España espera los 140.000 millones de fondos europeos: la covid, el empleo juvenil y el cambio climático, prioridades
Las ayudas de la Unión Europea para la recuperación tras la crisis del coronavirus deben ponerse en marcha más pronto que tarde, y los Estados miembros ya esperan. Eso sí, uso debe ser el adecuado. “El objetivo es mejorar el mercado de trabajo, la industria, la transición verde, la educación”, comentó en su momento a RadioBamba el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, El debate sobre el estado de la Unión, que se celebra el miércoles, tendrá estos fondos como tema principal y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, pondrá sobre la mesa la hoja de ruta.
La investigadora de Elcano, Ilke Toygür, cuenta que los fondos podrían destinarse a cuatro áreas importantes. “La lucha contra la covid va a ser una de las claves”, pero también “el Pacto Verde Europeo, que ya estaba en la agenda de Von der Leyen incluso antes de la pandemia”. Además, la analista incluye otros dos aspectos: “La digitalización estará incluida también y por supuesto el empleo juvenil, porque con la crisis del coronavirus se ha visto una importante brecha generacional en este aspecto”.
Toygür hace hincapié en el contexto. “Este año ha sido uno de los más difíciles en la historia de la UE” y en el debate saldrá “el Marco Financiero Plurianual” por lo que se verá “un debate” entre Ursula von der Leyen y los grupos de la Eurocámara. “Es una manera de cambiar posiciones y marcar líneas rojas”, añade. Asimismo, la experta considera que la idea será también “fortalecer la parte democrática” de la UE.
“Las prioridades parecen claras, pero la Comisión va a vigilar que las reformas vayan en esa línea. Se dijo en julio y se seguirá diciendo: el dinero no es gratis”, comentan fuentes comunitarias, que también repiten otra de las ideas: “Esto no quiere decir que se vaya a apostar por la austeridad. Para nada”. España, en este sentido, contará con una cifra elevadísima de dinero. Del total, 77.324 millones serán transferencias a fondo perdido. Suponen más del 11% del PIB nacional. Se recibirán otros 63.122 millones en préstamos.
Para el reparto se dividirá el fondo en dos franjas: el 70% del dinero se comprometerá entre 2021 y 2022 y el 30% restante hasta el final de 2023. La primera franja se repartirá entre los países teniendo en cuenta la población, el PIB y el nivel de paro entre 2015 y 2019 de cada Estado. La segunda parte no mirará los mismos datos. El indicador del paro será sustituido por la caída del PIB acumulada entre 2020 y 2021. Por ello, ese cálculo no se sabrá hasta 2022. Esto hace que, en último término, las cifras que se manejan son orientativas. Y es que, además, hay que tener en cuenta que en el Marco Financiero Plurianual el Parlamento Europeo “confía” en incluir mejoras. “Queremos estar más implicados”, explican, y mirarán con lupa las partidas destinadas a la gobernanza, la sanidad o el cambio climático.
Para acceder a los fondos, los países tendrán que presentar planes de reformas e inversiones a la Comisión Europea, que evaluará si estos cumplen con sus recomendaciones económicas anuales, que será la guía a seguir. En el caso del Gobierno español, la idea es tener ese plan finiquitado “el 15 de octubre” para enviarlo a Bruselas. Los Ejecutivos tienen que contar con un componente: existe el llamado “freno de emergencia”. Esto es, si uno o varios países consideran que hay incumplimientos, podrán elevar el asunto a una cumbre de líderes comunitarios, con lo que la aprobación del pago se paralizará.
La UE empezará a devolver la deuda con que se financiará el fondo ya en el periodo 2021-2027, aunque no se fija fecha exacta para hacerlo, y terminará como tarde en 2058, según se ha explicado desde el Ejecutivo comunitario. “Es una maquinaria sin precedentes, pero tiene que ponerse en marcha”.
¿Cuáles son las cifras de España?
Las cifras no son definitivas, pero si se atiende a la propuesta del Consejo, la mayor parte del fondo europeo se repartirá mediante el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que contará con 672.500 millones en total. De estos, a España le corresponden 59.000 millones de euros. El Gobierno también tiene en cuenta el programa llamado ReactEU: es decir, 47.500 millones, de los que 12.400 millones tendrían destino España.
Asimismo, habrá que tener en cuenta un Marco Financiero Plurianual que todavía está pendiente de los ajustes de la Eurocámara. En el plan inicial del Consejo, el presupuesto de la UE para los próximos siete años tendrá 1,074 billones de euros, un 2% menos que las cuentas de la anterior legislatura. Eso sí, si se tienen en cuenta los fondos de recuperación el dinero disponible aumenta en torno a un 64%.
Ahí España tiene sus preferencias: agricultura y cohesión regional. Un 62% irá destinado a estas dos partidas, pero ambas se reducen. La PAC baja un 13% y la cohesión se recorta en poco más de un 11%. Esas bajadas son, precisamente, dos de las “correcciones” que quiere plantear el Parlamento.
Las familias europeas avisaron de lo que falta por recorrer. “Los Gobiernos que van a recibir estos fondos todavía no han hecho nada para resolver los problemas que estos fondos van a poder resolver. Solo estamos al principio de un largo camino que tenemos que aprovechar para crear los cambios y las transformaciones que necesitan nuestros países”, comentó el propio Garicano en su momento.
Desde el PPE lamentaron los “drásticos recortes” en Sanidad, más preocupantes si cabe “en una situación de pandemia”. Los socialdemócratas, por su parte, explicaron que su grupo no aceptará los recortes planteados y trabajará para aumentar la financiación de programas como Erasmus, Horizonte, LIFE o la ayuda al desarrollo.