AMLO, menos Pemex y más juego nuevo

‘Ese juego en gestación se basa en cosas intangibles que resultan por ello casi irreales para el habitante del Palacio Nacional: metaverso, economía espacial, blockchain.’

Que Pemex es negocio. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, entrega desde hace años 35 dólares por cada 100 que vende. Costó un siglo y un montón de errores a los mexicanos, pero ahí está.

Distrajo tanto el esfuerzo, que hasta ahora pasó de noche el montón de negocios que surgieron y que entregan incluso más riqueza a otras naciones.

Desde la vieja Microsoft que entrega 50 dólares por cada 100, hasta Google que da 36; pasando por Nvidia, que ofrece 43.

Hay un problema, o varios. Pemex debe un dineral, más de 100 mil millones de dólares, en buena medida por malas administraciones previas y la de ahora, que batalla para ser mejor.

En ánimo de cubrir deudas, Pemex debe tomar de sus ganancias y por ello, dar menos dinero al Estado por la vía de impuestos durante varios años. A partir de lo que ayer comunicó el gobierno, es lo que hará desde el año entrante.

Por esas complicaciones, hasta hoy, Pemex termina siempre entregando pérdidas netas.

La cosa es que alcance el tiempo para pagar y luego ver la luz. El volumen de ventas de petróleo en cada país del mundo están estancadas o de plano, cayeron desde antes del inicio de la pandemia.

Es posible que para cuando Pemex pague algo razonable, el negocio ya no sea tal.

Apostar hoy casi todo al petróleo como lo hacen los mexicanos, luce muy riesgoso.

Hay un juego nuevo que el presidente Andrés Manuel López Obrador quizá no entiende, a decir de sus acciones; tal vez Rogelio Ramírez de la O, en la Secretaría de Hacienda, sí, pero su margen de acción está limitado a lo que disponga el mandatario.

Ese juego en gestación se basa en cosas intangibles que resultan por ello casi irreales para el habitante del Palacio Nacional: metaverso, economía espacial, blockchain. ¿Qué diablos es eso?

Acérquense a un “centennial”, un miembro de la Generación Z que nació en este siglo y pregúntenle qué es Fortnite. El presidente tiene uno en casa.

Yo tengo cerca a más de un par, pero hay millones y es la generación más grande de mexicanos, por cierto. Tantos hay en el mundo que ayer saturaron precisamente ese juego de video que practican en línea disparándose balazos virtuales unos a otros, mientras conversan entre ellos. Es una suerte de “gotcha virtual”.

El fin de semana, sus creadores lanzaron un personaje: Spiderman, héroe inspirador para adolescentes de cualquier época, pero ya quedamos en que ahora hay una montaña de ellos.

Este fin de semana debieron esperar varios minutos en fila, hasta que los servidores les dieron acceso para jugar, cuando regularmente entran de inmediato. Imaginen que Facebook les dice a ustedes que esperen 10 minutos porque hay mucha gente conectada. Así la cosa.

Los millones de niños o adultos que entran al juego son potenciales compradores de atuendos virtuales, “skins” les llaman. Pueden vestir su personaje o avatar con el traje del Capitán América o, claro de Spiderman, a cambio de unos cientos de pesos. Ahí está el dinero… ahí está ese “metaverso” en el que también quiere vender cosas Mark Zuckerberg.

Tanto interés tiene, que cambió el nombre de la empresa Facebook por el de Meta, para ofrecer “terrenos” o quizás casas extraordinarias que visitarán sus amigos. Los de ustedes.

El metaverso le confiere a Epic Games, creador de Fortnite, un valor actual de 28 mil 700 millones de dólares, gracias a inversiones como la de la japonesa Sony.

Vecino del metaverso es el Universo, en donde Elon Musk tomó la delantera del negocio espacial con cohetes que van y vienen.

La Agencia Espacial Europea ya dio un golpe sobre la mesa y pidió que alguien ponga en orden a este empresario que lanza satélites como confeti e impone reglas de la economía espacial. Un asunto que a decir de ellos, toca a los gobiernos.

Muy cerca de estas dos áreas está el Blockchain, que diariamente resta poder a los gobernantes. La descentralización que propone inicialmente en el sistema financiero, preocupa a quienes mantienen el control, por ejemplo, de los bancos.

Metaverso, economía espacial y Blockchain, sumados todos a la inteligencia artificial, apoyarán un cambio tan acelerado que para cuando Pemex termine la tarea de pagar, los mexicanos probablemente ya estarán en otra era. Atención, presidente.