Decenas de diputados ‘tories’ se rebelan contra Boris Johnson por las nuevas restricciones en Reino Unido

El ‘premier’ consigue aprobar una versión más estricta del sistema en tres niveles que deja al 99% de la población en alerta “alta” o “muy alta”, un plan criticado por el ala dura de su partido y por la oposición laborista.

Decenas de diputados conservadores se rebelaron contra Boris Johnson y decidieron boicotear sus nuevas restricciones contra el coronavirus, que fueron sin embargo aprobadas por 291 votos a favor frente a 78 en contra tras un acalorado debate en la Cámara de los Comunes. Desde el miércoles, el confinamiento deja paso a una versión mucho más estricta del sistema en tres niveles que deja al 99% de la población de Inglaterra en situación de alerta “alta” o “muy alta” y fuerza al cierre parcial o total de pubs y restaurantes.

Downing Street celebró la aprobación del “plan de invierno” como “una garantía para mantener el terreno ganado” durante el último mes de confinamiento. El Gobierno prometió “trabajar junto a los diputados que han expresado su preocupación en los últimos días”, en una mención velada a la mayor resistencia a sus planes que ha encontrado Boris Johnson hasta la fecha en sus propias filas.

“Este sistema tiene muchas inconsistencias y no creemos que funcione”, declaró el diputado Tim Loughton, una de las voces más notorias del grupo de 70 diputados ‘tories’ del ala dura, alineados en torno al Covid Recovery Group (CRG) y siguiendo una estrategia similar a la usada en su día por el así llamado European Research Gorup (ERG) para torpedear el plan del Brexit de Theresa May.

“Seguimos sin saber cuáles son los datos y cuál es impacto económico real de las nuevas medidas”, argumentó Graham Brady, presidente del influyente comité parlamentario 1922 y destacado “cabecilla” de la revuelta. “Si el Gobierno quiere seguir recortando las libertades individuales, tiene que hacerle una manera proporcionada y solo si es absolutamente necesario”.

El ex secretario del Brexit David Davis también se rebeló contra su jefe de filas y anunció su voto en contra, clamando por medidas al estilo de las impuestas en Alemania: “Las restricciones tienen que ser mucho más localizadas y limitadas a áreas más pequeñas”.

En el arranque del debate, Boris Johnson aseguró que los argumentos científicos para las nuevas restricciones son “convincentes” y pidió el apoyo a su mayoría de 364 diputados, ante la abstención anunciada de antemano por la oposición laborista. “El virus está contenido, pero no está erradicado”, recalcó el ‘premier’ en el momento de pedir el voto a favor de su plan.

“Todo lo que tenemos que hacer ahora es mantenernos firmes hasta que las vacunas estén a nuestro alcance y puedan de hecho ser inyectadas en nuestros brazos”, agregó. “No podemos saber cuándo llegará exactamente ese momento, pero lo que no podemos hacer es relajarnos, especialmente durante los fríos meses de invierno”

“Es el quinto plan que nos presenta el Gobierno desde el verano y todos han fallado por falta de consistencia”, replicó el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, que anunció la abstención de su partido. “Aceptamos la necesidad de restricciones, pero este nuevo plan está lleno de agujeros y no ofrece las suficientes compensaciones económicas”

Algunos diputados laboristas decidieron sumarse sin embargo al voto en contra por el impacto económico de las medidas en el norte de Inglaterra, donde unos 23 millones de británicos tendrán que soportar las máximas restricciones al menos hasta principios de febrero.

“El Gobierno está intentando imponer a gran parte del país en diciembre lo que ya impuso a nuestra ciudad en octubre”, denunció por su parte el alcalde laborista de Mánchester Andy Burnham, que libró su pulso personal con el Gobierno hace dos meses. “Lo que vamos a tener es un confinamiento sin apoyo económico”.

El nivel 3 o alerta “muy alta” incluye efectivamente el cierre de pubs, hoteles, cines y restaurantes (salvo comida para llevar). Se imponen severas restricciones de movimiento, se vuelve a implantar la “regla de seis” para reuniones a cielo abierto y se prohíbe el contacto en espacios cerrados entre miembros de distintas familias.

EL IMPACTO DE LAS MEDIDAS

Para intentar aplacar el furor de los diputados ‘tories’ que se oponen a las nuevas restricciones, el Gobierno difundió el lunes un informe sobre el impacto de las nuevas medidas que concluye sin embargo es que no es posible efectuar una evaluación total de sus efectos en las economías locales. Según revela The Times, el Gobierno habría elaborado sin embargo un dossier “secreto” marcando en rojo los sectores que se verán más afectados por la pandemia: las industrias aeronáutica, automovilística y marítima, el turismo y la restauración, la cultura y el deporte, y las tiendas de ropa y complementos.

El secretario del Tesoro Rishi Sunak reconoció la semana pasada que el Reino Unido ha entrado en “emergencia económica” como consecuencia de la pandemia y que sufrirá este año una caída del PIB del 11,3%, la mayor contracción en 300 años.
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