La princesa de Tailandia hospitalizada está “estable hasta cierto punto”
lunes, 19 de diciembre de 2022
Soltera y sin hijos, Bajrakitiyabha se diferencia de su progenitor -protagonista de varios escándalos- por su discreta vida, desconociéndose si sufría algún problema de salud
La Casa Real de Tailandia emitió este lunes un comunicado en el que asegura que la princesa Bajrakitiyabha, se encuentra “estable hasta cierto punto” y que tiene afectados órganos vitales sin desvelar la gravedad de su estado después de que fuera hospitalizada el pasado miércoles inconsciente por un problema cardíaco.
“Su estado de salud actualmente es estable hasta cierto punto. La frecuencia de los latidos de su corazón está siendo controlada por medicamentos“, señala el primer comunicado sobre la situación de la hija primogénita del rey Vajiralongkorn, de 44 años, desde que el pasado jueves se anunciara su hospitalización.
En el nuevo parte, que llega tras días de silencio en torno al estado de la princesa, apunta además que “se han utilizado medicamentos y equipo médico para ayudar a que su corazón, pulmones y riñones funcionen”.
Según informó la Casa Real, la princesa Bajrakitiyabha perdió el conocimiento tras sufrir problemas cardíacos el pasado miércoles mientras entrenaba a su perro para una competición canina en Nakhon Ratchasima, a unos 250 kilómetros de Bangkok y fue trasladada de urgencia a un hospital en la capital, donde continúa ingresada.
Desde que se conoció la noticia, políticos y ciudadanos han acudido al hospital para depositar flores y enviar mensajes deseándole su recuperación mientras en templos, iglesias y mezquitas de todo el país se reza por ella.
El rey Vajiralongkorn y la reina Suthida acudieron el viernes a visitar a la princesa, y un día más tarde se informó de que ambos estaban contagiados de covid-19 con “síntomas moderados”.
Bajrakitiyabha, nacida el 7 de diciembre de 1978, es la única hija del primer matrimonio del rey Vajiralongkorn con la princesa Soamsawali -prima hermana del actual monarca- y de quien se divorció en 1991.
Tras la ascensión al trono de su padre (en 2016), Bajrakitiyabha tomó un papel más prominente en las ceremonias y actos de la Casa Real y en representación del país, lo que se interpretó como un guiño ante la posibilidad de ser nombrada heredera de la Corona.
Doctora en derecho por la Universidad estadounidense de Chicago y licenciada en relaciones internacionales, la princesa, amante de la hípica, también se formó en algunas de las escuelas más elitistas de su país y en Inglaterra.
Además de la abogacía, ha ejercido como embajadora de Tailandia en Austria -entre 2012 y 2014- y ha ocupado varios cargos de representación del país en Naciones Unidas, entre otros en el organismo de la ONU para la Mujer y, más recientemente, en la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Soltera y sin hijos, Bajrakitiyabha se diferencia de su progenitor -protagonista de varios escándalos- por su discreta vida, desconociéndose si sufría algún problema de salud.