Europa, consternada por el asalto al Capitolio: “Un ataque inaceptable a la democracia”
Los líderes europeos muestran su repulsa al asalto y señalan la responsabilidad de Trump por “generar una atmósfera que hace posible incidentes violentos”, en palabras de Merkel, pese a la nota discordante de Hungría, Polonia y Eslovenia
Un ataque inaceptable y sin precedentes a la democracia, resultado de la retórica extremista y violenta, pero que la democracia de Estados Unidos es suficientemente fuerte para superar. Así describieron los líderes de la Unión Europea el asalto al Capitolio de los seguidores de Donald Trump la noche que el Senado tenía que ratificar la victoria de Joe Biden en las elecciones del pasado mes de noviembre.
Mientras las imágenes de decenas de personas irrumpiendo en la casa de la democracia estadounidense llenaban las pantallas de medio mundo, comenzaron a llegar en tropel las reacciones de los líderes de la Unión Europea que se reconocían estupefactos ante el deterioro de la situación en EEUU. Las declaraciones suenan a eventos similares en otros países, pero resulta difícil imaginar que esta vez se refieran a Washington. La canciller Angela Merkel mostró “indignación y tristeza” por las imágenes del asalto y ha apuntado sin tapujos al responsable, Donald Trump, a quien acusa de haber alimentado la retórica golpista desde noviembre.
“Lamento profundamente que el presidente Trump siga desde noviembre sin aceptar su derrota y eso naturalmente ha generado una atmósfera que hace posible incidentes violentos”, dijo Merkel en una declaración. El primer ministro sueco, Stefan Löfven, también sacó el dedo acusador. “El presidente Trump y muchos miembros del Congreso tienen una gran responsabilidad en lo que está pasando ahora”, ha asegurado Löfven.
La presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputová, advirtió que las escenas vistas en el Capitolio “muestran cómo de peligrosa es la retórica del odio”. El desprecio por las instituciones democráticas “erosiona los derechos de los ciudadanos y puede socavar el orden político”, insistió Caputová. “El extremismo, la violencia y la polarización nunca son el camino a seguir”, aseguró en los mismos términos la primera ministra danesa Mette Frederiksen; “la violencia es incompatible con el ejercicio de los derechos democráticos”, añadió el primer ministro italiano Giuseppe Conte.
Un vídeo de casi dos minutos y medio, de madrugada, le dedicó el presidente de Francia, Emmanuel Macron. En un discurso en el que se refería a la histórica amistad entre ambos países e insistió en que Francia estaba lista para ofrecer su más firme apoyo al pueblo estadounidense, Macron advirtió que “cuando en una de las democracias más antiguas del mundo, los seguidores del presidente saliente toman las armas y cuestionan la legitimidad de unas elecciones, la idea universal de ‘una persona, un voto’ está en peligro.” Un toque de atención a una Europa que mira con estupor los estallidos de violencia en Estados Unidos pero que ha visto crecer movimientos similares de extrema derecha en su territorio en los últimos años.
La retórica entre los líderes europeos fue muy similar durante toda la noche. El canciller austríaco Sebastian Kurz hablaba de “ataque inaceptable a la democracia”; el belga Alexander de Croo se reconocía conmocionado e incrédulo ante los ataques al Capitolio; el luxemburgués Xavier Bettel, de un “odioso ataque a las bases de la democracia; “vergonzoso,” añadió el británico Boris Johnson. La irrupción de los alborotadores en el Congreso, “es un asunto muy serio y preocupante,” reconoció la premier finlandesa Sanna Marin y hasta uno de los ‘enfants terribles’ de la Unión, el primer ministro checo Andrej Babiš, reconoció que lo que estaba ocurriendo en Estados Unidos “es un ataque inaceptable y sin precedentes”, y procedió a cambiar su foto de perfil en Twitter, donde antes aparecía con la famosa gorra roja que portan los seguidores de Trump.
“A ojos del mundo, la democracia americana está siendo asaltada”, aseguró el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común Josep Borrell. También los líderes de las instituciones reaccionaron al intento de golpe en EEUU. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel dijo que estar en shock y recordó que “el Congreso de Estados Unidos es un templo de la democracia”. El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, el primero en reaccionar, mostró su apoyo a Nancy Pelosi a través de un correo electrónico. Incluso el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió el respeto a los resultados de las elecciones.
La nota discordante -además del ruidoso silencio del húngaro Viktor Orban- la pusieron el presidente de Polonia Andrzej Duda y el primer ministro esloveno, Janez Janša, que ha mostrado su apoyo a Trump y a sus alegaciones de fraude en numerosas ocasiones. Para Duda, lo que sucede en EEUU es “un asunto interno” y confía en “el poder de la democracia americana”, pero evitó condenar la violencia del asalto. Janša, por su parte, dijo que “todos deberíamos estar preocupados por la violencia” en Washington pero mostró su confianza en el sistema democrático de EEUU, para después añadir que “la violencia y las amenazas de muerte, de la izquierda o la derecha, siempre están mal”. Y continúo difundiendo mensajes que apoyan la tesis de fraude de Trump que ya ha sido descartada.
Los líderes de la UE insistieron en bloque en la necesidad de asegurar una transición pacífica a la administración Biden. El premier ministro de Países Bajos, Mark Rutte, lamentaba las “horribles” imágenes en Washington e instaba a Trump a reconocer a reconocer el resultado de las elecciones. “Querido Donald Trump, reconoce a Joe Biden como presidente hoy,” escribió contundente en su cuenta de Twitter. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen defendió la fortaleza de las instituciones estadounidenses y la importancia de una transición pacífica.
“EEUU abrirá en menos de dos semanas, como debe ser, un nuevo capítulo en su democracia”, aseguró Merkel. Trump se ha comprometido a garantizar esta misma noche el traspaso de poderes aunque sin renunciar a “continuar su lucha para hacer América grande otra vez,” y aún quedan trece días.
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