Putin y Macron piden un alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán

Ambos mandatarios han expresado su preocupación por el envío de combatientes sirios y libios a Nagorno Karabaj, la región en disputa.

El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo galo, Emmanuel Macron, conversaron anoche por teléfono sobre la situación en Nagorno Karabaj y acordaron pedir a las partes contendientes un cese inmediato de las hostilidades y la activación de los mecanismos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Grupo de Minsk incluido, de cara a iniciar unas negociaciones que posibiliten una salida pacífica al actual conflicto entre armenios y azerbaiyanos.

Así se asegura en la nota de prensa difundida por el Kremlin. «Vladimir Putin y Emmanuel Macron instaron a las partes en conflicto a poner fin totalmente a los combates cuanto antes, a disminuir las tensiones y a demostrar mesura», reza el comunicado de la Presidencia rusa, que ya llamó a detener los enfrentamientos el mismo día que comenzaron, el domingo pasado.

Rusia y Francia, junto con Estados Unidos, son los tres países que presiden el Grupo de Minsk, estructura creada en 1994, tras la tregua que siguió a una guerra que duró tres años, y de la que también forman parte Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, además de Armenia y Azerbaiyán. Pero, pese a las múltiples cumbres habidas y esfuerzos desplegados, no ha habido forma de resolver el contencioso desde entonces.

Conversaciones en Moscú
Ayer miércoles, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, solicitó también un alto el fuego y ofreció Moscú como sede de posibles conversaciones para una arreglo del conflicto. Lavrov se puso en contacto con sus homólogos armenio y azerbaiyano, Zograb Mnatsakanián y Ceyhún Bairámov, para tratar de convencerles de la necesidad de iniciar un proceso de desescalada de las hostilidades.

Sin embargo, el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, durante una visita a militares heridos, manifestó ayer miércoles que la actual ofensiva continuará hasta la liberación total de los territorios «ocupados». «Armenia debe renunciar a la política de ocupación (…) su Ejército debe abandonar nuestra tierra sin condiciones, en su totalidad y de manera inmediata». «Si el Gobierno armenio cumple esas condiciones, los combates cesarán, la sangre dejará de derramarse e instauraremos la paz en la región», añadió Alíev. Según sus palabras, «nuestra ofensiva está dirigida a restituir la justicia, Nagorno Karabaj es un territorio histórico de Azerbaiyán».

Tampoco Armenia está por la labor de parar los enfrentamientos, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, considera que «no es el momento apropiado para hablar de una cumbre Armenia-Azerbaiyán-Rusia, en medio de intensos combates». Según su opinión, «para que haya negociaciones es necesario una atmósfera y unas condiciones adecuadas». Citado por la agencia rusa Interfax, Pashinián dijo también el martes por la noche que «Armenia y Nagorno Karabaj no están dispuestas a que la solución -a la disputa territorial- se haga en detrimento de sus intereses nacionales y de seguridad».

Envío de tropas
Por otro lado, según fuentes del Elíseo, Putin y Macron hablaron también del presunto envío de Turquía de mercenarios sirios a luchar en Nagorno Karabaj. Tal información fue difundida el martes por la ONG, Observatorio Sirio de los Derechos Humanos y por el embajador armenio en Rusia, Vardán Toganián.

A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores ruso aseguró que «según las informaciones que hemos recibido, a Nagorno Karabaj están llegando integrantes de grupos armados ilegales procedentes, en particular, de Siria y Libia, con el objetivo de participar directamente en los combates». En la nota se expresa la «profunda preocupación» de Moscú ante la posibilidad de que la presencia de tales combatientes «no sólo provoque una escalada aún mayor de las tensiones en la zona de conflicto, sino que cree amenazas a largo plazo para todos los países de la región».

Este pronunciamiento es la primera advertencia que lanza Rusia, especialmente a Turquía, pese a que, por el momento, da prioridad a la vía negociadora y no está dando todavía señales de pretender involucrarse en el conflicto. «Llamamos a los dirigentes de todos los países interesados a tomar medidas efectivas para evitar el uso de terroristas extranjeros y mercenarios en este enfrentamiento y garantizar su retirada inmediata de la región», reza el comunicado de la Cancillería rusa.
abc.