Notas desde el suelo
A propósito del sendero de la estupidez, contenidos a la 4ª T. pacífica, perdón a los originarios, y el juicio a los pillos expresidentes.
Crónicas Ausentes
Lenin Torres Antonio
No es fácil construir nuevos lenguajes, desarrollar nuevas narrativas para desvelar, indicar, definir las cosas de la vida humana, con la enseñanza del lenguaje se da sentido a la vida humana, y de golpe y porrazo se define el destino. La rebelión contra nuestro marco simbólico transcurre en escenarios conocidos, fondos repetidos de por vida por la tradición oral en un primer momento, y posteriormente, por la trasmisión de la letra, el Edipo articula la entrada al reino de lo simbólico a través de una castración que tiene que ver con la negación del ser, paradójicamente la vida cobra sentido en la medida en que cobra sentido la muerte, la finitud.
Lo efímero es el lugar que negamos con el mismo lenguaje, y esto nos lleva a darle sentido al ser con el no ser, el fenómeno con el noúmeno kantiano.
La historias repetidas de por vida, el marco simbólico que atesora nuestros recuerdos más preciados, los escasos de gloria y los poco trascendentales, si es que con la compulsión a la repetición podemos abandonar la trivialidad de nuestras vidas humanas y hacer que los conceptos aprendidos con el sólo hecho de nuestra cognición intransferible puedan ser trascendentales, aunque sepamos que el ensayo entrópico del ser humano se construyó desde el inicio que nos separamos mutuamente, en que pensamos ingenuamente que podíamos esclavizar al otro para determinar nuestra identidad suprema, es decir, la confirmación de nuestra amocidad (de amo) quedó determinada por la confirmación del sumiso, del esclavo, quien lamentablemente nunca supo aprovecharlo y rebelarse, para que con esa condición de desposesión de su ser pudiera emerger el humano comunitario, al contrario, nunca pudimos volver al origen hermanados cuando podíamos enfrentar juntos los exabruptos principalmente de la naturaleza, y después de los otros.
Hoy transitamos sobre mitos desgastados, vanagloriosos apelamos a lo que nunca ha servido para el amor ni la amistad, y mucho menos para hermanarnos, la razón, pues nunca hemos aceptados que el amor y la razón corren por sendas contrarias, buscan fines opuestos, y en ocasiones contrarias. No obstante, nuestros debates vuelven al mismo lugar, entre nuestra ruinosa civilización se levanta un muro infranqueable de nuestro ego, un yo que dejó de estar en medio de la moral y el almácigo de pulsiones, y ahora quiere imponer la mesura, sin darse cuenta que nunca ha existido.
La historia mundial humana se escribió con una sola mano, y las letras crearon una sola narrativa universal que penosamente no es infinita sino cíclica, un repetir lo mismo para recrearse y sentir que hemos dado saltos cualitativos, muy bien Freud, en Tótem y Tabú deslizaba una pregunta sarcástica, ¿qué tan salvajes son los civilizados y qué tan civilizados son los salvajes?
Los cambios históricos fueron precedidos de agotamientos insostenibles, la voz de la barbarie, el llamado a Pólemo no tardaba en hacerse escuchar, para que a “unos los hiciera amos, a otros esclavos, a unos mortales a otros dioses”.
La historia humana es la historia de sus guerras, sus luchas tanto internas como externas, incluso, inventadas y creadas ad hoc con tal de lograr el dominio, o mantener el poder. La historia humana no es la historia ilustrada de las luces de la razón, la razón como tal es una prótesis, y con ellas, hemos querido ocultar nuestra naturaleza dionisiaca y salvaje, hemos construido un alma a un cuerpo que nunca ha dejado de ser lo que es, cuerpo, mecanismo de supervivencia conducido por una entropía que le impide renunciar a la pulsión de muerte.
La mirada se extravía en ensoñaciones imposibles, demandar que se imponga el sentido común es una tautología o petición de principio, el escenario que montaron los inmortales señores ascetas reproduce la trágica obra de teatro de nuestra lamentable condición humana.
Apelar a la razón es como apelar a un lenguaje tramposo que nos invita a seguir guiones prefabricados para que repitieras que estamos en el mejor de los mundos posibles, estúpidamente las salidas no podemos verlas ni percibirlas, porque estamos esperando que nuestro lenguaje nos lleve de la mano al mismo lugar contradictorio.
La guerra de guerrillas hace tiempo que es imposible porque el ojo panóptico nos ve hasta en la selva más espesa, y nuestra estrategia de cambiar cambiando, pensar pensando nos lleva al mismo engaño, la narrativa meta estructural del bien y el mal, del hombre universal con sus derechos humanos y sus espejismos democráticos.
