Pablo Hasél, el rapero condenado a prisión en España por “injuriar a la monarquía y enaltecer el terrorismo”
En sus letras, el rapero español Pablo Hasél se refiere al rey emérito Juan Carlos I como un “capo mafioso” y un “borracho tirano” y acusa a la policía de torturar y matar a manifestantes y migrantes.
Hasél fue arrestado este martes por los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica catalana) en la ciudad de Lleida, a unos 150 km de Barcelona, en el noreste de España, por “glorificar el terrorismo” e insultar a la monarquía.
La policía ingresó para detenerlo a la Universidad de Lleida, donde el músico (cuyo verdadero nombre es Pablo Rivadulla Duro) se había atrincherado junto una decena de simpatizantes un día antes, para evitar cumplir con una condena de cárcel.
El rapero enfrenta una pena de nueve meses de prisión por los delitos de “enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a instituciones estatales” por sus letras y mensajes en Twitter en los que ataca a la monarquía y a la policía.
El rapero debía haberse entregado la semana pasada, pero desafió las órdenes policiales.
Casi dos horas después de que la policía ingresara a la universidad el martes, Hasél fue escoltado fuera del recinto mientras gritaba “nunca nos silenciarán, muerte al Estado fascista”.
El músico fue trasladado a la prisión donde comenzará a cumplir su sentencia.
Un portavoz de la policía catalana le dijo a la agencia de noticias AFP que los oficiales habían entrado a la universidad para “hacer cumplir la decisión judicial”.
En defensa de Hasél
Más de 200 artistas, incluidos el director de cine Pedro Almodóvar y el actor Javier Bardem, firmaron una petición contra sus sentencia, que fue confirmada por un tribunal español el lunes.
Amnistía Internacional tuiteó que el arresto de Hasél era una noticia terrible para la libertad de expresión en España.
Iré a prisión “con mi cabeza en alto”, tuiteó Hasél la noche anterior a su arresto. “No podemos permitir que dicten lo que podemos decir, lo que podemos sentir o lo que podemos hacer”, dijo, y añadió que había elegido no exiliarse en el extranjero.
El gobierno español anunció la semana pasada que planeaba reducir la pena por delitos vinculados a la libertad de expresión como la glorificación del terrorismo, discurso de odio o insultos a la Corona y la religión, en el contexto de actividades culturales o artísticas.
En un mensaje, Pablo Hasél expresó su apoyo a Victoria Gómez, integrante encarcelada del proscrito grupo marxista Grapo. En otra parte acusó al rey Felipe VI y a su padre Juan Carlos, exrey, de una serie de delitos.
Controversia sobre la libertad de expresión en España
Análisis de James Badcock, Madrid
Pablo Hasél se ha convertido en la persona de más alto perfil en ir de hecho a prisión por un delito de expresión en España en años recientes. Pero su caso es solo uno de muchos que han causado controversia.
Varios otros intérpretes o blogueros han incurrido en el delito de “enaltecer el terrorismo”, que tiene un rango tan amplio que cualquier ejemplo de justificación de un acto terrorista, incluso si tuvo lugar hace mucho tiempo, puede conducir a una condena.
En 2018 el Tribunal Supremo de España confirmó la condena de prisión para el rapero Valtònyc por glorificar el terrorismo e insultar a la monarquía con sus promesas de balas para políticos de derecha y una soga para el rey.
Valtònyc huyó a Bélgica donde una corte decidió extraditarlo. Este rapero continúa siendo buscado por España, que mantiene una orden de arresto en su contra.
El año anterior, la usuaria de Twitter Cassandra Vera había sido sentenciada a prisión por hacer simplemente bromas sobre el asesinato del número dos del general Francisco Franco, el almirante Luis Carrero Blanco, en un ataque con bomba perpetrado por militantes del grupo separatista vasco ETA, aunque fue exonerada tras una apelación.
El gobierno se ha comprometido a revisar la ley. El encuadre legal de los delitos de expresión puede parecer un tema académico, seco, pero una explosión de grafitis en ciudades españolas en defensa de Hasél en los últimos días sugiere que muchos entre los jóvenes de España creen que hay un problema real de libertad en juego.
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Hasél también apoya la campaña por la independencia catalana.
En 2017, los separatistas catalanes desencadenaron la mayor crisis política de España desde la muerte de Franco en 1975. Las elecciones catalanas del domingo dieron a los separatistas la mayoría en el parlamento regional.