Bebés separados de sus madres y cubículos en condiciones infrahumanas: la “pesadilla” de las familias en cuarentena por Covid en Hong Kong
Las estrictas normas de cuarentena en Hong Kong dan lugar a situaciones que preocupan a las familias: “Es una locura”
Las familias en el centro financiero de Hong Kong están sufriendo aislamiento y traumas, después de que las estrictas restricciones para frenar la expansión del coronavirus hayan supuesto separaciones entre algunos bebés y sus padres, y que algunas familias con recién nacidos hayan tenido que pasar una cuarentena de 14 días en cuartos diminutos.
Las autoridades de Hong Kong han ordenado que cualquier persona que dé positivo por el virus debe ir al hospital, incluidos los bebés, mientras que todos sus contactos cercanos, incluso aquellos que dan negativo, son enviados a campamentos de cuarentena improvisados.
“Es una locura”, reconoce una madre que ha tenido que dejar de amamantar abruptamente después de separarse de su hijo de siete meses la semana pasada, tras ser diagnosticada de Covid-19.
“Anoche tuve fiebre porque he pasado de la lactancia materna al 100% de extracción”, afirma la mujer, que ha pedido guardar el anonimato. “Así que en lugar de enfrentarme al Covid estoy lidiando con un gran dolor en los senos”.
La separación de familias por el virus no es común en otras ciudades desarrolladas, dicen los expertos legales. El gobierno de Hong Kong no ha respondido a las solicitudes de Reuters.
Shahana Hoque-Ali, científica que modera el grupo de apoyo de cuarentena de Hong Kong en Facebook, asegura que ha ayudado en más de 100 casos de niños que se habían enfrentado a la separación de sus padres durante el año pasado, y decenas en la última semana. Insta a las familias a rechazar esos pasos, y recomienda que se queden con sus hijos, en particular con los que aún son lactantes.
Muchas familias expatriadas con niños pequeños se encontraban entre los cientos de residentes enviados a cuarentena la semana pasada después de un brote en un popular gimnasio de lujo en el distrito de Sai Ying Pun de Hong Kong.
Un grupo de ocho bebés y padres que quedaron para jugar la semana pasada fueron enviados a cuarentena después de que uno de los padres se confirmara como positivo debido al brote del gimnasio. El resto del grupo dio negativo, pero aún así se les pidió que se pusieran en cuarentena.
“Estoy realmente preocupado, este espacio es muy pequeño. No vamos a aguantar en esta habitación los tres durante 10 días”, afirma Nicholas Worley, cuya esposa Kylie y su hijo de 15 meses, Hunter, asistieron al grupo de juego.
Las salas de cuarentena en Penny’s Bay que albergan a Worley y muchas otras tienen 18 metros cuadrados y carecen de frigorífico, instalaciones para cocinar o de artículos para bebés. Si bien el personal ha hecho todo lo posible para ayudar, la instalación no está diseñada para familias, cuentan los residentes.
Worley, que dirige las relaciones públicas de la consultora Bain en Asia, asegura que los peligros en la habitación, como clavos y bordes afilados, han alimentado una preocupación adicional por la seguridad de su hijo.
El trauma y el impacto psicológico en las familias es intenso, lamenta un hombre de 40 años en cuarentena con sus dos hijos pequeños. “Es una pesadilla absoluta, es un desastre”, dice el hombre, que prefiere preservar el anonimato.
El domingo se puso en cuarentena a una clase de 35 niños de nueve años de la escuela Harbor, ha contado a Reuters su director gerente, Dan Blurton. “Los padres y la escuela han pedido encarecidamente arreglos alternativos que sean más humanos en lo que respecta al tratamiento de los niños pequeños”, ha agregado.
Los expertos legales dicen que no había pautas establecidas con respecto a las separaciones familiares, y que cada caso se contempla individualmente. La abogada de Hong Kong, Kirsteen Lau explicaque legalmente los funcionarios de salud tienen amplia discreción para otorgar o denegar el permiso para que un niño o un padre ingresen en un lugar de aislamiento.
Sin embargo, esto significa que las regulaciones “brindan muy poca orientación sobre qué circunstancias permitirían que un padre y un hijo permanezcan juntos”, agrega.