En Edomex el 25% de las mujeres en edad productiva no tienen ingresos propios
Por ello la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias apoyará a mujeres del oriente que por la pandemia hayan disminuido sus ingresos.
En el Estado de México 25 por ciento de las mujeres en edad productiva no tiene ingresos propios, lo que las pone en un estado de mayor vulnerabilidad si se encuentran en una condición de violencia intrafamiliar, pues esto les impide buscar ayuda o salir de su círculo de violencia.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 66 por ciento de las mujeres han vivido al menos un incidente de violencia y 4 de cada 10 han sido agredidas por su pareja.
En este sentido, Laura Ahumada Fragoso, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme) en el oriente de la entidad, señaló que, con la firma de un convenio con Secretaría de la Mujer, su intención es abrir canales de atención y apoyar a las mujeres que se han visto afectadas con el recorte de ingresos a lo largo del último año y derivado de la pandemia.
“Este convenio nos permita ampliar oportunidades de negocio, laborales y de atención a la violencia de género en la región. Junto con el gobierno estatal acercaremos asesorías y talleres a las mujeres en condiciones vulnerables, además de brindar acompañamiento legal y pláticas para prevenir la violencia”.
Señaló que en 18 por ciento de los casos las mujeres han tenido una reducción considerable en sus ingresos y horas laboradas, principalmente para no perder de lleno su plaza laboral; además de que sus gastos han incrementado y el tiempo disponible es menor, pues se dedican principalmente al cuidado de los hijos y las labores del hogar.
Enfatizó que en el Estado de México, como en el resto del país, se requiere un cambio estructural en la manera en que las mujeres participan en la vida económica y social. Dicho cambio -expresó- debe estar acompañado de proyectos y masculinidades responsables, en las cuales los hombres comprendan que su participación en la vida familiar y las actividades comunes.
“Todo eso es un paso para mejorar la calidad de vida de los hijos, la pareja y la sociedad, necesitamos cambiar las estructuras para garantizar un buen futuro a las mujeres”.