Joe Biden, vacunado contra el Covid-19
El Congreso de EEUU aprueba un paquete de ayudas económicas para paliar la crisis
En un año extraño como ninguno la inyección en el brazo a un presidente electo se convirtió en un espectáculo televisado en directo por varias cadenas en Estados Unidos. A un mes de asumir el cargo, Joe Biden ha recibidor la vacuna contra el Covid-19 en un esfuerzo por concienciar a la población estadounidense sobre la necesidad de protegerse y en medio del azote más agresivo de la pandemia en varias partes del país. La buena noticia surgió el domingo desde el Congreso con la aprobación del paquete de estímulo económico para paliar los efectos de la crisis sanitaria sobre la primera economía mundial.
Esta vez serán 900.000 millones de dólares (unos 738.000 millones de euros) que ayudarán a extender los beneficios por desempleo para millones de estadounidenses y enviar cheques directamente a las familias por valor de 600 dólares para cada adulto y cada niño. Si el Senado y el Congreso finalizan el acuerdo y el presidente Donald Trump estampa su firma en los próximos días, cada familia de cuatro recibirá 2.400 dólares, todo un bálsamo en medio de una situación desesperada para millones de desempleados.
De acuerdo a un informe publicado por la Universidad de Columbia en Nueva York, unos 4,8 millones de estadounidenses están en peligro de caer por debajo del nivel de pobreza -menos de 28.000 dólares al año para una familia de cuatro- de no llegarse a un acuerdo en Washington. Si se firma la medida, como está previsto, será el segundo paquete de ayuda más importante de la Historia de EEUU tras los dos billones de dólares aprobados por ambas cámaras en marzo.
La inyección a la economía no puede llegar en mejor momento. El notable incremento de casos de coronavirus en varias partes del país ha ralentizado aún más la actividad financiera. El domingo se registraron 189.099 nuevos casos y 1.509 muertos, de acuerdo a la Universidad John Hopkins. En estados como California, Oklahoma, Arkansas o Tennessee la curva es claramente ascendente.
Las esperanzas de acabar con esta crisis sanitaria pasan por la vacuna, no solo la de Pfizer y Biontech, aprobada de emergencia desde la semana pasada, sino la de Moderna, que recibió la luz verde de la Agencia Federal del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) este fin de semana. Estaba previsto que comenzaran a llegar ayer a varios estados del país.
El presidente electo ya está en la lista de los vacunados junto a otros políticos como el vicepresidente Mike Pence, la portavoz del Congreso, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. “No me quiero saltar la cola, pero quiero estar seguro de que le demostramos al pueblo americano que la vacuna es segura”, indicó Biden. Se espera que tanto Kamala Harris, la vicepresidente electa, como su marido, reciban la primera de las dos inyecciones de la vacuna la semana que viene. El que ha preferido esperar es Trump.