FRANCISCO GARFIAS

Vivimos momentos críticos de concentración del poder, de abusos y arbitrariedades. No lo digo yo. Son palabras del senador del MC, Dante Delgado. Describen la peligrosa realidad del país.

Ni al Presidente de la República ni a Morena ni a sus rémoras en el Congreso les importa pasar por encima de leyes, incluso de la Constitución, para lograr su propósito: consolidar esa autocracia que llaman Cuarta Transformación.

Dieron madruguete ayer en la Cámara alta. Aprobaron la permanencia de Arturo Zaldívar en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia, por dos años más. Se quedaría hasta el 2024, año en que supuestamente López Obrador se va.

Y digo supuestamente porque en una de ésas se desbocan y buscan que el jefe del Ejecutivo se quede dos, tres años, o se reelija.

Morena no se atrevió a presentar lo que en redes sociales fue calificado de bonillazo judicial. El senador del PVEM Raul Bolaños presentó la polémica reserva, que dice textual:

“La persona que a su entrada en vigor ocupe la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, durará en ese encargo hasta el 30 de noviembre de 2024”. Zaldívar termina oficialmente en el 2022.

Buscamos reacciones en el Poder Judicial. Va textual lo que nos mandaron, a condición de mantener el anonimato: “Esto es absolutamente inconstitucional. Sólo un transitorio de la reforma de marzo podría decirlo. No lo pusieron porque no se habría aprobado. Esto requiere mayoría calificada. Habrá acción de inconstitucionalidad.”

El texto lo acompañaron con una copia del párrafo cuarto del artículo 97 de la Constitución, que a la letra dice: “Cada cuatro años, el pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior”.

El reconocido jurista Diego Valadés opinó en el mismo sentido. “La Ley Orgánica del Poder Judicial no puede modificar la Constitución. El periodo del presidente de la Corte es improrrogable.

“El presidente Zaldívar es un constitucionalista serio que no merece ser objeto de maniobras que lo exponen a comentarios desfavorables”, escribió en Twitter.

Si Zaldívar es un constitucionalista serio ¿por qué no salió inmediatamente a deslindarse?

Sobra decir que el más perjudicado por la maniobra es el propio presidente de la Corte. Quedó evidenciado lo que todos ya sabemos.

A cambio, según el senador Juan Zepeda, el ministro Zaldívar podrá nombrar no menos de 200 jueces y magistrados. “Se está formando una nueva mafia del Poder Judicial”, advirtió.

El primero que habló fuerte contra las reformas al Poder Judicial que se aprobaron fue el citado Dante Delgado. Lo hizo antes de que Bolaños presentara la controvertida reserva. Fue duro con Zaldívar y con el presidente López Obrador.

“Es una reforma que permite la concentración del poder en el presidente de la Judicatura, que es, al propio tiempo, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que está soportado por consejeros, aprobados por este Senado, vinculados al titular del Poder Ejecutivo, por el representante del titular del Poder Ejecutivo, y por tres magistrados que representan al propio titular del Poder Judicial.

“Esa concentración del poder en la figura del presidente de la Corte afecta la independencia de jueces, magistrados al interior del Poder Judicial, sobre todo, como se ha demostrado en los hechos, frente a un titular del Poder Ejecutivo que interviene en decisiones, no sólo borrando a las secretarías de Estado, sino también queriendo intervenir de manera directa en otros poderes”.

Las protestas de la oposición fueron ruidosas, pero ineficaces para evitar lo que el panista Damián Zepeda llamó “golpe de Estado al Poder Judicial”.

La senadora Xóchitl Gálvez subió a tribuna con una pancarta que decía “no sean gandallas”. Lilly Téllez puso un tuit en el que denuncia “un manotazo grosero del Presidente para tener más poder”.

Me atrevo a pronosticar que la reforma nació muerta. Estamos seguros de que será controvertida en la Corte.

Otro revés de Morena de cara a las elecciones de junio próximo. El Tribunal Estatal Electoral de San Luís Potosí tumbó la candidatura de Xavier Nava a la presidencia municipal de la capital del estado.

Alega que violó la norma al querer reelegirse por un partido diferente al que lo postuló en el 2018.