Se va Trump
Somos afortunados de que un personaje como Donald Trump esté ya con un pie afuera de la Casa Blanca.
Aunque todavía falten diversas etapas en este proceso electoral, las actitudes que ayer mostraron los dos candidatos presidenciales evidencian de manera nítida cuál va a ser el resultado.
Mientras que Joe Biden pidió paciencia a sus partidarios, con la certeza de que al término de los recuentos, sumará los votos electorales necesarios para convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump lanzó un mensaje provocador y prácticamente subversivo acusando de fraude… sin presentar ninguna prueba.
Si existía alguna duda respecto a la personalidad de Trump (en realidad dudo que alguien la tuviera), el mensaje emitido el día de ayer ya no deja lugar a ninguna.
En todo caso, lo que quedó claro es que seguimos con el riesgo de que alguien que puede ser tan inestable como Trump, vaya a seguir en la presidencia hasta enero y pueda generar una situación de inestabilidad en las próximas semanas o meses.
El diferente tono de los mensajes emitidos el día de ayer también es un síntoma de la tendencia de las votaciones en los estados clave.
Si Trump estuviera seguro de que las tendencias le van a favorecer, tendría probablemente una actitud mucho más tranquila. Sabría simplemente que hay que esperar a que terminen los recuentos para confirmar su triunfo.
Si, por el contrario, lo que percibe es que el paso de las horas va a conducir a su derrota, entonces se explica que esté buscando la manera de descarrilar el proceso.
Cuando usted lea este texto, es probable que en el recuento de Pensilvania, Joe Biden ya haya tomado la delantera. Si esa ventaja se consolida, y hay bases para pensar que será así porque se están contando los votos enviados por correo, lo que probablemente tengamos sea una derrota de Trump por un margen mucho mayor del que originalmente se pensaba.
Al sumar a los estados que ya virtualmente ha ganado, los votos electorales de Nevada, Pensilvania y Georgia, Biden sumaría 316 votos electorales mientras que Trump se quedaría sólo con 222, una diferencia de 94 votos electorales.
En términos del voto popular, la diferencia será de poco más de 4 millones de sufragios.
Una distancia tan grande es importante, pues puede desanimar no solamente a Trump sino sobre todo a sus partidarios, de realizar movilizaciones de protesta que eventualmente puedan convertirse en violentas.
Otro hecho que nos permite tener una visión más optimista es lo que sucedió ayer con las principales cadenas televisivas de Estados Unidos, las cuales sacaron del aire el mensaje de Trump, aduciendo que más que dar noticias estaba diciendo falsedades.
Sume usted a eso la política que se ha visto en redes sociales, sobre todo en Twitter, donde se ha advertido insistentemente respecto a las mentiras de Trump, y encontrará un ambiente en el que no le será nada fácil al presidente gestar un movimiento violento en contra del resultado electoral.
Creo que en el curso del día de hoy, o a más tardar el fin de semana, quedará claro para la mayoría que Joe Biden ganó la elección presidencial.
Pero también es probable que quede la impresión de que los republicanos tienen una buena probabilidad de conservar el control del Senado.
Ese cuadro es uno de los factores que explica el comportamiento positivo de los inversionistas en los últimos días, ya que se percibe que los aspectos más radicales de las propuestas de Biden tendrán que ser negociados con los republicanos.
Ojalá que, aunque el desenlace oficial todavía tarde algunas semanas, en las siguientes horas quede claro que estamos iniciando una nueva era política en Estados Unidos… y ¿por qué no? en el mundo entero.