¿Y los 2 millones de empleos prometidos?
El IMSS informó la recuperación de 555.6 mil empleos formales entre agosto y noviembre pasados, en línea con la reactivación económica iniciada en la segunda parte del año, una vez que fueron levantándose las medidas de restricción.
Quiere decir que en cuatro meses se repusieron los 555.2 mil puestos de trabajo perdidos sólo en abril, el mes más crítico en desocupación laboral afectado por el confinamiento en el país, que provocó una fuerte contracción económica en el segundo trimestre del año.
La implementación de las medidas de restricción y distanciamiento social por la pandemia de Covid-19 tuvo impactos severos sobre la economía mexicana.
Entre marzo y julio se perdieron un millón 117.5 mil empleos formales en el IMSS, según el número de trabajadores asegurados.
La recuperación acumulada entre agosto y noviembre representa casi la mitad de las plazas perdidas de marzo a julio en el sector formal por la pandemia.
Aún faltan por recuperar 561.9 mil puestos de trabajo, que desafortunadamente no se repondrán en el corto plazo ni, probablemente, en 2021.
La destrucción de empleo en lo que va del año es de 369.9 mil posiciones laborales.
Pero en este diciembre se perderá una cantidad importante de empleos formales debido a los factores estacionales que se registran en todos los cierres de año.
Uno de los cuatro puntos del acuerdo tripartita sobre outsourcing, firmado la semana pasada por el gobierno, el sector privado y los sindicatos, “hace un llamado a las empresas que manejan nóminas para que de inmediato dejen de desarrollar prácticas irregulares perjudiciales para los trabajadores como darlos de baja masivamente en diciembre”.
Según el SAT, miles de empresas incurren en prácticas ilegales de subcontratación laboral para no cumplir con sus obligaciones fiscales, lo que propicia “disminuciones atípicas del empleo” en diciembre.
También es un comportamiento cíclico del mercado laboral, pues en enero hay reincorporación de trabajadores despedidos temporalmente.
La creación de dos millones de nuevos empleos que el presidente López Obrador prometió para la segunda parte del año no sólo fue un buen deseo, sino un mal pronóstico, pues incluyó ‘otras modalidades de ocupación’ como el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, donde oficialmente no hay una relación laboral, así como los créditos para vivienda del Infonavit y Fovissste.
Las estimaciones de los analistas encuestados por el Banco de México a finales de noviembre apuntan a una pérdida de 850 mil plazas en 2020.
De cumplirse su pronóstico, que parece exagerado, la crisis nos habría salido ‘barata’, pues cuando la economía tocó fondo entre finales de mayo y principios de junio, se pensaba que en este año podrían destruirse entre un millón y millón y medio de empleos formales.
Para el cierre de 2021, los especialistas en economía del sector privado anticipan la creación de 350 mil puestos de trabajo.
Eso implicaría recuperar en los próximos 12 meses apenas cuatro de cada 10 empleos que se estima perder en este año.
Al cierre de noviembre se tenían registrados ante el IMSS 20 millones 51 mil trabajadores permanentes y eventuales, la cifra más alta en ocho meses.
Pero aún estamos lejos de regresar al número de trabajadores afiliados al IMSS en febrero, antes de la llegada de la pandemia a México, cuando había 20 millones 613 mil asegurados.
La mala noticia es que, mientras la pandemia siga representando un riesgo latente en el panorama económico, no habrá un restablecimiento rápido y sostenido del empleo formal.