¿Puede decir AMLO: “La Victoria es nuestra”?
La señal positiva es que Rodríguez Ceja expresó su compromiso con la autonomía de Banxico, comenta Enrique Quintana.
¿Cumple Victoria Rodríguez Ceja con los requisitos que la ley establece para ser ratificada como nueva gobernadora del Banco de México a partir del 1 de enero próximo?
Juzgue usted.
El artículo 39, párrafo segundo, de la Ley del Banco de México indica los siguientes requisitos para formar parte de la Junta de Gobierno de la institución:
“Gozar de reconocida competencia en materia monetaria, así como haber ocupado, por lo menos durante cinco años, cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano, o en las dependencias, organismos o instituciones que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera.”
La propia Ley establece una salvedad. Puede haber dos miembros de la Junta a los que se exente de esa condición, pero se indica que ninguno de ellos podrá ocupar el cargo de gobernador del Banxico hasta cumplir tres años como subgobernadores.
La trayectoria de Victoria Rodríguez Ceja indica que la más alta responsabilidad que ha tenido en su trayectoria profesional es la que ocupa ahora, como subsecretaria de Egresos.
Su desempeño previo fue, sobre todo, en cargos de la CDMX, en donde tuvo sobre todo responsabilidad presupuestal y de deuda pública.
Sin embargo, como la redacción de la Ley es poco precisa en lo que significa “competencia monetaria” y algunos podrán argumentar que los cargos vinculados a la Secretaría de Finanzas de la CDMX (antes GDF) o la propia Subsecretaría, implican ser autoridad en materia financiera, dudo mucho que se vaya a atorar su nombramiento, aunque no me extrañaría que llegara con la menor votación entre los cuatro integrantes que, con ella, habrían llegado a la Junta en esta legislatura.
Heath y Esquivel fueron ratificados por la Comisión Permanente. El primero por unanimidad y el segundo por 26 votos a favor, 10 abstenciones y ningún voto en contra. En el caso de Galia Borja, su ratificación fue por 84 votos a favor y 9 en contra en el Pleno del Senado.
Sin demérito de las habilidades profesionales de Rodríguez Ceja, sobre todo en temas de egresos o presupuesto, sería la primera titular del Banxico sin experiencia formal en asuntos financieros y monetarios.
Lo positivo es que ayer por la tarde ya expresó públicamente su compromiso con la autonomía del Banxico y con el combate a la inflación, además de asegurar que no se tocarán las reservas internacionales. Ya es un buen principio.
La máxima autoridad del Banco de México es su Junta de Gobierno. Como en otras instituciones homólogas, la ley no le dio el poder a un solo individuo sino a un grupo de cinco, en el que los votos valen igual. Sólo en ausencia de algún integrante y en condiciones de empate, el voto del gobernador decidiría.
Sin embargo, el hecho de encabezar al Banxico le da un peso que no tiene ningún subgobernador.
Los encargados de egresos en el gobierno, desde hace muchos años, tienen una relación cercana con el presidente de la República, al margen de quién sea el secretario de Hacienda. Es el caso de Victoria Rodríguez.
Si el Ejecutivo deja que el Banxico siga funcionando como entidad autónoma y no convierte a Rodríguez Ceja en cabeza de playa para erosionar la independencia del banco, el episodio no pasará de ser una elección controvertida de la que no habrán de derivarse consecuencias graves.
Pero si piensa como aquella publicidad de una cerveza y siente que “la Victoria es nuestra”, entonces cuidado, porque las implicaciones podrían ser muy graves para la estabilidad financiera del país.
Precisión
Ayer le comenté que la ratificación de los subgobernadores del Banxico requería mayoría calificada. Es incorrecto. Basta con mayoría simple, aunque usualmente se ha tenido mayoría calificada en esos nombramientos.