La consulta popular no exonera ni es un referendo de la “guerra sucia” de la oligarquía
Crónicas Ausentes
Lenin Torres Antonio
Este 1º de agosto del 2021 México vivió un día histórico al realizar la primera Consulta Popular, nunca se había utilizado éste figura, el control del poder de la oligarquía no permitía la disidencia, y como muchas cosas en México, la Consulta Popular había estado como adornos para aparentar que se vivía en un país con leyes y en democracia, aunque de facto, se vivía la dictadura democrática de un solo grupo de poder que hoy celebran la baja participación en la Consulta Popular como un logro paradójicamente democrático, aunque usaron todos los medios para desacreditarla y verla como un acto pueril, pero es bueno recordar que esa figura democrática y jurídica, la Consulta Popular, fue la que puso fin a la dictadura democrática del golpista y dictador Augusto Pinochet en la hermana república de Chile, la que puso fin al régimen militar de Uruguay, y en la hermana república de Colombia decidió el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla, y que de acuerdo a nuestra Carta Magna la Constitución la Consulta Popular tiene más peso que una denuncia ante el ministerio público, así que si vez a los expresidentes cínicamente celebrar el resultado de la Consulta Popular es porque saben que no serán procesados por sus delitos que cometieron contra el pueblo mexicano en sus gobiernos; sus risas son como una especie de mueca, y revelan su menosprecio a las leyes mexicanas y su acostumbrada conducta delincuencial de impunidad.
Aunque los resultados no dan para investigar y procesar a esos delincuentes de “cuello blanco”, sí reflejan que más del 80% de los mexicanos están a favor de que se enjuicien a los expresidentes, aunque la mayoría de los mexicanos no percibieron la importancia de la Consulta Popular que permite que el pueblo sea quien decida y ejerza el poder público para los asuntos trascendentales de la nación mexicana, hay que aplaudir a quienes sí lo hicieron ya sea para dar su “si” o su “no” en la Consulta Popular, y ejercieron su voto en libertad.
Si bien es cierto que los resultados de la C.P. no permiten vincular judicialmente a esos nefastos expresidentes, que todos sabemos los delitos que cometieron, y que no son menores:
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) de haber realizado la mayor privatización de los bienes de la nación sin ningún beneficio a los mexicanos y si a sus allegados, además, que en su mandato toda esa ola de privatizaciones no sirvieron para evitar que se agrandara la brecha entre la minoría rica y la inmensa mayoría de pobres, al respecto, a veces uno piensa que no hay responsabilidad ni consecuencias en el ejercicio del poder público, pero no es así, el hecho de haber omitido su deber como mandatario de velar por los intereses de los mexicanos, y permitir que hubiera más desigualdad trajo consecuencias, la pobreza de millones de mexicanos destinados aún sin nacer al sufrimiento y a la muerte.
Ernesto Zedillo (1994-2000), quien con la argucia que la economía está primero, decidió convertir la deuda privada de los magnates banqueros en deuda pública, es decir, de aprobar la conversión de deudas privadas a públicas, las cuales ascendieron a un monto de 552,000 millones de pesos, en el marco del “rescate bancario” de 1998, llamado Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), además, por crímenes lesa humanidad que constituye la matanza de Acteal, donde 45 indígenas murieron en 1997.
Vicente Fox (2000-2006), quien organizó descaradamente la elección de estado para ungir al generalísimo Felipe Calderón como presidente de México, y quien pese a haber vivido el clímax de los precios del petróleo, jamás se reflejó en el aumento del bienestar de los mexicanos.
Felipe Calderón (2006-2012), quien ahora sabemos construyó un narco-estado.
Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien por omisión o por activo durante su gobierno impunemente asesinaron a 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa. Sobre este último, se me quedó en mi mente la imagen de un normalista sobreviviente de la matanza de Ayotzinapa yendo a votar y expresando su deseo que se haga justicia por sus compañeros desaparecidos y asesinados injustamente. Y pensar que tuvimos los mexicanos la oportunidad con esta Consulta Popular de hacerla y no tan sólo a esos 43 jóvenes normalistas sino a todas las víctimas de nuestros gobiernos corruptos que sólo usaron el poder público para enriquecerse y apuntalar su narcisismo. Pero rescato de esta experiencia democrática que ya sabemos los mexicanos que tenemos estas figuras democráticas y legales para cambiar el destino de nuestro país.
