#InfanciasTransYa: desbaratemos los mitos

En México los derechos de las infancias trans no están garantizados. A excepción de Jalisco, uno de los 32 estados del país, sólo mayores de edad cuentan con la posibilidad de realizar un cambio de identidad sexogenérica como medio trámite administrativo. ¿Pero las infancias y adolescencias? No, ellas deben esperar. Y hablemos con franqueza: la renuencia del Congreso de la Ciudad de México para aprobar el dictamen congelado desde hace 20 meses no borra la existencia de menores trans, pero sí les vuelve más complicado el proceso para acceder al derecho a su identidad. 

Que la discusión del dictamen, aprobado en noviembre de 2019, permanezca en el limbo responde, en gran medida, a los mitos que existen alrededor de las infancias trans, no sólo entre grupos conservadores y actores políticos de ultraderecha sino también entre la sociedad en general. Así que… ¡hablemos de ellos!

Mito 1: Quieren hormonar a los niños

En realidad, el dictamen aprobado por el Congreso de la CDMX dicta justo lo contrario: A partir de su puesta en marcha, ninguna infancia tendría que medicarse ni probar de ningún modo que es una persona trans para poder acceder al trámite de cambio de género. Así lo señala la iniciativa: 

“En ningún caso será requisito acreditar intervención quirúrgica alguna, terapias u otro diagnóstico y/o procedimiento para el reconocimiento de la identidad de género”. 

Realidad 1: El actual proceso es patologizante

Las infancias que necesitan realizar este trámite actualmente no pueden hacerlo por la vía administrativa, sino judicial. ¿Y esto qué implica? Que el proceso depende de la percepción de terceras personas, por lo que resulta victimizante, costoso, tardado, invasivo y patologizante. Es decir, de la forma en que se opera actualmente sí se debe probar de algún modo que la persona es una infancia trans. 

Mito 2: Ahora todos los niños querrán ser lo que quieran

La premisa en sí misma no es una amenaza: las infancias tienen derecho de vivir su vida y habitar su cuerpo como lo deseen.

Sin embargo, cabe mencionar que según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), sólo entre el 1.2 y el 2.7% de les menores que viven en México tienen una identidad de género distinta a la asignada al nacer, esto es un aproximado de entre 81 mil a 183 mil adolescentes.

Se trata de una cifra a tomar en cuenta para que se apruebe este dictamen, pues beneficiaría a un número considerable de la población, pero no es una cifra por la que se pueda concluir que esta ley hará que proliferen las infancias trans.

Realidad 2: El actual proceso es costoso

Según datos de la Fundación Arcoíris, actualmente el proceso para la corrección de la identidad sexogenérica para menores en la CDMX demora entre 7 meses y 2 años, y puede llegar a ascender a un costo de 150 mil pesos.

Con la aprobación del dictamen, este proceso sería administrativo, con lo que demoraría una semana y costaría sólo 72 pesos.

Mito 3: Los niños no están en edad para decidir

Contrario a lo que se piensa, desde una visión adultocéntrica en la que las infancias no tienen capacidad de decidir sobre sus cuerpos, especialistas en psicología aseguran que la identidad de género se desarrolla entre los 18 meses y los tres años.

Además, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia señala que el dictamen no está vinculado a la sexualidad, sino al reconocimiento y protección de un derecho humano de igualdad.

Realidad 3: Beneficia la salud mental

El Departamento de Salud Pública de la UNAM aseguró que la aprobación del dictamen y la garantía al derecho de la identidad autopercibida de las infancias ayuda al cuidado de su salud mental y a la prevención de la depresión e intentos de suicidio, cuyas tasas son altas entre las poblaciones trans.

Según un estudio de 2015 realizado por este departamento, el 55% de hombres trans y el 45% de mujeres trans padecen depresión, mientras que en lo que refiere a suicidios e intentos de suicidios, la cifra asciende a 33% y 20.4%, respectivamente. 

Mito 4: Los niños se cambiarán el género a voluntad

Aunque aquí mantenemos la postura de que las infancias son capaces de decidir sobre su género, lo cierto es que el dictamen señala que lxs menores podrán solicitar el trámite en compañía de por lo menos algunx de sus xadres o tutores.

Asimismo, la jueza o juez tendrá que entrevistar a la niña, niño o adolescente para que manifieste su voluntad, libre e informada.

Realidad 4: Apego a derechos humanos

El dictamen señala que la comparecencia deberá realizarse en la presencia de algunx xadre o tutor. Pero además, también deberán estar presentes personas de la Defensoría de los Derechos de la Infancia, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la CDMX y una persona especialista en estudios de género, designada por el Juzgado del Registro Civil.