Otros cuatro sacerdotes son condenados a 10 años de prisión en Nicaragua
martes, 7 de febrero de 2023
Los sacerdotes fueron acusados de delitos considerados “traición a la patria”, así como a la inhabilitación “perpetua de sus derechos ciudadanos”
Cuatro sacerdotes católicos, dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis de Matagalpa, norte de Nicaragua, fueron condenados a 10 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria“, así como a la inhabilitación “perpetua de sus derechos ciudadanos“, informó la Unidad de Defensa Jurídica.
Los sentenciados son los sacerdotes Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral Matagalpa de San Pedro, respectivamente, y el diácono Raúl Vega González.
También los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno, y al camarógrafo Sergio Cárdenas.
Los presbíteros y el laico, quienes se encuentran detenidos desde el 19 de agosto pasado, fueron sentenciados por la jueza Nadia Camila Tardencilla, titular del Juzgado Segundo Distrito de los Penal de Managua, en una audiencia celebrada a puertas cerrada, indicó la Unidad de Defensa Jurídica, integrado por abogados que defienden a los religiosos.
En la última semana también fue condenado a 10 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria” el presbítero Óscar Danilo Benavidez Dávila, párroco de la parroquia Espíritu Santo, en el municipio de Mulukuku, en la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua.
Según la sentencia, la jueza Tardencilla impuso al grupo de religiosos cinco años de cárcel por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, y otros cinco por el delito de propagación de noticias falsas, ambos en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad, además de las “penas accesorias”, detalló la Unidad de Defensa Jurídica.
Las penas accesorias, según ese grupo de abogados, consisten en “800 días multas, inhabilitación de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de elección popular e inhabilitación perpetua de sus derechos ciudadanos”.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) calificó de “aberración jurídica” el caso contra los religiosos, entre otras cosas porque “se les inhabilitó de por vida el ejercicio de cargos públicos y de elección popular”.
“Desde Cenidh condenamos estas acciones perversas del régimen que violentan los derechos humanos. Exigimos libertad inmediata para ellos y todas las personas P.p. (presas políticas)”, demandó la organización.
El grupo de religiosos y laicos, junto al obispo Rolando Álvarez, fueron detenidos la madrugada del viernes 19 de agosto por agentes policiales en el palacio episcopal de la diócesis de Matagalpa, después de haber estado 15 días confinados, y desde entonces se encuentran en la cárcel policial ‘El Chipote’, oficialmente conocida como la Dirección de Auxilio Judicial, con excepción del obispo que se encuentra bajo “resguardo domiciliar”.
Álvarez, de 56 años y muy crítico con el Gobierno de Daniel Ortega, enfrentará el juicio para responder por los mismos delitos que los sacerdotes el próximo 28 de marzo.
El jerarca, quien ha sido presentado sin su vestimenta religiosa en las audiencias, es el primer obispo arrestado y acusado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007.
El presidente Ortega tildó de “terroristas” a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años y medio.