Concluyen mil 695 cadetes primera fase de su curso básico de ambientación militar
Los cadetes ingresaron en septiembre a los planteles del Sistema Educativo Militar para iniciar su carrera castrense y este viernes concluirán la primera etapa del curso.
Con el rostro inyectado, alaridos de coraje y un brío indeciblemente juvenil están determinados a ganar ésta, su primera prueba. El paliacate amarrado al centro de la cuerda se mantiene en el mismo punto, ambos equipos tiran hacia su lado pero ninguno cede y el instructor prefiere finalizar la prueba. Además de este grupo de cadetes que se mide físicamente y mentalmente con contrincantes de su misma condición hay otras unidades de competencia que han sido distribuidas en el campo del Colegio Militar ubicado al sur de la Ciudad de México.
Así suman mil 695 cadetes, de los cuales 467 son mujeres, que ingresaron en septiembre a los planteles del Sistema Educativo Militar para iniciar su carrera castrense y, que este viernes concluirán la primera etapa del curso en el que son introducidos a su nueva vida, la militar. El General Juan Manrique, coordinador del curso ambientación militar explica a BAMBARADIO que “el objetivo del curso básico de formación militar consiste en adaptar a un joven cadete que viene de la vida civil, a la vida militar. En esta situación de contingencia que estamos viviendo el impacto que llegan a tener los cadetes es sobre todo en el área física, porque no es lo mismo hacer deportes respirando con boca y nariz a hacerlo siempre con cubrebocas”. De acuerdo con el general Manrique las unidades de competencia incluyen formación en supervivencia, lectura de cartas, transmisiones, primeros auxilios.
También en derechos humanos, en la Ley Nacional del Uso de la Fuerza y preparación física entre otras cosas. Dos cosas distinguen a este numeroso grupo de aspirantes: su disposición y el futuro que esperan forjarse en esta institución, se les nota en la mirada. Es el caso de la cadete Carolina Nájera proveniente de la Escuela del Aire de Zapopan, Jalisco que anhela convertirse en meteoróloga militar. “Lo que más me ha gustado de todo esto –dice la cadete Carolina Nájera– es descubrir las capacidades que tengo, aquí me doy cuenta que te desarrollado muchas habilidades por ejemplo que soy más rápida que soy más responsable”.
A sus 20 años le ha sido difícil separarse de su familia estos meses sin embargo tiene claro su objetivo. “Sí, es difícil pero aquí siempre nos motivan o sea no sé, es una forma en la que nos tratan como que nos hacen sacar el coraje para hacer las cosas y al final de cuentas no sé de dónde sacas fuerzas pero lo haces”, dice. Como ella, los cadetes provienen de 11 escuelas militares de todo el país y cada día ponen a prueba su vocación con la ayuda de 70 instructores de este curso. Del total de quienes iniciaron esta aventura en septiembre pasado, solamente 104 elementos desistieron, de ellos 27 son mujeres y 77, hombres. Quienes llegaron hasta aquí tomarán un descanso en las próximas semanas y en febrero al culminar el curso volverán a sus escuelas para su preparación integral.
“Quienes han logrado esto están preparados para lo que sigue, una persona que aspira a ser miliar debe tener, en primer lugar, una vocación, poder cumplir con disciplina, con habilidades del adiestramiento poder integrarse correctamente a trabajar en equipo “Cada quien tenemos diferentes habilidades estamos integrando hombres y mujeres personal del ejército y fuerza aérea y aquí lo que tratamos de inculcar es un sentido de pertenencia a las fuerzas armadas”, dice el general Manrique.