¡Abrazos no balazos!: El llamado a la Unidad Nacional
Crónicas Ausentes
Lenin Torres Antonio
Operar inercialmente, cuando se sabe cómo operan las cosas, las variables que determinan esa operatividad, el control de esas variables, pareciera que estamos hablando de una experimentación física, y que en la esfera de lo público y lo político, esas variables no pueden ser controladas pues dependen del humor, la convicción y la racionalidad de las personas.
Cuando menos teóricamente eso era lo que se pensaba, pero en México sucedió un fenómeno en las cuestiones de lo público y la política, y es que después del triunfo de la revolución mexicana sobre la dictadura porfiriana, se fue gradualmente construyendo un sistema sofisticado de control político, la clase política que provinieron de los bandos revolucionarios en lugar de consolidar una democracia verdadera decidieron formar un sistema político que pudiera ser controlado y usar a la democracia para legitimar el poder público, primero una estructura de complicidades de forma piramidal, un sistema presidencial omnipresente y omnisciente, una clase política que en un principio sólo la representaba el Partido Revolucionario Institucional PRI, y posteriormente, producto de un desgaste del sistema presidencialista en manos de un solo partido, incorporaron al Partido Acción Nacional PAN, y digo, incorporaron, porque esa decisión no provino de la dirigencia del PRI sino del poder económico que tras bambalinas siempre mantuvo el control de la política y los políticos, consolidándose ese esa dictadura democrática perfecta por 100 años, contraviniendo toda contingencia en los asuntos políticos y del poder público, la maquinaria de complicidades operaba a la perfección, de tal manera, usando una trágica metáfora, “si se pudiera postular a una Vaca seguro saldría ganadora en cualquier cargo de elección popular”.
Esta historia tragicómica de México se mantuvo intacta hasta que un descuido hizo que se colapsara la dictadura perfecta prianista, incluso el relevo previsto por el poder económico, a causa del desgaste del PRI y sus luchas intestinas por el poder, por cierto un participante de esa inconformidad pseudo democrática , Porfirio Muñoz Ledo, declara tajantemente que la “corriente democrática” busca tan sólo un espacio para participar por el poder dentro del PRI, el PAN no sirvió para detener la espiral de decadencia y desgaste del sistema presidencialista y la “dictadura democrático”, trayendo como resultado una ruptura histórica en el año 2018, bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
Quien aún con haber participado de esa “corriente democrática”, coherentemente interpretó que lo que le faltaba y la falta a México es una Cuarta Transformación Integral, por un lado, que restituye la funcionalidad del estado mexicano carcomido por la corrupción, y que produjo la crisis pública que se tradujo en mayor pobreza, violencia e ingobernabilidad; y por el otro, sentar las bases de una transición democrática verdadera que permita regímenes políticos honestos y eficientes.
Estas ruptura histórica no vino bien al poder económico que no dudo desde el primer día oponerse al liderazgo y la presidencia progresista de Andrés Manuel López Obrador, iniciando una guerra sucia principalmente mediática, con una estrategia fascista hitleriana de estar al acecho de noticias sensibles y tergiversarlas, difundirlas y viralizarlas por las redes sociales, para contrarrestar el control de los principales medios de comunicación que tiene el conservadurismo económico y político, construyó inteligentemente su propia plataforma mediática, “Las mañaneras”, donde afortunadamente los mexicanos pueden constatar lo que el gobierno social del presidente Obrador está haciendo para lograr una 4ª Transformación pacífica de México.
La virtud que ha tenido el presidente Obrador es que realmente ha construido un gobierno de la gente, principalmente de los pobres y marginados por los regímenes neoliberales prianistas, una democracia social donde las políticas públicas van encaminadas a la asistencia y justicia social, y al desarrollo de ese otro México marginado y abandonado, principalmente el México del Sur. Eso lo a vulnerado de la guerra sucia por parte del poder económico ahora descaradamente lidereando a sus vasallos los partidos políticos PAN, PRI y PRD, quienes repiten las consignas pseudo neoliberales, incapaces de hacer una oposición política desde las ideas y mucho menos desde el debate de las ideas, prefiriendo decir a todo que “no”, un “no” desafortunado para México porque va en detrimento del fortalecimiento del sistema de partidos políticos vital para la 4ª T. pacífica de México.
