Cambios, sólo por “algo especial”
La crisis del Tren Maya –el cambio de trazo en el trayecto Tulúm-Cancún y el retraso en la obra– propició los nuevos cambios en el gabinete
El 2 de diciembre pasado, luego de definir varios ajustes en su equipo, Andrés Manuel López Obrador declaró en su Mañanera que ya no haría más cambios en el gabinete, a menos que “se presente algo especial”.
Y efectivamente ocurrió: El Tren Maya, uno de sus proyectos estrella, estuvo (¿está aún?) a punto de hundirse entre los socavones que aparecieron en el trayecto de Cancún a Tulum, y ante la inconformidad de los hoteleros que reclamaron las afectaciones a la carretera 307, la única que permite el acceso a ambos polos turísticos, los más importantes del país.
El trazo del Tren, así como la vía elevada, tuvo que ser replanteado en el Tramo 5 (ahora pasará por detrás de los hoteles, paralela a la carretera 307, según informó el propio presidente la semana pasada). El costo de esta tercera modificación al proyecto: mil millones de pesos. Y un retraso de cinco meses en su ejecución.
La crisis del Tren Maya propició así los nuevos cambios en el gabinete. El presidente necesitaba a alguien “muy efectivo” para sacar adelante su sueño. Optó por su paisano Javier May (secretario de Bienestar hasta ayer) para sustituir a Rogelio Jiménez Pons en Fonatur.
Encargos, no cargos, suele decir AMLO. Y tal cual lo aplicó en este caso.
A partir de ahí se desgranaron los otros ajustes:
Al frente de Bienestar –una de las secretarías más importantes del gabinete pues desde ahí se manejan los programas sociales del gobierno-, designó a Ariadna Montiel Reyes, cuya trayectoria inició al lado de René Bejarano aprendiendo a trabajar territorio, hasta tener a su cargo el programa de los Adultos Mayores en esta administración.
Figura con capacidad político-electoral, sin duda. Ideal –en lo que se refiere al presidente, a Morena y a Claudia Sheinbaum- para los tiempos que se avecinan.
Bien dicen distintos colaboradores de Andrés Manuel: El presidente todo lo piensa en relación a los votos (aunque tenga Covid).
A Jiménez Pons no lo trató mal López Obrador en su retiro. Le “recompensó” sus desvelos con la subsecretaría de Transportes en la SICT en lugar de Carlos Morán.
El ingeniero Morán, a su vez, toma la dirección del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en plena crisis de vuelos, con instalaciones desvencijadas y en medio de la integración de los tres aeropuertos de la zona metropolitana (Toluca, Santa Lucía y CDMX).
Queda sólo por mencionar María del Rocío García Pérez quien pasa a ser subsecretaria de Bienestar. Ella trabajó en el programa de Adultos Mayores en la capital y actualmente fungía como titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
Así la primera tanda de cambios del 2022.