México realizó su primera Consulta Popular para someter a juicio a los últimos cinco presidentes de México por muchos delitos que cometieron de forma activa o pasiva, y que con el arbitrario uso del poder público lograron casi “el crimen perfecto”, la escena del crimen fue contaminada, no hay pruebas vinculantes ni fueron agarrados in fraganti, y casi muchas de la acusaciones como dice el lego jurista prescribieron, así que la Consulta Popular más que pretender ser un juicio popular para juzgar a los malandros expresidentes de México, ha sido para reiterar una verdad histórica que todos los mexicanos hemo sabido y que en cierta forma mantuvimos silencio como también el poder económico y mediático.
Desafortunadamente los apátridas y el poder fáctico hegemónico trabajaron intensamente en contra de esta Consulta Popular, y hoy los vemos celebrar patéticamente como un triunfo electoral los resultados que no permiten vincular los delitos de esos expresidentes, y digo patéticamente, porque ahora los resultados quieren hacerlos parecer un refrendo de sus acusaciones contra el gobierno progresista del presidente Obrador, y no es así, la mayoría de los mexicanos saben de los delitos de esos expresidentes y por eso las pasadas elecciones refrendaron la 4ª T. y el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
La oposición a AMLO sigue con su guerra sucia, y no hablo de los partidos políticos PAN y PRI, estos no existen como oposición, sino al poder económico, que no para desde que tomó protesta AMLO como presidente de usar todos los medios a su alcance para descalificar grosera y perversamente a AMLO, y piensa que la Consulta Popular ahora es su parteaguas para lograr su objetivo de volver “al pinche poder” público.
La Consulta Popular fue un ejercicio democrático que, si bien no es vinculante, si muestra el sentir de los mexicanos, y me atrevo a pensar, aun de los muchos que no participaron, que “Si” merecen ser juzgados esos expresidentes por tanto daño que han hecho a México. Así que no se confundan la apátrida oposición al presidente Obrador, que la Consulta Popular exonera a los expresidentes, ni que es su refrendo de sus difamaciones y guerra sucia contra Obrador, ni mucho menos, que la 4ª T. no es el camino para la recuperación de México.
Sin liderazgo ni propuesta de nación de la oposición, la 4ª T. es la única propuesta que tiene México para debatir, analizar, mejorar, y construir el mejor país que nos merecemos todos los mexicanos. Con ello el camino está trazado, la cuarta transformación pacífica de México es una realidad que propios y extraños lo reconocen, que el régimen de la cultura de la simulación y la corrupción quedó en el pasado, y que si quieren competir la oposición tendrá que hacer algo más que continuar su guerra sucia por lo que consideran los errores del gobierno, los mexicanos necesitamos una oposición política a la altura histórica de lo que está viviendo México.
Lo vuelvo a decir, el poder mediático no dictará lo que es bueno o malo para México, ellos a informar no a opinar como lo vemos a diario, ahora los politólogos son los conductores de radio, tv y redes sociales, quienes hoy en la mañana los vi y oí desgarrarse las vestiduras pensando coléricamente sobre “el fracaso de la Consulta Popular” para seguir formando opinión y dirección, que daño le están haciendo a la democracia y a México el comportamiento carente de ética y profesionalismo de los medios de comunicación, quienes jamás en el pasado los vimos discrepar ni acusar a los gobiernos de los expuestos en ésta Consulta Popular, pese a los delitos evidentes que estaban cometiendo contra el pueblo de México, por eso no tienen la calidad moral ni es su función hacerlo.
Tanto el poder mediático como el económico se toparán con la pared, porque México es otro, hoy decidió no participar en la Consulta Popular y esto es un hecho democrático y sano, porque refleja que vivimos en un régimen democrático y no en una dictadura democrática como tratan de hacer parecer el gobierno de AMLO, y los mexicanos pueden decidir libremente. Pero que no se confunda el poder económico, la Consulta Popular no es una exoneración a sus cómplices, ni tampoco un refrendo a su guerra sucia, como la que refleja, al divulgar días antes de la consulta un fotomontaje donde pusieron la imagen del presidente comiendo con la mamá del Chapo, fotomontaje que a lo lejos se percibía su intención, por eso los mexicanos y el propio Obrador no debe olvidar que el poder económico están dispuesto a todo con tal de deshacerse del primer gobierno de los pobres y necesitados que ha tenidos México, y con esto, me refiero al primer presidente totalmente social y comunitario que ha tenido México.
¡Bien por el ejercicio democrático de la Consulta Popular!