Esta irresponsabilidad histórica, incluso del mismo poder económico ha llevado a que la agenda política la marque el presidente Obrador, y que el comportamiento de la oposición prianista dirigida por los empresarios exacerbe el ambiente político, aunque no ha servido para que se constituyan en una verdadera oposición, como prueba las pasados elecciones el 6 de junio del presente año sin el nombre de Obrador en la boleta electoral los mexicanos ratificamos nuestro apoyo a la 4ª T. que lidera el presidente Obrador.
Aunque en lo electoral la oposición no ha tenido buenos resultados, no podemos decir que su sed de venganza, su hambre de volver al “pinche poder” hayan cesado, al contrario, su conducta se ve más violenta, deseando que ocurra un estado de anarquía y violencia para lograr a través de ello demostrar sus tesis apocalípticas, buscan por todos los medios que sea así. Los vemos acusar al gobierno del presidente Obrador de todos “los males”, que según ellos es a causa del arribo al poder público del presidente Obrador, la pandemia del coronavirus, que por cierto llevan un seguimiento puntual todos los días, la violencia a causa del narcotráfico y la delincuencia organizada, los indicadores económicos: deuda externa, desempleo, inflación, etc., que tergiversan a conveniencia, su decadencia ha llegado a tal extremo que tienen de apologetas y marrulleros a un pseudo periodista Loret de Mola “prestigioso corresponsal de guerra” y un payaso pseudo tenebroso, Brozo, y una serie de “inteligencias luminarias” opinadores que ya no tienen temas ni contraargumentos porque todo lo que hablan y escupen se les devuelve.
La polarización existe, pero es ancestral, como ancestral ha sido la división de clases en México, entre la minoría rica y la mayoría pobre, hoy a esa minoría rica se le paró en seco, y se le señaló que su camino no es usar la política como su principal fuente de ingreso y negocios, y que México es otro. El presidente Obrador se encuentra entre la espalda y la pared, por un lado, una sociedad que necesita resultados inmediatos al tema de violencia y pobreza, y por el otro lado, un poder económico irracional e iracundo dispuesto a todo con tal de volver a controlar el poder público en México.
La respuesta del presidente Obrador es no responder a la provocación, salvo que atente contra la gente, y continuar con su obra social y los cambios estructurales que necesita México como es la progresista y social Reforma Eléctrica, y revertir el modelo económico y político enajenante de los periodos neoliberales, de resultados nefastos para México, y principalmente resolver la crisis pública que todavía vive México, aunque quienes lo causaron sea esa oposición apátrida prianista, quienes jamás han aceptado su responsabilidad, y no lo hacen, porque no son ellos los que gobernaron sino el poder económico y mediático.
¡Abrazos y no Balazos!, una frase que se han mofado esos apátridas, descontextualizada, ridiculizadas por mentes pobres y malvadas, porque un Estado está para proteger a sus ciudadanos, pero no para hacer una guerra dentro de la población y causar muertos inocentes. Y lo digo porque la contención de las fuerzas castrenses es digna de aplaudir, más cuando su papel en esos nefastos periodos neoliberales era la de contubernio y complicidad con el poder, y ahora es social, resultado de un comandante supremo de las fuerzas armadas coherente y democrático, quien tiene a la gente como su prioridad.
Por cierto, hace poco se dio una balacera en Reinoso Tamaulipas por el ataque de bandas criminales a miembros de la Guardia Nacional, los medios como siempre lo cubrieron hasta la saciedad para apuntar a su estrategia fascista, se imaginan si el ejército hubiera respondido con fuerza en lugar de inteligencia, ahora estaríamos hablando de un baño de muertos de gente inocente, todo lo contrario a lo que inició sin pensar el irresponsable expresidente Calderón, quien ahora habla con orgullo en España de su política de seguridad teniendo en la cárcel de los Estados Unidos de Norteamérica a su exdirector de seguridad Genaro García Luna acusado de estar coludido con el narcotráfico, que desfachatez de personaje, pues contra esa clase de persona es la lucha de las fuerzas progresistas democráticas del presidente Obrador.
El problema de la violencia y seguridad es multifactorial, y claro provocado principalmente cuando el estado dejó de cumplir sus funciones y se coludió con el narcotráfico y el crimen organizado, y esto no sucedió en los últimos tres años, por eso creo que la labor del presidente Obrador es titánica, y no creo que estos seis años sean suficientes para reparar todo el daño que le hicieron a México esos apátridas prianistas, y el poder económico y mediático, quienes estaban mudos porque formaban parte del mal, así que aunque no lo quieran y se mofen es preferible ¡abrazos a los balazos!, porque esto es un llamado a la Unidad Nacional para que entre todos construyamos un mejor México, sigamos apoyando la 4ª Transformación Pacífica de México.