BERNARDO NOVAL

EAU está conformado por los emiratos de Abu Dabi, Dubái, Sharjah, Ras al Jaima, Fuyaira, Umm al Qawain y Ajman. Los siete emiratos están separados por importantes diferencias económicas y son conscientes que deben hacer frente a numerosos retos para mantener su rápido ascenso internacional.

Sharjah es el tercero más grande, con su capital del mismo nombre centrada en dos lagunas alimentadas por el Golfo Árabe. La infraestructura educativa y cultural de Sharjah es sólida, fue el primer emirato en establecer una escuela y biblioteca: la escuela Al Mahmoudiyah, en 1903, y la Al Mahmoudiyah Al Taymeya, en 1909.

Asimismo, también tiene una larga historia de albergar eventos culturales. En 1998 fue nombrada por la UNESCO como Capital Cultural del Mundo Árabe y, desde entonces, organiza numerosas ferias y congresos locales, nacionales e internacionales. Además de la Feria Internacional del Libro de Sharjah y Festival de Lectura Infantil de Sharjah, el Emirato alberga el Foro Internacional de Comunicación Gubernamental que reúne el pensamiento de líderes de todo el mundo para compartir las mejores prácticas.

Sharjah fue la primera ciudad de los países del Golfo, la tercera entre los países árabes y la 19 a nivel mundial en recibir la designación de Capital Mundial del Libro. Con la designación de Capital Mundial del Libro, Sharjah sumó a su rico patrimonio un nuevo título, que se enorgullece junto a las siguientes designaciones: Capital de la cultura árabe (1998), Capital de la Cultura Islámica (2014) y Capital del Turismo Árabe (2015).

A 10 kilómetros del centro de la ciudad de Sharjah se encuentra “The House of Wisdom” (La casa de la sabiduría), obra de la firma británica de Norman Foster. El edificio de dos plantas está integrado por voladizos de 15 metros de ancho que proporcionan sombra a las fachadas, mientras que celosías de aluminio con diferentes densidades filtran los rayos de sol. En el interior, las pantallas móviles de bambú preservan la privacidad de los usuarios y, cuando permanecen plegadas, permiten disfrutar de las vistas a los jardines que completan el conjunto.

La cubierta está sostenida por cuatro núcleos, generando espacios diáfanos sin columnas. Los núcleos cercanos a la entrada contienen amplias escaleras escultóricas, mientras que el acceso se realiza a través de una recepción de doble altura junto a la que se sitúa un patio con vegetación, destinado a zona de descanso y eventos. El nivel inferior incluye diferentes espacios y una sala de lectura que alberga una máquina que imprime y encuaderna libros en cinco minutos. La planta superior acoge también áreas de exposición y lectura, además de una sala de oración y un espacio sólo para mujeres.

“Esta obra es una concepción prospectiva de lo que una biblioteca debe ser, abrazar un futuro digital, mientras juega un papel crucial como eje de la comunidad para el aprendizaje, respaldado por la innovación y la tecnología”, menciona Gerard Evenden, uno de los directores del estudio que encabeza Norman Foster.