América Latina y el Caribe toma acciones para mitigar el impacto de desastres
Iniciativas de la FAO en Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y San Vicente y las Granadinas están reduciendo el riesgo de desastres y mitigando su impacto en la agricultura.
La agricultura uno de los sectores más impactados por desastres vinculados al clima en la región: según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los productores de los países menos adelantados y de ingresos bajos y medios, absorbieron el 26% del impacto global causado por los desastres de mediana y gran escala ocurridos entre el 2008 y el 2018.
Para hacer frente al desafío, la FAO ha dado apoyo a los gobiernos de Paraguay, Colombia, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, y San Vicente y las Granadinas para que implementen acciones anticipatorias –medidas que se toman antes de que ocurra un desastre– con foco en pequeños productores, mujeres, jóvenes y pueblos indígenas.
“La acción anticipatoria, de corto plazo, debe basarse en esfuerzos de construcción de resiliencia a más largo plazo, para acelerar el progreso y maximizar los esfuerzos y avanzar hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes”, dijo Anna Ricoy, Oficial del Riesgo de Desastres de la FAO en la región.
Estudios de la FAO muestran que, por cada USD 1 invertido en una acción anticipatoria, los hogares pueden obtener un retorno de hasta USD 7 en los impactos de desastres evitados, junto con beneficios adicionales que mejoran su resiliencia a largo plazo.
Apoyo de la FAO ante sequías y erupciones volcánicas
En Paraguay, junto al Ministerio de Agricultura y Ganadería, la FAO apoyó la elaboraron de mecanismos de acción anticipatoria en los departamentos de Ñeembucú y Caazapá afectados recurrentemente por inundaciones y sequías.
Estos consideran la habilitación de refugios seguros y alimentos, la dotación de insumos para productores, el almacenamiento de agua de lluvia y la generación de reportes de zonas vulnerables.
En Colombia, en respuesta a la emergencia humanitaria en el departamento de La Guajira, como consecuencia de la crisis migratoria y de la sequía extrema, la FAO desplegó un conjunto de acciones que incluyeron la creación de infraestructura hídrica, la distribución de semillas resistentes a la sequía, y la atención de animales, apoyando a más de 7 mil hombres, mujeres y niños.
Bolivia está avanzando en el monitoreo de amenazas como la sequía y los incendios, y en la implementación de buenas prácticas de acción anticipatoria para fortalecer la resiliencia de la agricultura familiar en comunidades indígenas del altiplano y la Chiquitanía.
En el Corredor Seco Centroamericano, la FAO está apoyando la implementación de acciones anticipatorias basadas en los pronósticos de sequía, permitiendo a 7.500 personas en El Salvador, Guatemala y en Honduras mejorar sus capacidades de recolección y almacenaje de agua, reforzando capacidades de instituciones locales en la gestión del riesgo y sequía.
San Vicente y las Granadinas fortaleció mecanismos e instrumentos de política para la alerta temprana ante la posible erupción del volcán La Souffrière en el país, protegiendo en refugios a cerca de 700 cabezas de ganado (pequeños rumiantes y cerdos), y evacuando a sitios seguros y manteniendo el estado nutricional de alrededor de 2000 cabezas de ganado.