Como llego el cártel de Sinaloa en China, Taiwán y Hong Kong

La UIF detectó movimientos entre el cártel de Sinaloa y cuatro empresas ubicadas en Asia que sirven de fachada para traficar fentanilo y lavar dinero.

La Unidad de Inteligencia Financiera identificó parte de las operaciones asiáticas del cártel de Sinaloa y descubrió que esta organización criminal mantiene al menos cuatro empresas farmacéuticas, cerveceras, textileras y de fertilizantes como fachada para traficar fentanilo y ocultar transacciones desde Hong Kong, China y Taiwán.

La investigación de la UIF, a la que tuvo acceso de MILENIO, permite reconstruir una pequeña parte de las operaciones de la organización sinaloense en Asia, en donde mantiene operaciones activas desde hace al menos una década.

La pesquisa va de la mano con los hallazgos de la Marina en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, que en agosto de 2019, decomisó un cargamento de fentanilo enviado desde Shanghái a Culiacán, ocultas en 954 costales, con un peso aproximado de 23.3 kilogramos.

Entre los casos identificados están cuatro empresas con sede en Culiacán dedicadas a la fabricación de productos farmacéuticos y medicamentos (esta última también con sede en Tijuana); refacciones y maquinaria industrial; compraventa de aparatos electrónicos y compraventa de fertilizantes y plaguicidas.

Los nombres de las empresas se mantienen bajo reserva como parte del proceso. Al revisar las transacciones financieras de estas empresas, la UIF identificó un “esquema de operatividad incongruente” porque los recursos ingresados en dólares en sus cuentas no permanecen durante tiempo significativo y son retiradas de manera casi inmediata después de concretarse las transferencias.

La primera compañía, vinculada con medicamentos e identificada por la UIF como “Empresa Objetivo”, tuvo en solo tres meses de 2017 depósitos por 15.5 millones de pesos y retiros por 15.3 millones; no se registraron pagos de nómina ni impuestos, no tiene página web y no logró ubicarse el domicilio.

El accionista de esa primera empresa es una persona de nacionalidad taiwanesa, quien fue arrestado en mayo por la FGR por producción de fentanilo en Culiacán. Oficialmente, se dedicaba a la comercialización de productos textiles con sede en la capital sinaloense. Él, a su vez, es socio de otras dos sociedades, una de las cuales se mantiene con la identidad reservada de “Empresa 3” que realizó transferencias internacionales por 1.5 millones de pesos y 1.2 millones de dólares a Hong Kong, China, Taiwán y Estados Unidos.

La UIF fue alertada por los bancos del “esquema de cambista”, al recibir recursos por venta de divisas a su cuenta de dólares, provenientes de personas físicas sin relación comercial, mediante depósitos en efectivo, con retiros a través de cheques a nombre del socio de la empresa.

Los bancos también emitieron alerta por la recepción de recursos en efectivo en un mismo día con diferencia de minutos por montos inferiores al umbral de relevantes, que fueron convertidos en disposiciones del monto total por las empresas.

Esta empresa importa cloruro de amonio, identificado como precursor químico para la fabricación de estupefacientes, y que desde 2013 hasta 2017 declaró al fisco pérdidas y se le identificaron 26 transacciones internacionales por 4.13 millones de pesos y 30 por 99 mil dólares al Hong Kong and Shangai Banking Corporation, Citibank y HSBC Taiwan, así como Citibank en Estados Unidos y México.

A través de la “Empresa 3”, dedicada a la fabricación de refacciones y maquinaria industrial, se realizaron entre 2011 y 2018, 29 retiros en efectivo en Culiacán por 5.9 millones de pesos; además de transferencias a Taiwán por 1.2 millones de pesos y 150 mil dólares.

Este empresario taiwanés era además apoderado legal de otra empresa dedicada a la compraventa de aparatos eléctricos bajo un “esquema de operatividad incongruente significativa” con transferencias internacionales a Taiwán, Hong Kong, Estados Unidos y China por 1.2 millones de dólares y 307 mil pesos.

Una segunda accionista, posee otra empresa con actividad de compraventa de cerveza también en Culiacán que tiene, de acuerdo con la UIF, un “esquema incongruente de operatividad” con depósitos bancarios por 434 mil pesos, después retirados 408 mil y a su vez traspasados parcialmente a su padre, quien recibió 269 mil pesos; éste último es jefe de contabilidad de Servicios de Salud en Sinaloa.

En tanto que la “Empresa 4” de fertilizantes y vinculada con el caso de fentanilo en Culiacán, realizó operaciones en efectivo, en 2014 y 2015 por 1.8 millones de pesos en 2017, así como depósitos por 168 mil pesos. Mientras en 2018 y 2019, tuvo transferencias internacionales por 4.1 millones de pesos y 297 mil dólares a personas en Hong Kong, China y Taiwán.

Esta empresa importó cloruro de amonio de China y Taiwán en los aeropuertos de Manzanillo, Colima y Guadalajara, Jalisco y también recibió entre 2015 y 2019, transferencias bancarias de una empresa de venta de medicinas al público por 2.7 millones de pesos. Dentro de ese periodo depositó 2.6 millones de pesos provenientes de la compra de divisas y retiros por la misma cantidad por medio de cheques a favor del socio de la empresa.

Milenio