Boris Johnson ordena teletrabajar y cerrar pubs y restaurantes a las 22.00 horas

El número de nuevos casos detectados el lunes ascendió a 4.368, aunque los expertos advierten que podrían estar superando ya los 6.000 y duplicándose cada semana.

Boris Johnson ha ordenado el cierre de pubs y restaurantes a las diez de la noche a partir del jueves, la primera de una serie de nuevas restricciones para contener el coronavirus que han provocado una nueva división entre los “tories”.

“No se puede gobernar a base de decretos, ni tratar a los británicos como niños”, ha advertido Graham Brady, al frente del comité parlamentario 1922. “Las nuevas medidas van a causar más daño a la economía y más daño a la salud a largo plazo”, declaró por su parte el ex líder conservador Iain Duncan Smith.

Criticado en su día por su lentitud a la hora de hacer frente a la pandemia, Johnson no ha querido esta vez perder tiempo y ha decidido pasar a la acción ante la segunda ola. El “premier” se dirigirá a los británicos hoy por televisión, después de intervenir en el Parlamento para pedir a los británicos responsabilidad colectiva y amenazar con mano dura contra los infractores, con multas de hasta 10.000 libras (11.000 euros) por violar las reglas de autoaislamiento.

La intervención de Boris Johnson se produce horas después de que sus jefes médico y científico -Chris Witty y Patrick Vallance- advirtieran que el Reino Unido puede verse pronto en la misma situación que España y Francia si no se produce “un cambio de curso”.

El número de nuevos casos detectados el lunes ascendió a 4.368, aunque los expertos advierten que podrían estar superando ya los 6.000 y duplicándose cada semana. Witty y Vallance dibujaron un sombrío panorama de 50.000 infecciones diarias a mediados de octubre con la actual tendencia y 200 muertes en el mes de noviembre.

Los expertos aseguraron que no hay evidencia de que el virus se haya debilitado y aseguraron que la caída de la mortalidad se debe a una mejora de los tratamientos. Los dos expresaron su esperanza en un cambio en la tendencia con la previsible introducción de una vacuna antes de finales de año.

En su llamamiento a la nación, Johnson pedirá a los británicos que vuelvan a trabajar desde sus casas, dos semanas después de haberles pedido que vuelvan a las oficinas. El “premier” recordará que las medidas serán revisadas cada semana y que no se descarta ninguna opción.

Boris Johnson advirtió a los británicos que las nuevas restricciones ante el coronavirus pueden durar hasta seis meses. El “premier” aseguró que el país se encuentra en “un peligroso punto de inflexión” y mentalizó a sus compatriotas para un otoño y invierno en estado de permanente alerta (el nivel subió a 4 de los 5 posibles).

El “premier” explicó que su nuevo plan de acción ante la Covid responde al viejo principio de “un zurcido a tiempo evita nueve”. Johnson eludió mencionar la posibilidad de un nuevo confinamiento nacional, pero advirtió que la policía ha recibido órdenes de ser más estricta e imponer multas de 200 libras (225 euros) por no llevar mascarilla en las tiendas o en el transporte público o por no respetar la “regla de seis”.

Más de 12 millones de británicos están actualmente afectados por medidas de confinamiento local, sobre todo en el norte de Inglaterra, con un nivel de infecciones muy superior al del resto del país.

Los casos se están disparando en los últimos días en Londres, que hasta ahora había escapado aparentemente al repunte. El alcalde laborista, Sadiq Khan, ha advertido que podría imponer el uso de mascarillas en todos los espacios públicos (hasta ahora solo es obligatorio en el transporte público y en las tiendas.

Johnson dijo que se niega a oír por igual a los que dicen “dejemos que el virus desgarre” que a quienes proponen un confinamiento permanente. “Hemos dado pasos decisivos y apropiados para encontrar un equilibro entre salvar vidas y proteger los puestos de trabajo”.

El “premier” previno a los británicos contra “la tentación de pensar que la amenaza ha pasado y que quien no ha contraído el virus hasta ahora es inmune”. “Ese tipo de complacencia puede deshacer todo el terreno ganado”, advirtió.
EL MUNDO