Primera gobernadora mexiquense

Miércoles, 22 de febrero del 2023

El panorama para nuestra próxima elección de gobernadora para el 4 de junio es claro. En esta transición dejamos de hablar de elección de gobernador, a la vista tenemos dos poderosas alianzas partidistas a punto de postular a dos mujeres como sus candidatas: Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral Vela. La competencia en las encuestas apunta a mi Paisana Delfina como la puntera en las tendencias. Aunque falta la única encuesta válida: la elección. Y eso en más de 20,000 casillas evitando el abstencionismo y el acarreo manipulado, no está sencillo, hay muchos riesgos.

El camino que han tenido que recorrer las mujeres en el mundo de la política ha sido largo y difícil. Así lo observamos, especialmente ellas que lo padecen. Para ayudar a su mejor desempeño, en 2016 organizamos en el Instituto de Administración Pública del Edomex (IAPEM) un exitoso diplomado que atrajo a más de 600 alumnas en las diversas sedes de Toluca, Tlalnepantla y Valle de Chalco. Lo recuerdo con especial alegría por ver su ansioso interés por aprender algo más de lo que ya sabían. La mayoría eran líderes en sus comunidades que mostraban animada emoción social. A la fecha encuentro muchas mujeres que demandan capacitación. Algunas de las egresadas de esa generación han logrado avanzar como regidoras, legisladoras y presidentas municipales.

El objetivo del diplomado era sencillo y claro: desarrollar y fortalecer las habilidades políticas de mujeres mexiquenses, para mejorar su comprensión del ámbito político y electoral, y su potencial desempeño en el sector público. Lo realizamos a partir de una atinada sugerencia de la entonces Legisladora María Elena Barrera Tapia, con la participación de talentosos instructores, mujeres y hombres decididos a colaborar al desarrollo político de la mujer.

Ahora, la competencia entre dos mujeres podría ser y esperaríamos sea diferente, en muchos aspectos a la tradicional que conocemos de lucha entre hombres. Después, que el gobierno de la que resulte triunfadora, sea mucho mejor que lo visto. Se trata que el género haga la diferencia, nos ayude a una competencia más limpia, para que gane la mejor, evitar la guerra sucia que lamentablemente aconsejan los malos y perversos consultores políticos y lambiscones. Y después a lograr mejores gobiernos para beneficio de las mayorías. El reto es complicado, pero vale la pena. Campañas austeras, modernas, propositivas, con banderas de lucha, compromisos que identifiquen claramente a cada alianza, sin ofensas y principalmente: elecciones limpias ¿sería mucho demandar?

El domingo pasado terminé de disfrutar una estupenda serie de Netflix: Borgen, que trata de la vida de una mujer en la política danesa. Se observan muchas de las vivencias que comentamos en el diplomado y que recomiendo a quienes se interesen en la política, más allá del género. Se trata de una sociedad, la danesa, que ejemplarmente ha logrado incorporar a las mujeres a los cargos públicos en condiciones de igualdad de oportunidades.

Mauricio Valdés
www.milenio.com