Policías rusos matan a un terrorista que atacó una comisaría gritando “Alá es grande”

El atacante, un joven de 16 años residente de la república rusa de Tartaristán, arrojó dos cócteles molotov al aparcamiento de la comisaría y emprendió la huida

La policía rusa ha abatido esta noche en la república rusa de Tartaristán a un joven de 16 años que lanzaba cócteles molotov al aparcamiento de una comisaría e hirió con arma blanca a uno de los agentes que intentaron detenerle. “Durante el ataque, los llamó” infieles y gritó ‘¡Alá es grande!”, asegura la agencia rusa Interfax citando fuentes de la investigación.

Los hechos ocurrieron en el distrito de Kukmor alrededor de las 00.30 de este viernes, cuando un desconocido arrojó dos cócteles molotov al aparcamiento de la comisaría y emprendió la huida. Al ser alcanzado por dos agentes, atacó a uno de ellos con un cuchillo, según el Ministerio del Interior de la región. El policía herido fue trasladado al hospital y su vida no corre peligro, informa la agencia rusa RIA Novosti.

Durante la detención, el joven no reaccionó a las advertencias y “opuso resistencia activa, causando varias heridas por arma blanca a uno de los policías”. “Los agentes del orden usaron sus armas de servicio de conformidad con la ley”, explica el comunicado.

El atacante, un residente local procedente de la vecina república de Baskortostán, murió en el acto como consecuencia de las heridas de bala. Según informa la agencia rusa Sputnik, el Comité de Investigación ha abierto una causa penal por intento de atentado terrorista y ataque contra la vida de un agente de la ley.

El joven gritó a los agentes “que eran enemigos de Alá”, dijo el servicio de prensa del Ministerio del Interior regional de Tartaristán. Varios canales de noticias de Telegram con contactos en los servicios de seguridad informan que el atacante se llamaba Vitaly Antipov y que había publicado antes un mensaje en redes sociales “pidiendo la yihad”. La Junta Espiritual de Musulmanes de Tartaristán asegura que el sospechoso no asistía a los rezos en sus mezquitas.

El Kremlin asegura que no ve vínculos entre lo que llamó un acto criminal en Tatarstán y los ataques con cuchillo del jueves en Francia, que fueron seguidos por el arresto de al menos otro hombre armado con un cuchillo. El Kremlin calificó el ataque en una iglesia en Niza como una “tragedia horrible”, pero añadió que también está mal insultar las creencias religiosas.

CONVIVENCIA DE RELIGIONES
Tartaristán se ubica en el este de la parte europea de Rusia. Los tártaros constituyen el 53% de la población y pertenecen al grupo de los pueblos túrquicos, de ahí su afinidad con los pueblos de Turquía y Azerbaiyán. La mayoría de los tártaros profesan el islam. Los rusos (39%), se identifican en su mayoría con el cristianismo ortodoxo. En la capital, Kazán, se encuentra el Templo de todas las religiones, único de este tipo: une iglesia ortodoxa, mezquita, sinagoga y pagoda budista.

La convivencia entre todas las comunidades es pacífica, aunque las autoridades rusas decidieron en 2017 limitar el estudio de las lenguas locales. La decisión ha causado protestas en Tartaristán y otras repúblicas rusas, que temen ser ‘barridas’ por la lengua rusa.

Según informa RFE/RL, varios participantes en la conmemoración del año pasado del día de los defensores de Kazán fueron sentenciados a trabajos comunitarios o multados por rezar y por leer el Corán en el evento referirse a “la condición de Estado de Tartaristán”. Las autoridades rusas han tratado de prohibir, por primera vez desde 1989, la celebración de este día, que recuerda a los tártaros muertos durante el asedio de Kazán en 1552 por las tropas rusas del zar Iván el Terrible.

También se ha tenido que plantar cara al extremismo en Tartaristán. Gabdrajman Naumov, un destacado erudito islámico, fue arrestado a principios de año bajo sospecha de crear y dirigir una rama del grupo islámico Nurcular, prohibido en toda Rusia desde 2008. Naumov fue muy conocido en Tartaristán como profesor en la Universidad Islámica Rusa y como antiguo imán de una mezquita en la capital de Tartaristán.

Según las autoridades rusas el grupo promueve la creación de un estado islámico que abarque todas las áreas y países de habla turca en Oriente Próximo, el Cáucaso, Asia Central y las regiones de habla turca de Rusia en el Cáucaso Norte y la región del Volga.
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