Hoy desperté con la noticia que los cubanos salieron a la calle a pedir libertad y comida, y el vendaval de los medios de comunicación al unísono repitieron el mismo guión programado, la gran noticia alegró a los pequeños, y entristeció a los románticos posrevolucionarios de los 70, se reforzó la gramática universal neoliberal, y las añoranzas de las izquierdas trasnochadas se dieron de topes con la pared.
Algunos aprovecharon para darle palo en México al proyecto de la única revolución pacífica de planeta, la 4ª T, obradoristas, como para interiorizar en el inconsciente colectivo del mexicano, ¡hacía allá vamos!, claro, sin comentar las décadas del feroz bloqueo económico del paradójico “libre mercado” del Imperio del Norte hacia Cuba y Venezuela, ni preguntarse por qué a la dictadura de un solo partido en China no se le cuestiona, porque ellos son new oligárquicos, y lo de comunistas lo tienen solamente de nombre.
En fin, hoy fue un día de reforzamientos de la narrativa neoliberal del Imperio, hasta el agente de la CIA Guaidó salió fortalecido, ¡suena vientos de cambio en América Latina!, o mejor, ¡suena vientos de volver al predominio del imperio y la continuación de américa latina como el patio trasero de los Estados Unidos de Norteamérica!
Que perdedera de tiempo dicen algunos de la consulta popular sobre el juicio a los expresidentes de México, cuando hay cosa más importante como aplaudir los vientos del cambio en la dictadura cubana fidelista. Que perdedera de tiempo pedir perdón por la conquista si ya pasó hace mucho tiempo. Cerrar el pasado, dejar de recordar, vivir el presente, introyectar la narrativa occidental de libertad, democracia, libre mercado, hombre universal. La desmemoria como estrategia política.
Pero yo insisto, limpiar el pasado es, aunque inoperante legalmente, porque esos malandros de cuello blanco, o sea los ex presidentes Salinas, Zedillo, Chente, Caldero y Peña, se protegieron de sus raterías (sus marranadas), simbólicamente necesaria Y para los que viven pensando que el presente es lo mismo que el pasado, les vuelvo a decir: ¡nada que ver! El robo de esos pillos fue infinito, e increíblemente hay quienes todavía torpemente intentan indirectamente y falaz defenderlos, a esos pillos hay que exhibirlos cuando menos, den “gracias a dios” que no estuvieron en otros tiempos, pues en otros cambios sociales y políticos ya hubieran ido al patíbulo.
Y para esos cortos de miras de la oposición a la 4ª T., no se confundan, e intenten seguir como oposición pobre usando temas que no hay comparación, y si quieren hacerlo, o sea, hacer oposición, propongan una nueva idea de sociedad y hombre en México, porque montarse en casos coyunturales y no estructurales, como el avión presidencial, la niña Fátima, los muertos desafortunados por el covid19, etc., no son contraargumentos, no obstante, continuamos viendo que hay quienes insisten en acusar por esto último al gobierno federal, como si hubiera intencionalidad, premeditación y alevosía, pasando desapercibido que el problema de la pandemia es un problema mundial, y si hay que acusar a alguien, es a nuestra civilización por estúpida, por usar su energía en la frivolidad y estupidez de la visión del hombre neoliberal que nos la han metido hasta los genes un grupo de ladrones que gobiernan al mundo, el fracaso y la culpabilidad es de todos, pero en fin, continúen en su pequeñez.
Parece que les cuesta entender que la 4ª T. es de todos no de un hombre, es el tránsito hacia regímenes correctos, y esos es responsabilidad de todos, Obrador termina en el 24, por eso les exhorto a prepararse para darle contenido a la 4ª T., por dé mientras, expreso mi propuesta, la vía es el regreso a la comunidad, a lo local, a revertir el pacto federal, a reconstruir el sistema de partidos, a separar definitivamente el estado de los medios de comunicación y del poder económico, propongo una nueva república municipalista, propongo voltear la pirámide poder presidencialista. Es de todos los mexicanos la clase de país que heredaremos a nuestros hijos, y prevengo que podemos perder si no aprovechamos esta 4ª T. pacífica.
Hay que aplaudir que la chamba más pesada ya la hizo nuestro excelente presidente Andrés Manuel López Obrador, sacar a esos pillos del poder público, y por primera vez, tenemos un presidente que su prioridad son los más necesitados, quien está restituyendo la funcionalidad del estado y sus instituciones que fue manipulado por un Meta poder, que muy bien la podemos ejemplificar con la frase de nuestro egregio neoliberal de tercera, Fidel Herrera Beltrán, “estamos en la plenitud del pinche poder”, “Bronco pide lo que quieras”, usando el dinero del pueblo como si fuera de él.
En esa congruencia el ¿Si! a la consulta popular para juzgar a los expresidentes es otra medida, como lo fue el 6 de junio, para refrendar nuestro apoyo a la 4ª T. pacífica de México.