En 2024 van más de 50 derrames de hidrocarburo en Papantla; Ojital Viejo fue la gota que derramó el pozo
9 de Octubre 2024
A pesar de que en la localidad de Ojital Viejo, municipio de Papantla, ya se registraron derrames de petróleo en años anteriores, nunca hubo uno similar al del pasado 19 de agosto, pues prácticamente todo el entorno ecológico quedó contaminado. Luego del desastre, los pobladores se unieron para presentar una denuncia colectiva en contra de Petróleos Mexicanos (PEMEX), pues tan sólo en lo que va de 2024 contabilizan más de 50 derrames que causaron daños irreversibles en los ecosistemas de distintas localidades. En ese tenor, Ana María Santos González, residente del lugar, lamentó que la comunidad ya no puede utilizar el agua del arroyo contaminado, pues la mancha viscosa y de color negro se impregnó en todo lo que tocó a su paso, incluso se extendió en los patios de las casas. De acuerdo con Ana María, ante la emergencia ecológica los reptiles salen del agua en busca de áreas limpias y varios deambulan en los terrenos, pero conforme se impulsan dejan rastros del petróleo que tienen impregnado. “Salen a las orillas a buscar agua limpia y comida porque toda el agua está contaminada”, dice la vecina, que tiene en resguardo a los animales que limpió con dificultad”. Los peces y las tortugas murieron, así como los animales domésticos; sus perros y gallinas también sufrieron la afectación por la fuga del petróleo derivado de la ruptura del oleoducto propiedad de Petróleos Mexicanos (PEMEX). La residente de Ojital Viejo afirmó que el personal de PEMEX que acudió a realizar la limpieza es insuficiente, pero lo peor es que la fuga sigue sin ser sellada y el derrame continúa extendiéndose a lo largo de casi 15 kilómetros del afluente. “Sólo le limpian aquí y vuelve a bajar, esta vez fue más fuerte la contaminación, pues ya nos llega casi al patio de la casa y se siente más el aroma”, aseguró. Metros antes de llegar a la comunidad de Ojital Viejo, se percibe el olor a petróleo desperdigado a 45 días del desastre, cuando un ducto se rompió causando consecuencias de gravedad para el medio ambiente. Ana María y su familia ahora padecen por enfermedades respiratorias y constantes dolores de cabeza porque el olor del hidrocarburo está presente desde el pasado 21 de agosto, es decir, desde hace casi un mes y medio. Por su parte, la directora del preescolar bilingüe “Xanath”, Petra Sánchez Palafox, dijo que la contaminación afecta a la comunidad estudiantil, situación que considera difícil de controlar. “Hay niños con vómito y diarrea, entonces pedimos a Pemex que se acelere la limpieza porque los niños están viendo la afectación y también dicen que el arroyo está muy sucio y llevamos semanas así”, aseguró. La institución educativa –en la que estudian 20 alumnos, de una edad promedio de cuatro y cinco años–suspendió clases por la intensidad de los olores, sin embargo, el personal docente permanece en la escuela. “Hay mucha preocupación y no mandan a sus niños porque están padeciendo de problemas estomacales y no pueden venir y cuando los olores son más intensos es necesario mantenerlos encerrados”, señaló la directora. En un principio, el derrame afectó un kilómetro y medio, pero debido a que la fuga no fue controlada de manera inmediata ésta comenzó a expandirse hacia el arroyo que atraviesa la comunidad, ubicada a casi 12 kilómetros de la zona arqueológica El Tajín, en el norte del estado de Veracruz. A su vez, Francisco Villanueva de León, habitante de Ojital Viejo, dijo que cuando el personal de PEMEX notó la gravedad de la fuga colocó contenedores y el hidrocarburo fue almacenado en una presa, pero la cantidad fue tanta que terminó por escurrir hacia los terrenos, el potrero y luego cayó al arroyo. Fue ese mismo lunes 19 de agosto cuando los pobladores reportaron la fuga a PEMEX, Protección Civil Municipal y Medio Ambiente, pero la atención no fue inmediata, ya que pasaron casi 20 días para que trabajadores de Petróleos Mexicanos acudieran a revisar y comenzar con la limpieza. Además, las lluvias del pasado 15 de septiembre ocasionaron que el nivel de la presa subiera y derramó el petróleo. “La media noche que llovió arrastró todo lo que había, todo fue arrastrado a la comunidad de Ojital Viejo, Chote, Coatzintla, Lagunilla, Troncones y esto llega hasta el río”, acusó. Según los pobladores, PEMEX tuvo demasiado tiempo para contener la fuga “pero nunca lo hizo, eso nos afectó demasiado porque pasa en medio de la comunidad y más que nada el olor, está el preescolar, la secundaria y todo está al pie del arroyo y mucha gente se ha enfermado”. Incluso los sembradíos de limones, naranja, plátanos, maíz, ya resultaron afectados y los productores planean llevar a cabo más protestas y bloqueos carreteros para ser atendidos por Pemex. Los integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking (AMF) exhibieron que los trabajadores de PEMEX “limpian” el arroyo sin ninguna medida de seguridad que proteja el suelo ni los cuerpos de agua. Esto generó que la situación empeorara tras las lluvias del pasado lunes 1 de octubre, pues ahí los pobladores de Ojital Viejo, Papantla y El Chote, Coatzintla acusaron la negligencia de Petróleos Mexicanos y de otras instancias responsables de detener y reparar el desastre que inició el 19 de agosto. En el comunicado de la AMF, las comunidades indígenas afectadas por el derrame de hidrocarburo exigen que Pemex retire de inmediato los lodos y demás materiales contaminados, dé mantenimiento a sus ductos e instalaciones y que las autoridades sancionen a la empresa. Así las cosas.