demanda futura.
“Las Perspectivas agrícolas 2021-2030 de la OCDE-FAO se ofrece a los responsables de la formulación de políticas una evaluación de consenso de las perspectivas a lo largo de los próximos 10 años para 40 productos agrícolas y pesqueros principales en los planos regional, nacional y mundial, y se analizan los factores del rendimiento de los mercados agroalimentarios, lo que ayuda a fundamentar los análisis y la planificación prospectivos en materia de políticas. Las proyecciones de referencia de las Perspectivas describen las tendencias previstas sobre la base de las políticas existentes, destacando las esferas en las que se requiere un esfuerzo adicional para cumplir los ODS”, comentó Roberto Martínez Director del Centro de la OCDE en México para América Latina.
Según Sergio René Araujo Enciso, Economista de la FAO y Hubertus Gay, Experto de la División de Comercio Agroalimentario y Mercados de la OCDE, en su presentación del informe compartieron algunos de los siguientes hallazgos de la región de América Latina y el Caribe:
La región representa alrededor del 8,5% de la población mundial.
Se espera la población incremente en 58 millones para 2030 incrementando los niveles de urbanización alrededor del 84%.
La pobreza se concentra en las áreas urbanas sin embargo esta también persiste en las zonas rurales.
La región fue fuertemente golpeada por la pandemia en 2020 con una contracción de hasta el 8.4% en el PIB per cápita.
Se estima que la pobreza extrema en la región incrementó en alrededor de 16 millones de personas, lo que supone un riesgo para la seguridad alimentaria.
Se estima que el PIB per cápita incremente en promedio 1.5% al año durante la próxima década.
Los gastos en alimentos representan alrededor del 13% de los ingresos de los hogares, lo cual supone un alto riesgo ante fluctuaciones en los precios de alimentos y las variables macroeconómicas como los tipos de cambio.
La región representa el 13% del valor mundial de la producción agrícola y el 17% de las exportaciones del sector agropecuario.
El comercio seguirá siendo un importante factor que contribuye a la expansión de la producción agrícola debido a las exportaciones, en particular a China.
La región es también un importante socio comercial de los Estados Unidos de América y la Unión Europea.
El sector agrícola en la región se ha mostrado resiliencia a las interrupciones en las cadenas de abasto que se han suscitado en otros sectores y alrededor del mundo.
Por su parte, Lina Pohl, Representante de la FAO en México, mencionó: “Hay mucho trabajo por hacer de forma conjunta para alcanzará el objetivo hambre cero y a tener acceso a dietas saludables para las personas y de acuerdo con la comentada publicación, se estima que el promedio de disponibilidad de alimentos por persona en el mundo crezca un 4% en los próximos 10 años, hasta alcanzar algo más de 3,025 kcal/día en 2030. El futuro de la alimentación está en nuestras manos hacia una mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor para todas y todos”.
La clave es el crecimiento sostenible de la productividad
A nivel global, la mejora de la productividad será fundamental para alimentar de forma sostenible a una población mundial cada vez mayor, que se prevé que alcanzará los 8 500 millones de personas en 2030. De los incrementos de la producción mundial de cultivos previstos para 2030, se estima que el 87 % procederá del aumento del rendimiento, mientras que el 6 % se deberá a la expansión del uso de las tierras y el 7% al aumento de la intensidad de los cultivos. Del mismo modo, se espera que una gran parte de la expansión prevista de la producción ganadera y pesquera sea el resultado de aumentos de la productividad. Sin embargo, también se espera que la ampliación de los rebaños contribuya significativamente al crecimiento de la producción ganadera en las economías emergentes y en los países de ingresos bajos.
El comercio seguirá siendo fundamental para la seguridad alimentaria, la nutrición, los ingresos agrícolas y la lucha contra la pobreza rural a nivel mundial. En promedio en todo el mundo, alrededor del 20 % de lo que se consume en cada país es importado. De cara a 2030, se prevé que las importaciones representen el 64 % del consumo interno total en la región de Cercano Oriente y África del Norte, mientras que se espera que la región de América Latina y el Caribe exporte más de un tercio de su producción agrícola total.
Se prevé que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura aumenten un 4 % en los próximos 10 años, sobre todo debido al aumento de la producción ganadera, a pesar de que se espera que las emisiones por unidad de producción -la intensidad de carbono de la producción- disminuyan en gran medida durante el período.
Aunque las Perspectivas se centran en las tendencias a medio plazo, una amplia gama de factores puede generar condiciones para fluctuaciones de precios a corto plazo en los mercados agrícolas. Por ejemplo, la evolución de los mercados energéticos, que afecta los precios de los insumos, y la mayor volatilidad de los precios de los cereales, asociada a la creciente cuota de mercado de algunos países, contribuyen a las diferencias entre los precios previstos y los precios observados.